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Probando el Chery Tiggo 4 2018

El Tiggo 4 sigue por la senda del excelente Tiggo 7, ofreciendo una apuesta moderna y fresca, que toma distancia de otros fabricantes del origen.

Probando el Chery Tiggo 4 2018

El Tiggo 4 se construye sobre la nueva plataforma modular para SUVs de la firma china, que entre sus novedades ofrece suspensión delantera McPherson y trasera Multilink. Podríamos decir que estructuralmente es un Tiggo 7 recortado, lo que no es malo. Sus dimensiones son de 4.298 mm de largo, 1.830 mm de ancho, 1.647 mm de alto y 2.610 mm entre los ejes, siendo esta última medida similar a la del Grand Tiggo. Esto se traduce en un auto más pequeño (para darle margen al Tiggo 7) pero que no sacrifica espacio, al contar con voladizos más cortos.

Su maletero va entre los 340 y 1100 litros, un poco menos que los 370 del Grand Tiggo y bastante menos que autos similares, pero más pequeños, que van desde el Renault Captur y el Suzuki Vitara (4.1 metros, sobre los 370 litros). De hecho, es la misma capacidad que tiene el Tiggo 2. De todos modos, es un maletero que gana al ser de proporciones regulares y con un suelo bajo, que ayuda a cargar cosas más pesadas con mayor comodidad. 

Estilo

Sin ser un auto audaz, el Tiggo 4 es un auto atractivo y que tiene muchas cosas que valen la pena destacar. Lo primero, el lenguaje de diseño es propio (Hydro Dynamic Surface) y no vemos copias ni parecidos con absolutamente nada. Nos gusta su frontal prominente en la zona baja, donde una especie de "faldón" se transforma en parte del parachoques, como una pieza larga en color aluminio y que en sus extremos se curva para hacer de carcasa a los neblineros, así como sus grandes focos en dos niveles, con una forma ligeramente triangular y que interactúa con la parrilla.

Los focos de atrás son muy bonitos y cuentan con una carcasa en 3D con algunos calados en color negro brillante, sin olvidar la forma del portalón en la parte baja, como si el parachoques formara parte de este, logrando un conjunto muy integrado y novedoso. Las llantas de 18" bicolor y sus pasos de rueda traseros delatan una propuesta bien proporcionada, compacta y robusta (en especial gracias a su pilar C ancho), pero también con algunas suaves curvas y nervaduras que son herencia del estilo Chery que ya hemos visto en el Tiggo 7. 

Interior

Puertas adentro, Chery ha jugado un poco con el estilo del interior revolviendo algunas cosas, de forma lúdica y que no es del gusto de todos, si bien en mi caso cumple, no así con nuestro Editor en Jefe (como cuenta en el video que te dejamos más abajo). Si te encuentras con que el volante, algunos botones y cosas, parecen sacadas del Tiggo 7, no te equivocas, y nos alegramos que en Chery hayan entendido muy bien como optimizar recursos, tal cual como hace cualquier otro fabricante global. Los materiales son una mezcla de plásticos duros, con otras zonas más suaves al tacto y donde todo es de color negro o grafito, pero en amplias texturas y capas, lo que le da una mayor calidad percibida, algo que notamos en las manillas y aireadores cromados, el volante con cuero perforado y los asientos. ¿El protagonista? Una enorme pantalla táctil de 9” con bluetooth, MirrorLink, Apple CarPlay, cámara de retroceso y sistema de audio con procesador digital Arkamys, compañía que conocemos bien, en especial por su trabajo con el audio de algunos Renault. El clúster, también es heredado del Tiggo 7, con marcadores análogos simétricos (el tacómetro invertido como en el Peugeot 308) y un completo computador a bordo que podemos ver en una pantalla a color de 4.8".

La ergonomía eso sí, es un tema, principalmente por los comandos del climatizador, los que no acompañan a la estética del auto y que se confunden con algunos comandos del sistema multimedia, lo que hace confusa la operación del aire. Bajo el climatizador se encuentra un espacio portaobjetos y los puertos USB y de 12v, pero es oscuro como una caverna y de noche, echamos de menos al menos una pequeña luz que nos ayudara a encontrar nuestras cosas. Los comandos para ajustar los espejos se encuentran muy ocultos y también le restan confort, por lo que te recomendamos, los calibres con tiempo y antes de manejar.

30 espacios portaobjetos hay en todo el habitáculo, si bien parecen menos a primera vista, todo lo que nos quedó a la mano, es bastante usable. Las butacas son un tanto estrechas (para gente más ancha, como mi caso) pero son de buen diseño, con costuras rojas que acompañan el tapiz negro de eco cuero. Pero lo mejor, es que la postura al volante es muy correcta y no se siente como en el Tiggo 2, que vamos innecesariamente muy altos. El piso de las plazas traseras no es muy alto en la parte central lo que ayuda a que un quinto pasajero vaya más cómodo.

El equipamiento general es bastante asequible. El modelo base (2.0 GL 5MT a $9.490.000) cuenta con focos de encendido automático, luces LED de uso diurno, cierre centralizado con cierre automático de ventanas, apertura remota de portamaletas, aire acondicionado, alzavidrios one-touch totales, sistema de audio con puerto USB, computador a bordo, doble Airbag, llave codificada con alarma e inmovilizador, control de tracción y estabilidad, anclajes ISOFIX y 4 frenos de disco con ABS, reparto electrónico y asistente de emergencia.

Claro que nuestra versión viene con prácticamente todo, incluyendo cosas como las que hemos mencionado antes (el computador a bordo con pantalla de 4,8" en lugar de la de 3.5", sistema multimedia, tapiz de eco cuero) y a las que podemos sumar Airbags laterales y de cortina, ajuste eléctrico para asiento del conductor, encendido con botón, volante multifunción, techo panorámico, iluminación ambiental, control crucero y monitor de la presión de los neumáticos. Algunos de estos ítems ya se contemplan en versiones intermedias. Queda solo una versión tope de gama con caja automática de doble embrague, a la que se agregan aireadores traseros, doble puerto USB para las plazas traseras y freno de estacionamiento eléctrico.

Motor y manejo

Mientras la mayoría de las versiones del Tiggo 4 emplean un motor de 2 litros heredado del Grand Tiggo (aunque con algo de menor potencia), las versiones tope de gama emplean el 1.5 Turbo que lleva el Tiggo 7, con 145 Hp y 210 Nm de torque, 5 Hp menos que el Tiggo 7. Su consumo es de 10,8 km/l en ciudad y 15,8 km/l en carretera, promediando cerca de 13,5 km/l, siendo más económico que los motores 2.0 y con un performance mucho mayor. El problema es que, en carretera, su consumo no es tan bueno y es ahí donde se ve superado por motores menos potentes y más económicos, como los del Nissan Kicks y el Hyundai Creta, que llegan hasta los 17 y 18 km/l en carretera, si bien con 11 km/l en ciudad, no andan muy lejos del Tiggo 4. Ahora, claro, marcas francesas tienen mecánicas que logran conjugar un buen performance con consumos muy acotados, especialmente los motores diésel de PSA y Renault.

La pregunta que estarás haciéndote es ¿Hay lag o no hay lag? La respuesta es sí, hay lag bajo las 1500 RPM, por lo que recomendamos sacarlo de 0 un poco más pisado y pasar los cambios un poco más arriba de las 2000 RPM para que al pasar el cambio en ciudad no te bote en esa zona donde no hay mucha fuerza. Pero cuando el turbo comienza a cargar, sobre las 2000 RPM, el auto anda perfecto y se acompaña de una caja que se siente bastante robusta y agradable de operar, y claro, porque la fabrican los expertos de Aisin, que algo saben de transmisiones.

Al volante, rápidamente se nota su bien lograda su insonorización y también la precisión en el volante, de sensaciones, aunque lejos de perfectas, mucho más directas y firmes, como las que ya hemos visto en el Tiggo 7 y que se alejan bastante de lo que acostumbramos a ver en los productos chinos, muy completos en tecnología, pero de pobre desarrollo dinámico. Aquí, aunque hay cierta artificialidad y algo de retardo en la desmultiplicación, pero nada fuera de lo visto en otros modelos más consolidados.

De andar el auto es muy suave en ciudad y algo más seco en terrenos más ásperos, como parte de su vocación urbana, con una suspensión más firme, que permite controlar bastante el body roll de la carrocería. Aunque claro, con un centro de gravedad más alto y las características urbanas de la suspensión, más rígidas de lo que nos gustaría, recomendamos tener algo de cautela al meterse en velocidad en alguna curva, puesto que el auto tiende a flotar un poco, perdiendo el aplomo que tiene en carretera. Claro que, para una conducción normal y controlada, no tendrás problemas.

Conclusiones

Por casi 11.5 millones de pesos, la verdad que es difícil decirle que no al Tiggo 4, más aún si hablamos de la versión full equipo. Autos similares, son más caros y más pequeños o derechamente no tienen la fineza que ha logrado Chery en cuanto a desarrollo e ingeniería. Tal como el Tiggo 7, Chery nos vuelve a sorprender con un modelo que ya está maduro para hacerle frente a modelos de marcas tradicionales, considerando todo lo que siempre le achacamos a los autos chinos.

Diseño original, buena habitabilidad, completo en equipamiento, buena relación de valor, un motor con estándares modernos, además de un manejo agradable y dentro de todo, bien resuelto, ayudan a que Chery sea una de las marcas que comienza a ganar prestigio y relevancia, si hablamos del país asiático. 

Quedan las deudas sobre una mejor ergonomía en algunos ítems del interior y el performance del motor 2.0. Para futuro, queda la caja automática de doble embrague que lleva el Tiggo 7, como opción para el 1.5 Turbo y versiones más accesibles con un motor 1.5 DVVT aspirado, las que apuntaran al mercado que deje la venerable Tiggo 3, cuando se agoten las unidades restantes.

Chery Tiggo 4 - Presentación y test | Autocosmos de Chile

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