Reconocida como la empresa de automóviles más antigua del planeta, el Museo de Mercedes Benz en Stuttgart es un verdadero homenaje a la historia del hombre. El museo tiene una superficie de más de 17.000 metros cuadrados y cuenta con una espectacular colección de más de 180 vehículos que la marca ha ido fabricando a lo largo de su historia.
Hoy, es el museo más grande del mundo dedicado a una única marca, y la verdad es que aunque no te gusten mucho los vehículos ni alucines con diseños espectaculares es un lugar impresionante. En la visita al Museo Mercedes Benz puedes conocer los 120 años de historia de la marca, además de poder ver cronológicamente la evolución del mundo del automóvil. Sin duda, el pasado, presente y futuro del automóvil.
En la planta baja se muestran las unidades más antiguas entre ellas la que recibió la patente de 1886. Allí se puede admirar el triciclo de 1 cilindro que alcanzaba 16 kilómetros por hora y con el cual Berta Benz dio su primer paseo desde Mannheim a Pforzheim. A partir del triciclo y el modelo de Benz, en una línea continua se encuentran el Daimler de 1886, el vehículo de ruedas de rayo de 1889, el Benz Victoria de 1893, el Velo de 1894, el Daimler de Correa de 1894, el Benz dos a dos de 1899, y finaliza la hilera de pioneros con el Spider color amarillo de 2 cilindros de 1902.
En el ambiente siguiente encontramos al primer Mercedes Simplex 1902 de 4 cilindros con el que se lograban 40 caballos de potencia y una velocidad máxima de 75 km./h. Le sigue el Benz Parsifal del año 1903, competidor del Daimler en aquella época. A un lado el imponente Mercedes Simplex que fuera propiedad de Emil Jellinek, y con el cual viajó con su familia a Viena, Baden y Niza.
Este personaje, Jellinek, fue un rico comerciante entusiasta de los autos, que comienza a adquirir vehículos de Daimler hasta que un día decide hacer un pedido de 36 unidades a un costo de 550 mil marcos de oro, y pide la representación de la marca para Austria, Francia, Hungría, y Estados Unidos, bajo la condición de denominarse todos ellos con el nombre de Mercedes, su tercera hija.
El Mercedes Simplex de 4 cilindros con un desplazamiento de 5319 cms3, que alcanzaba una velocidad de 75 kilómetros por hora, puede ser considerado el primer auto sencillo (Simplex) de manejar, con un centro de gravedad mas bajo que cualquier otro de su tiempo y con una distancia entre ejes también mayor que los demás. La caja del Simplex tiene 4 velocidades y reversa. Uno tras otro, y década tras década, están expuestos el Mercedes Knight 16/45, el Benz 6/18 deportivo, el Mercedes deportivo 10/40 de 65 caballos y el Tipo 630 de 140 caballos del año 1926.
Comenzando el acceso por la rampa hacia el primer piso a mano izquierda, se va disfrutando de la hilera de autos de carrera que hicieron furor en el mundo de las competencias de todos los tiempos. Entre otros destacan el bólido 1906 de 6 cilindros, el Blitzen Benz de 1909, el 4 cilindros Mercedes Grand Prix del año 1914, rematando arriba con el Targa Florio de color rojo.
Varias rarezas incluye el primer piso del museo. Entre otras destacan dos unidades de los majestuosos Mercedes-Benz 770 blindados. El primero es un convertible del año 1931 de color gris, que perteneció al emperador Guillermo II de Alemania, y el segundo es un Pullman limosina de 1935, propiedad de la casa real japonesa.
Otro espectacular vehículo que reposa en este primer piso es el 500 K roadster especial, 8 cilindros, que alcanzaba una velocidad de 160 kilómetros por hora. De este vehículo solo se hicieron 25 unidades y actualmente se sabe que existen únicamente cinco en todo el mundo del Mercedes 500 K Roadster - 1936.
Continuando el ascenso por la rampa de los autos de carrera, en dirección hacia el segundo piso, se destaca el Mercedes Grand Priz de 1914, el W25 flecha de plata de 1934, y el famoso 300 SL del año 52, que se adjudicó la copa carretera panamericana en México.
En el segundo nivel volvemos a encontrar autos fuera de serie como el grupo de “record cars”, y al otro lado de la sala los imponentes Mercedes-Benz 600 construidos entre 1964 y 1981. Una unidad expuesta es la perteneciente al Papa Pablo VI, la otra es un Mercedes 300 que utilizara Conrad Adenauer.
En medio de dos ambientes se encuentra una pequeña sala de cine dedicada a mostrar documentales del legendario flecha de plata conducido por Rodolfo Caracciola, Herman Lang, Juan Manuel Fangio y Stirling Moss, así como cintas de las primeras carreras en las que participó la marca alemana. Nostalgia, técnica e historia se unen en un ambiente que explica detalladamente el nacimiento y evolución del automóvil.
El museo abre los días martes a domingo de 9 am. a 5 pm., los lunes y días feriados permanece cerrado. Para los visitantes de otros países se pone a disposición un sistema de guía electrónico.