El líder de la iglesia católica, Joseph Ratzinger (Benedicto XVI), recibió en Roma a Dieter Zetsche, mandamás de Mercedes-Benz, con motivo de la entrega de un nuevo Papamóvil para el Vaticano.
El flamante vehículo está basado en el Clase M, con la elocuente adaptación en la parte trasera para albergar la "pecera" blindada que brinda protección al religioso en sus desfiles. Allí podrá reposar cómodamente en la butaca en forma de trono con el escudo papal como insignia.
Además, su reducida altura facilita el ingreso del Papa, que ya cuenta con 85 años y una movilidad un tanto reducida, al mismo tiempo que simplifica el traslado aéreo del vehículo.
Un aspecto significativo es la relación que tiene Mercedes-Benz con el Vaticano, ya que en la década del 30 la casa alemana le donó un Nürburg 460 Pullman Saloon al por entonces Papa Pío XI, siendo el puntapié inicial para un vínculo que siguió en los años 60 con un 300d Landaulet para Juan XXIII, un 600 Pullman Landaulet y un 300 SEL para Pablo VI.
En la década del 80, Juan Pablo II recibió el Clase G modificado, y en el 2002 ya empezó a usar al Clase M, qué más tarde heredó Benedicto XVI y ahora se renueva.