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Probando el Tesla Model S P100D 2017

No está en Chile pero ya lo probamos. Y no debemos considerarlo un automóvil, sino un gadget gigante con ruedas.

Probando el Tesla Model S P100D 2017

Hablar de Tesla hace una inmediata referencia a una compañía norteamericana que fabrica autos, cuya sede no está en la gélida ciudad de Detroit, sino todo lo contrario. Y es que la firma de Elon Musk tiene como base Silicon Valley, en California, en donde viven todos los geeks tecnológicos. Quizás por lo mismo, al Tesla no podemos considerarlo un automóvil, sino un gadget gigante, y antes de evaluarlo, analicemos puntos importantes de sus orígenes, los personajes que han intervenido y el producto final.

Nicola Tesla fue un inventor croata que descubrió la corriente alterna, y quien tras emigrar a los EE. UU., trabajó para Thomas Alva Edison, hasta que ambos entraron en discrepancias justamente sobre la Corriente Alterna y la Corriente Directa (descubierta por Edison). Tesla era un gran científico e inventor, Edison también, pero era mucho mejor hombre de negocios y sus teorías prevalecieron gracias al fuerte apoyo del banquero JP Morgan.

Hoy por hoy, las teorías de Tesla siguen vigentes, sobre todo en grandes redes eléctricas, en donde la transportación de energía es mucho más simple y barato utilizando el esquema de Corriente Alterna. Tesla, a quien las finanzas nunca le produjeron mucha atracción, murió en 1947 solo y medio loco.

Elon Musk es el segundo personaje de esta historia, un sudafricano de madre canadiense que emigró al país de la hoja de maple en 1989, para continuar con sus estudios en Estados Unidos. En 1995 tiene los primeros encuentros con internet, y tras varios intentos comerciales como administrador de sitios web, Musk y un grupo de inversionistas fundan en 1999 una empresa llamada PayPal, que gestionaba pagos de diversas mercancías mediante correos electrónicos. Fue todo un éxito, y después de miles de litigios legales, fue comprada por eBay en 1.500 millones de dólares, de los cuales, un poco más del 10% le tocaron a Elon.

Con los bolsillos llenos de dinero decide emprender una nueva aventura llamada Tesla Motors, una compañía fundada en 2003 con la intención de crear autos con energías sustentables y evidentemente renovables, y cuya inspiración eran los inventos del mismísimo Nikola Tesla, personaje con el cual Musk tiene diversas similitudes.

Con lo que Musk ganó vendiendo PayPal fundó Tesla Motors en el 2003

El primer auto de Tesla era una modificación de un Lotus Elise 111, un pequeño biplaza con algunas modificaciones estéticas. Bautizado como Tesla Roadster, este Elise con motorización eléctrica ofrecía una autonomía cercana a los 300 kms –toda una proeza para la época- y su precio era impagable: más de 110 mil dólares. El mundo empezó a ver a Tesla Motors como un pequeño fabricante, con una propuesta nueva, y la industria automotriz empezó a seguir sus pasos de cerca. De hecho, tuvo algunas colaboraciones cercanas con Mercedes-Benz, Toyota y Freightliner. El Roadster se fabricó hasta el 2011 y más de dos mil vehículos encontraron dueño en esos ocho años.

El Model S, nuestro vehículo de prueba

Este sedán de corte deportivo es una creación de Franz von Holzhausen, un diseñador que emigró a Tesla cuanto tenía una posición consolidada en Mazda, donde había creado el concepto Ryuga, que marcó el lenguaje de diseño de la firma de Hiroshima durante la siguiente década. Antes de trabajar en Mazda, Franz se empezó a hacer famoso gracias al Pontiac Solstice, un seductor roadster creado bajo la supervisión del gigante automotriz GM.

El Tesla P100D es el Model S más poderoso que ha frabricado Tesla hasta hoy, gracias a una batería de iones de litio refrigerada de 100 kWh (kilowatts hora), de ahí su nombre P100D. Este paquete le brinda una autonomía de hasta 572 kilómetros recorridos si no se superan los 100Km/h promedio, ya que con velocidades crucero hasta de 140 km/h la autonomía ronda los 500 kms.

Los autos eléctricos tienen una gran característica primordial: la fuerza de torque súbita, desde 1 rpm. En este caso, el P100D ofrece el equivalente de 1.003 Nm de torque, una barrabasada, y es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 2,7 segundos, el nivel de súper autos como el LaFerrari, el McLaren P1 y el Porsche 918 Spyder.

Con estos datos, el Tesla Model S se ha convertido en el sedán premium más vendido en Estados Unidos, desbancando a gigantes como el Clase S de Mercedes Benz, el LS de Lexus y el Serie 7 de BMW.

Características técnicas

Antes de empezar, hay entender que un auto eléctrico no tiene las mismas características mecánicas de los autos con motores térmicos, teniendo en cuenta que lo más importante aquí es la autonomía. Y si bien las fuerzas dinámicas se pueden medir o comparar en los tradicionales caballos de fuerza (Hp) y newton metros de torque (Nm), aquí todo se mide en kWh o kilowatt por hora.

Las motorizaciones de este Tesla son de Corriente Alterna por inducción de 320 Volts, con un sistema de enfriamiento por refrigerante. El motor ubicado en el eje delantero tiene un rango de giro de 18 mil revoluciones, mientras que el trasero de alto rendimiento (equivalente a dos de ellos) tiene un rango de giro máximo a las 16 mil revoluciones. La tracción es integral y cuenta con una transmisión de una sola velocidad, con acoplamiento inverso para la reversa.

Los dos motores –uno delantero y uno trasero- están instalados sobre de los ejes.

Los componentes similares con un auto común son la suspensión delantera y trasera, y dicho sea de paso nuestro vehículo de prueba tenía la opción neumática para bajar o subir el vehículo, el sistema de frenos de disco en las cuatro ruedas, llantas de aleación de 21 pulgadas y neumáticos de alto desempeño, pero sin ninguna especificación o fabricación especial para Tesla, lo contario de un, por ejemplo, BMW i3, que cuenta con una base modular específica para él.

El diseño

Como ya lo comentamos, el creador del Model S tiene amplio bagaje en la industria con creaciones hermosas que adornan su curriculum. Encontramos algunas líneas y tendencias que nos recuerdan a los trazos de Mazda de hace un par de lustros, y este enorme sedán retoma elementos abandonados por el resto de la industria. El mas notorio es la ausencia de marcos en las puertas, lo que hace mucho más sensual al diseño –y también hace más complicado y costoso el resto del área estructural-

El frente es limpio, solo resaltan los enormes faros de LED, la T de Tesla al centro y una moldura cromada en forma de V con los brazos alargados en la parte baja, una irónica reinterpretación de la famosa V de los V8 que impusiera Ford en sus modelos de la década de los años treinta. 

En los flancos encontramos las luces de niebla, también enmarcadas con piezas de cromo. Y ya que hablamos del brillo como espejo, no podemos olvidarnos de las manillas de las puertas, que también presentan este acabado y cuyo funcionamiento es digno de admirar, porque se esconden cuando no están en uso. La parte trasera puede confundirse a simple vista con un Jaguar XF, con la particularidad de que aunque el vehículo tiene una conformación de sedán de tres cuerpos, el portalón se abre con el vidrio incluido. Es decir, es un Lift Back.

Puertas adentro

Si el Tesla Model S es un acontecimiento por fuera, lean con atención y descubran sus interiores. De entrada, nuestro modelo de prueba tiene tapiz de cuero en color blanco. Lo primero que sentí fue la suavidad y la textura, y hasta hice el comentario que es más suaves que la de un Bentley. El tema de las vestiduras me dejó tan intrigado que todos en la redacción investigamos que se trata de unas tapicerías 100% SINTÉTICAS… ¡Yo no sabía si reír o llorar!

Bueno… así de desconcertante es TODO en el interior, porque nada está donde uno podría imaginarlo, y para poder hacerles una imagen mental, empecemos por los componentes que sí son iguales a los de los demás autos que conocemos. El Tesla Model S tiene asientos similares a los de un vehículo de alta gama, con ajustes eléctricos y con botones físicos que uno puede manipular con la punta de los dedos, en el lugar acostumbrado.

Y ya que hablamos de botones, haré una lista de los controles similares a los que conocemos: los alzavidrios, las manillas interiores para abrir las puertas (aunque en este caso son actuadores que ordenan a un “servo” que libere el seguro y la puerta se abra), las luces de dirección, la palanca de cambios (en este caso, colocada en la columna de la dirección, al más puro estilo de Mercedes-Benz). Y aunque el Tesla carece de caja de cambios, el conductor controla desde esta palanca si el auto está estacionado en posición P, puede accionar la reversa R, colocarlo en neutral N, o en Drive D para avanzar.

Los pedales: esos también son similares a los de un vehículo automático, un pedal largo colocado horizontalmente para el freno, y una barra vertical para el acelerador. Y por último, el volante, también un elemento común y similar al de un coche de alta gama… y aquí se terminaron las similitudes con los convencionalismos automotrices. De aquí en adelante, todos los demás controles y comandos provienen de un leve toque con las yemas de los dedos en la inmensa pantalla táctil.

El diseño interior es bastante limpio y sobrio. En el panel de instrumentos encontramos una pantalla con diferentes gráficas, algo parecido al Virtual Cockpit de Audi, pero con otro enfoque, que nos informa básicamente los datos de la velocidad, coordenadas del sistema de navegación, selección de música y, si se programa, la información del consumo de energía y el rendimiento.

Justo en el punto de convergencia del tablero y la consola que va entre los asientos, en medio del tablero se encuentra el comando neurálgico del Tesla, una enorme pantalla táctil de 17 pulgadas en donde se puede controlar prácticamente TODO el Model S, desde elegir música de nuestro dispositivo móvil enlazado vía bluetooth, hasta el estatus de la carga, o manipular el sistema de navegación, pero eso no es todo. Desde esa pantalla y utilizando la red de datos del usuario, el Tesla le da la opción de desplegar un navegador de internet, en el que el usuario puede consultar sus perfiles en redes sociales o navegar a puntos de interés mediante búsquedas en Google. Por ahora no hay disponibles CarPlay o Android Auto.

La configuración de la pantalla es a gusto del usuario, y si te parecen pocas las cosas que hace, podemos agregar que aquí también se despliega la cámara de reversa, con una resolución tan clara y nítida como las primeras pantallas de plasma. Aquí también podemos regular los modos de manejo, la dureza de la dirección, la altura de la suspensión, incluso se puede abrir el maletero desde aquí con el auto detenido y en Parking.

El Model S, como un buen gadget gigante, ofrece algunos regalitos llamados Easter Eggs (Huevos de Pascua) para que los descubran. Por ejemplo, si presionamos muchas veces el modo de manejo “Ludicrous” aparece la clásica escena de aceleración de Spaceballs, la sátira de la Guerra de las Galaxias hecha por el genial Mel Brooks, y del cual los chicos de Tesla echaron mano para graficar y definir ese modo de manejo.

Otro premio que encontramos si insistimos lo suficiente es la gráfica del Lotus Esprit submarino que James Bond utilizó en La Espía que me Amó. Esto se consigue presionando varias veces el modo de suspensión, y en la pantalla nos aparece el famoso vehículo. ¡No, el Model S no se puede sumergir!

Tras el volante

Todo en el Tesla es un acontecimiento nuevo, incluso desde ingresar al vehículo cuando está estacionado y cerrado. Aquí, el portador de la llave se acerca y el Model S se pone en alerta, desplegando las cuatro manillas de las puertas como intuyendo que el conductor lo tocará, momento en que se liberarán los seguros y se podrá acceder al auto sin tocar ningún botón. Bueno, no es ningún acontecimiento,ya que el detector de presencia lo tienen muchos vehículos de nuestro mercado, pero no así el accionamiento de las manijas, lo que es un preámbulo de que la experiencia será diferente.

Cuando uno se sitúa tras el volante, el tablero del Tesla nos da aviso que ya está casi listo para moverse. Lo único que hay que hacer es pisar el pedal de freno y mover un poco la palanca de cambios a la posición D, y con eso el auto iniciar el movimiento. No hay ningún sonido de un motor de arranque, ya que al ser eléctrico no necesita de uno. En cuanto uno presiona suavemente el acelerador, el movimiento comienza y si hay autos adelante o a los lados, las alertas empezarán a darnos aviso, incluso un sonar delantero nos informa del obstáculo que tenemos enfrente. Cuando la distancia es menos a 80 centímetros, nos va graficando centímetro a centímetro la cercanía del mencionado obstáculo.

0 a 100 km/ en ¡2.7 segundos!

No hay ningún sonido, solamente el del rodamiento de las ruedas, y si uno procede a pisar el acelerador a fondo, hay un sonido solo comparable al que hace el metro cuando arranca, el sonido del flujo eléctrico haciendo girar a los embobinados. Tampoco hay sobresaltos con los cambios de velocidad de la transmisión, pues les recuerdo que no hay una caja de cambios como tal, y la aceleración se regula simplemente presionado el pedal. Si uno presiona poco, avanzamos lento, si uno presiona mucho, se va más aprisa hasta llegar a una aceleración descomunal que sorprende a propios y extraños, y nos hace sentir en la bajada de una montaña rusa. Esa sensación de vacío en el estomago, de vértigo. Y si uno no deja de pisar el acelerador, la aceleración seguirá hasta los 250 km/h que es la velocidad máxima gobernada del P100D.

Como se los expliqué líneas arriba, el Model S tiene dos modos de manejo: “Sport” y “Ludicrous”, y con esta opción elegida, el 0 a 100 km/h lo hace en 2,7 segundos, simplemente impresionante aceleración y los ocupantes del vehículo experimentan 1,1 de fuerza G en sus cuerpos.

Ahora, la pregunta es si están los demás componentes mecánicos del P100D a la altura de esa aceleración tan brutal. Y la respuesta es un rotundo SI.

Si bien el Model S no está enfocado a la deportividad extrema, el agarre y la distribución de pesos es muy buena, el sistema de frenos no presenta fatiga alguna, ya que debemos recordar que como buen vehículo eléctrico, al momento de levantar el pie del acelerador el motor seguirá girando, pero la energía generada se almacena en la batería de vuelta. De hecho, es sumamente notoria la fuerza de retención cuando uno levanta el pie, al grado que en cuidad, con un flujo constante de vehículos, se utiliza muy poco el pedal de freno. Esa desaceleración que hace el inversor es más que suficiente para aminorar la velocidad.

En trayectos de autopista la rodadura es muy buena, y gracias a esa brutal aceleración hay pocos coches que le aguanten el paso, sobre todo en las subidas. Circulando a más de 120 km/h noté algunas filtraciones de aire hacia la cabina, cosa que me hizo recordar que iba yo en un vehículo netamente estadounidense. Y al parecer esas nimiedades que tanto cuidan los alemanes a la hora de fabricar autos – y más si son de lujo- a los Yankees no les importa tanto. Y ya que hablamos de detallitos y de defectos, hubo algunos acabados en las gomas de las ventanas que parecen de un subcompacto, no de un coche de 200.000 dólares.

¿Es tán fácil recargar el Model S como cargar combustible hoy?

Cada vez pululan más cargadores de autos eléctricos por el mundo. La idea de los Tesla es que el propietario cargue y recargue el vehículo en su domicilio o en su trabajo, y para ello ha creado una app que calcula el consumo de kW por trayecto (tomando en cuenta también el regreso) y le informa al conductor mediante una grafica en el tablero del Model S o en el teléfono de cuanto está consumiendo, y cuanto consumirá en el mencionado recorrido previamente programado.

Si el trayecto es mayor a la autonomía disponible, hay varios caminos para recargar el Tesla. El primero se recomienda solo en caso de mergencia, y es utilizar el cargador que el vehículo trae en el maletero, aunque la carga es lenta. También está la opción de cargarlo en los lugares públicos, aquí el vehículo tomará menos tiempo en cargarse, pero aun así llevará por lo menos de 10 a 15 horas. Por último los Supechargers de Tesla, que hay pocos disponibles. Con ellos se recarga en poco tiempo hasta el 80% de la batería. Para ubicarlos hay una aplicación independiente a Tesla que se llama PlugShare que localiza con ayuda del gps del teléfono las estaciones de recarga más cercanas

Conclusión

El manejo me dejó muy buen sabor de boca, pero me quedé con las ganas de probar las opciones de conducción autónoma y alguna otra de las tonterías que hacen del Tesla algo especial.

No hay un mejor pretexto para una segunda cita con un Tesla que conocer estos diferenciadores, que además de hacer un producto de CERO emisiones, lo hacen hoy por hoy el producto con mayor tecnología disponible en el mercado mundial. Hoy es un gadget caro, pero con el tiempo, esa tecnología se irá haciendo masiva, y por ende, más accesible.

El mundo de los coche electricos ya es una realidad latente, le dará batalla a los motores de combistíon sin la menor duda, pero a corto y mediano plazo no los sustituirá.

Si quieres saber algo más, puedes ver en video la prueba realizada por nuestros colegas de México.

 

Tesla Model S - Un gadget gigante con ruedas | Autocosmos

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