A mediados del año 2008, Porsche presentó un restyling y mejoras técnicas en el mítico 911 (código 997); modificaciones que ha ido introduciendo escalonadamente en cada una de sus versiones. Primero les llegó el turno a los más demandados Carrera y Carrera S, poco después a los Carrera 4, siguió con los Targa y, ya en este año 2009, le llegó la hora al exclusivo GT3.
Finalmente, los míticos Turbo van a ser igualmente modificados siguiendo esa misma fórmula, aunque lógicamente adaptada a las impresionantes prestaciones de esta versión. Con esta nueva versión Porsche continúa una larga historia de prestigio, que se inició con el primer 911 Turbo (930) hace 35 años.
Se presentó en sociedad el pasado Salón de de Frankfurt -17 al 27 de septiembre-. Pero por estos días -21 de noviembre-, Porsche comenzará con las ventas del 911 Turbo, el cual costará 161.440 euros con carrocería cerrada y 173.730 euros con carrocería descapotable.
Inyección directa, cambio PDK, más cilindrada y potencia, menor consumo y emisiones son las principales mejoras que experimenta el 911 Turbo. Estéticamente cuesta más diferenciarlo, pues el 911 Turbo actual ya incluía las luces diurnas mediante leds que están caracterizando el restyling del resto de versiones de la serie 997. Eso sí, los grupos ópticos traseros sí que son claramente diferenciables, y cuentan ahora con luces tipo led.
Comenzando por el motor, el 911 Turbo que se podrá comprar a partir de este mes en Europa incluye un sistema de inyección directa de gasolina y aumenta 200 cc y 20 cv, para pasar a 3,8 litros y 500 cv.
Más cambios son los que afectan a la caja de cambios, pues, además de la manual, la automática pasa a ser la efectiva PDK de siete velocidades en lugar de la anterior Tiptronic de seis. Finalmente, el peso total del vehículo se ha reducido ligeramente, y la tracción integral se ha mejorado, montando un nuevo diferencial trasero de bloqueo variable.
Así las cosas, el nuevo Porsche 911 Turbo es más efectivo y rápido que su predecesor, además de menos contaminante y más rendidor. La velocidad máxima sólo aumenta 2 km/h, para registrar ahora 312 km/h; pero la aceleración de 0 a 100 km/h baja media décima hasta unos fantásticos 3,4 segundos (la misma cifra que el futuro Ferrari 458 Italia). El consumo baja litro y medio, hasta fijarse en 11,4 l/100 km, y las emisiones de CO2 se reducen un 18%.