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Grupo PSA compra Opel

Tras una histórica relación, GM deja partir a Opel con el grupo francés

Grupo PSA compra Opel

El rumor se hacía cada vez más fuerte pero ya es un hecho. PSA Groupe se queda con Opel y Vauxhall, de manos de General Motors, por la suma de 1300 millones de Euros, a lo que se suman 900 millones de Euros por el negocio financiero de General Motors en Europa. 

¿Esto qué significa? En una primera instancia se traduce en una mayor liquidez para el gigante americano, donde las perdidas económicas de Opel le estaban haciendo de a poco un agujero en los bolsillos. Al parecer, la prioridad de General Motors está en lo financiero, antes que mantener las sostenidas inversiones que se han tenido que hacer con los productos de Opel, los que aún no han podido recuperar tracción en Europa. Además, el mercado europeo ha cambiado mucho con el tiempo y el foco de GM se encuentra en potenciar otros mercados donde por ahora se les da mejor.

Por otro lado, el Grupo PSA ha mostrado ser el mejor comprador para Opel, puesto que es un agente con muchísima experiencia en Europa, han logrado reestructurarse exitosamente y hoy se encuentran en una posición que permitirá a Opel obtener un ecosistema mucho más coherente con los productos que están lanzando. Las sinergias entre Peugeot, Citroën, DS y Opel serán grandes, aunque aún está por verse si la opción de General Motors sobre deshacerse de una de sus filiales más longevas y duraderas, le significaran éxito. Claro, están perdiendo un importante mercado, uno que parece no interesarles de momento, además de una relevante fuente de desarrollo tecnológico, pero en el corto plazo, el replegarse les ha funcionado bien para mantenerse saludables.

Tras la compra de Opel, el Grupo PSA se transforma en el segundo grupo automotriz más grande de Europa, aspirando a un 17% de Market Share en dicha región.

Esta determinación llega a Opel en un momento clave de su historia. La nueva generación del Astra comienza a ganar espacio, sumado al venidero debut del Insignia en Ginebra y la arremetida en el segmento de SUV, estimaban devolverle cifras azules al grupo alemán. Parece que, tras 20 años de pérdidas, estas llegan un poco tarde. Carlos Tavares es más optimista, pretendiendo llegar al 2020 con un 2% de margen de ganancia y al 2026 con un 6%, algo que en la teoría puede cumplirse, viendo el éxito que le ha traído a los franceses. ¿Se arrepentirá General Motors en unos años más?

Por ahora, queda por verse que sucederá con las operaciones de Opel en otros lados, específicamente cuando van muy tomadas de la mano con Chevrolet, como es el caso de Chile. Al menos en una escala mayor, desde el Grupo PSA sostienen que, si son eficientes, no será necesario cerrar ninguna planta o generar despidos. También se buscará mantener a Opel con su identidad actual y no se cancelarán modelos de momento. Además, se respetarán los tratos realizados con las actuales filiales remanentes de General Motors, como es el caso del Insignia, modelo que llegará a Estados Unidos como Buick y a Australia como Holden.

Opel entro a General Motors entre 1929 y 1931, marcando así una larga alianza a lo largo de 8 décadas. Sus inicios como empresa de auto se parecen bastante a los de Peugeot, en el sentido de que ambos no se dedicaron directamente a los modelos de cuatro ruedas. Incluso ambas marcas pasaron por construir artículos de casa, máquinas de coser en el caso de los alemanes y molinillos de sal y pimienta para los franceses, así como bicicletas. Solo Peugeot ha perpetuado estos negocios "boutique" mientras que Opel dejo de lado sus negocios paralelos para fabricar automóviles, muchos de ellos recordables y entrañables hasta el día de hoy, como es el caso del Kadett, del Astra y del superventas Corsa, un "regalón" de los chilenos durante los '90.

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