Eran las postrimerías de la era en que los brutales autos del Grupo B deleitaban a las masas cuando Peugeot, bajo la dirección del actual presidente de la FIA, Jean Todt, desembarcó en el Campeonato Mundial de Rally.
Y con un magnífico 205 Turbo 16 al mando de los finlandeses Timo Salonen y Juha Kankkunen, Peugeot se adjudicó consecutivamente los campeonatos de pilotos y de marcas de 1985 y 1986.
Bella época además para los amantes de los autos, porque el reglamento obligaba a las marcas a homologar para la calle 200 unidades del modelo de competición. Y es así como nacieron 200 muy exclusivos Peugeot 205 T16, lo más cercano a un Grupo B que podía manejar un mortal.
El Peugeot 205 T16 de homologación no era exactamente igual que el modelo de carrera, pero tiene básicamente sus mismos componentes. En este caso, un poderoso motor de cuatro cilindros 1.8 litros turbo en posición central, que envía 200 caballos de fuerza directo a las cuatro ruedas a través de un diferencia central con acople viscoso.
Visualmente se ve distinto del 205 citadino. Pasos de rueda anchos, tomas de aire de gran tamaño y un portalón que se levanta hacia atrás para dar pleno acceso al motor hacen diferencia. Utilizando como base un monocasco de Peugeot 205 de tres puertas, Heuliez realizó las modificaciones, necesarias incluyendo la jaula tubular interior.
Las 200 unidades se fabricaron con volante a la izquierda y pintados en gris con dos tonos interiores.
¿Y a qué viene todo esto? Pues que en Inglaterra se ha puesto en venta la unidad 152 de las 200 fabricadas del Peugeot 205 T16, y que muestra en el odómetro apenasa 12.266 kilómetros. Le fue entregado a Peugeot de Italia en 1984, quien lo utilizó como auto de prensa para pruebas de manejo.
Más detalles se pueden encontrar en MarkDonaldson.com, quien inició la subasta en 175 mil libras esterlinas, unos US$ 230.000. Como dato adicional, la unidad 117 del 205 T16 fue subastado dos años atrás por US$ 205.000.