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Probamos el Audi RS6 Avant 2017

La versión más radical de la gama se ofrece sólo en esta exuberante pero armoniosa carrocería sport wagon, y con un motor V8 que deja la espalda pegada al respaldo.

Probamos el Audi RS6 Avant 2017

Como parte del lanzamiento de su nueva división Audi Sport, la marca de los anillos vende en el país el modelo RS6, la variante más agresiva y radical de la gama 6 del fabricante alemán.

El RS6 está disponible sólo con carrocería Avant o familiar, un hermoso y estilizado sport wagon que nos explica por qué los europeos siguen amando tanto este tipo de configuraciones. Tiene dos cuerpos y es grande de tamaño, pero es muy balanceado estéticamente, y su armónica silueta es lo suficientemente deportiva como para honrar las siglas RS.

El Audi RS6 se vende en dos variantes, con 560 y 605 Hp, aunque a Chile sólo llega la primera, a un precio de US$ 142.390, algo así como $95 millones de pesos.

El RS6 Avant es uno de los tres modelos RS disponibles hoy en Chile, junto con el RS7 y el RS Q3.

 

Características técnicas y mecánicas

El Audi RS6 Avant utiliza un motor V8 4.0 litros TFSI, con turbocompresores de doble entrada y sistema de desconexión de cilindros, que eroga 560 caballos de fuerza entre 5.700 y 6.600 rpm, y 700 Nm de par entre 1.750 y 5.500 vueltas.

Asociado a una caja Tiptronic de ocho velocidades, que envía el par a las cuatro ruedas a través del sistema quattro, acelera de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos, y de 0 a 200 km/h en 13,5 segundos, alcanzando una velocidad máxima limitada de 250 km/h.

El RS6 Avant  incorpora suspensión adaptativa controlada electrónicamente, y un diferencial trasero que reparte el par según las condiciones del piso, mejorando el comportamiento dinámico en zonas de curvas.

Los frenos son de discos de 390 mm adelante con cálipers de seis pistones, mientras que las ruedas son de 20 pulgadas, con neumáticos 275/35 R20.

Mide 4.979 mm de largo, 1.936 mm de ancho, 1.461 mm de alto y tiene entre ejes 2.915 mm, para un peso total de algo más de dos toneladas (no es liviano). Debido a estas dimensiones luce largo y ancho, consiguiendo proporciones muy deportivas.

El look es similar a cualquier modelo deportivo de Audi, con la parrilla Singleframe y tomas de aire en negro brillante, llantas y espejos exteriores oscurecidos, difusores y un pequeño spoiler, salidas de escape deportivas, y mínimo despeje del piso. Lo llamativo aquí es la silueta de este station wagon, que gracias a las largas nervaduras laterales y a la tenue caída del techo logra generar un impacto visual de gran belleza.

 

Confort y habitabilidad

Pese a su gran tamaño exterior, el RS6 está configurado para cuatro pasajeros, con un gran lomo central en la banqueta posterior. Los cuatro asientos son deportivos y ofrecen gran comodidad y mucho espacio para las piernas y cabeza, pese a lo bajo del auto.

El maletero es grande como en todo station wagon, con 565 litros de capacidad bajo el cobertor de carga.

El puesto de conducción es perfecto para tener una conducción deportiva, bajo y con mucha visibilidad hacia adelante, aunque el tamaño de la luneta y espejos laterales penaliza bastante hacia atrás. Todo parece estar en su lugar para permitir que el conductor controle todo con sólo estirar su mano, lo que habla de lo bien trabajado de la ergonomía.

En el tablero destacan dos pantallas, la del panel de instrumentos y la de la interfaz del sistema de entretenimiento. La primera, instalada entre los dos marcadores análogos, es pequeña si se compara con el Virtual Cockpit de los nuevos modelos, mientras que la pantalla del MMI está en voladizo y destaca por su gran tamaño. Cuenta con sistema de sonido Bose, sistema de navegación y conectividad a teléfonos.

El equipamiento es abundante, incluyendo luces Matriz LED, asientos calefaccionados y climatizador de cuatro zonas, por lo que es más sencillo destacar aquello que no tiene y que debería ofrecer de acuerdo al precio: cámara de retroceso y botón de cierre automático del portalón.

En seguridad, ni hablar: airbags, head-up display, asistente de cambio de carril y Audi PreSense, entre lo principal.

 

Impresión de manejo

Hay dos cosas que impactan en un deportivo como es el Audi RS6 Avant: la capacidad de aceleración y la buena sensación de deportividad.

Demás está decir que el motor V8 TFSI es impresionante, tanto en su entrega como en el sonido que emite. Es de aquellos motores capaces de dejar pegada la espalda al respaldo del asiento, lo que nos genera una sonrisa de aquellas difícil de sacar de la cara. Los 3,9 segundos que demora en llegar a 100 km/h hablan por sí mismos.

Sube muy rápido de vueltas, por lo que cuesta encontrar el mejor régimen de marcha. Digamos que entre 1.500 y 6.500 es excelente, sumamente elástico.

Lo mejor es que los niveles de eficiencia a los que ha llegado la marca nos permiten utilizar este auto en el día a día (en modo Comfort) con apenas 8,5 km/litro de consumo urbano, con un crucero a 120 km/h a menos de 2.000 rpm.

El RS6 reemplazó el viejo V10 del grupo por un V8 más ligero, y consiguió mejorar la distribución de peso, y aunque siente algo pensado de trompa, es bastante neutro y muy noble de reacciones. En algunos review se indica que puede tener algo de subvirancia, pero la verdad es que quizás muy al límite podría ser. En lo que nosotros respecta, uniendo curvas una tras otra se siente aplomado y seguro, muy estable y con prácticamente nulo rolido de carrocería, gentileza de nuestra suspensión neumática.

La dirección es firme, muy precisa y de rápida respuesta, por lo que se puede tirar del volante a placer. Aquí los asientos son vitales para mantener el cuerpo en su lugar, porque la inercia es fuerte cuando se pisa el acelerador a la salida de una curva cerrada. Ahí, la tracción se va de un 60% en el eje posterior hasta un 70% en el delantero, para que la carrocería siga fiel a las ruedas y hagan que esta mole de dos toneladas se sienta ligera, como si fuera sobre rieles. Magnífico.

 

Conclusión

Si es mi opinión la que esperas para convencerte de comprar un Audi RS6 Avant, no lo dudes más: lo recomiendo a ojos cerrados. No le veo puntos en contra, salvo la ausencia de cierto equipamiento ya resaltado.

El auto es pasión pura, con sonido electrizante, aceleración pura y dinamismo garantizado, todo gestionado desde una máquina que mezcla tecnología de vanguardia y una extraña funcionalidad impropia de un deportivo de estirpe.

Porque la gracia acá es que, como regalo extra, tienes un auto 100% funcional, por espacio, confort y consumo. Digamos que puedes “vender” en la casa la idea de que te compraste un vehículo para la familia, y guardarte para ti los 560 caballos del Audi RS6 Avant.

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