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Thruxton de edición limitada lidera gama premium de Triumph

Con la versión Triumph Factory Custom (TFC), el fabricante británico ha transformado la legendaria café racer en la “sports classic" definitiva. Y ojo con la nueva Rocket TFC, con el tricilíndrico más grande jamás montado en una moto.

Thruxton de edición limitada lidera gama premium de Triumph

La Thruxton es todo un icono en la historia del motociclismo y por eso fue la primera elegida por Triumph Motorcycles para el lanzamiento de su gama más exclusiva, a la cual denominó Triumph Factory Custom (TFC).

La gama TFC nace de la vocación de la firma de Hinckley, por la elaboración de motos que ofrezcan a sus clientes el punto de partida ideal para lograr una moto perfectamente personalizada. Prueba de ellos es que 80% de los propietarios de Street Twin han optado por personalizar su moto y la nueva Bonneville Speedmaster cuenta con una gama de más de 130 accesorios específicos.

Esta filosofía de creatividad y personalización dio pie al nacimiento de una nueva generación de propietarios de Triumph que quieren crear su propia custom, pero desean -al mismo tiempo- mantiener el carácter de una moto de altas prestaciones.

Fue en 2014 que los diseñadores e ingenieros de la fábrica, aficionados también a la personalización de motos, decidieron tomar el desafío de crear su propia visión de lo que debería ser la custom definitiva. Se formaron dos equipos y se diseñaron dos prototipos totalmente funcionales de fabricación artesanal.

El resultado final fue una Bobber y una Scrambler, conocidas respectivamente como TFC 1 y TFC 2. Ambas hacían gala de innovaciones, líneas y una estética que dejaba claro el potencial de personalización.

Sobre la Thruxton

Esta experiencia fue recogida e implementada en la nueva Thruxton TFC, que persigue el objetivo de ser la “sports classic definitiva”, la mejor cafe racer custom de su segmento.

De estas, solo se fabricarán 750 unidades, todas numeradas y luciendo una placa ubicada en la tija con el número de serie. Todos los propietarios también recibirán un paquete especial, con una carta numerada firmada por el CEO del fabricante británico, Nick Bloor, un libro personalizado y un cobertor. Solo una unidad está confirmada para su arribo a Chile, a finales de este año.

Es impulsada por un motor de 1.2 litros extraido de la Bonneville, con 107 Cv (10 Cv más que la Thruxton R) y 115 Nm de torque, motor que ruge gracias al exclusivo sistema de escape con dos silenciadores Vance & Hines de titanio acabados en fibra de carbono, que exhiben el logo grabado a láser.

La nueva Thruxton TFC presenta una carrocería de fibra de carbóno liviana de diseño inédito, que incluye un carenado de una sola pieza. Los detalles adicionales incluyen una tija de aluminio, pantalla tintada, asiento de cuero real con detalles cosidos y tapón del depósito de aceite en aluminio mecanizado.

Entre otros componentes ennegrecidos, se encuentran las llantas de radios anodizadas, los resortes de los amortiguadores traseros a juego con los logos en los depósitos, las tapas de motor en negro y el portapatente.

A modo de complemento, la Thruxton TFC presenta un tono Carbon Black con detalles cepillados en la zona de las rodillas en los laterales del depósito, las cuales están delimitadas por una fina línea dorada pintada a mano. También existen toques dorados en las líneas del carenado frontal, los emblemas, el panel de instrumentos, la llave y cadena.

La unidad mantiene algunos elementos de estilo clave de la Thruxton, tales como el tapón de combustible abatible de aluminio de estilo Monza, el acabado cepillado en los cuerpos de mariposas y la tapa de la admisión, las estriberas de la Daytona R y el basculante de aluminio anodizado.

Con respecto a su manejo, la Thruxton TFC equipa horquilla invertida Öhlins NIX30 y amortiguadores traseros Öhlins con depósito independiente piggy back completamente ajustables y frenos Brembo con ABS y TCS, asi como tres modos de conducción (Rain, Road and Sport), que ajustan el mapa de inyección y el nivel de intervención del ABS y el control de tracción. Para una mejor visibilidad, un menor consumo de energía y una mayor durabilidad, cuenta con iluminación completa de LED, incluyendo las luces diurnas en el faro delantero de siete pulgadas, los intermitentes y el faro trasero. Se suman al equipamiento, un embrague asistido antirrebote que reduce el esfuerzo sobre la maneta, un puerto USB para recarga e inmovilizador antirrobo.

“En los últimos años, la marca ha plasmado su vocación y experiencia en la personalización de muchas motos custom. Ahora, el nuevo concepto TFC demuestra su capacidad de la compañía para crear motos personalizadas de fábrica, con un nivel de prestaciones, diseño, detalles y acabados superior a todo lo antes conocido”, destacó el gerente de Triumph Motorcycles Chile, Hugo Norambuena.

Rocket Power

El segundo modelo premium es la Rocket TFC, que hoy en día se encuentra en estado conceptual hasta el  lanzamiento definitivo de una partida limitada de 750 unidades, programado para el mes de mayo. La legendaria unidad será impulsada por un bloque tricilíndrico totalmente nuevo, siendo el mayor propulsor del mundo en una moto de serie, montado sobre un chasis igual de inédito.

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