Claramente conducir un automóvil con un neumático en mal estado o desinflado eleva el riesgo de un accidente de los pasajeros y de los peatones, debido a que se puede perder el control del vehículo, ya que las llantas son el único componente que está en contacto con el asfalto.
Ante esta situación, si se descubre que una de las ruedas no tiene la presión de aire adecuada, esta se debe reemplazar lo más pronto posible. Es importante tener en cuenta que el lugar donde se realizará la maniobra, además de ser seguro, la superficie debe ser plana y sólida para evitar que el automóvil se mueva. Para muchos, puede ser lógico el proceso de recambio. Sin embargo, para los menos avezados, les entregamos estos sencillos pasos a seguir:
- Asegurar el vehículo con el freno de estacionamiento para que el mismo no tenga movilidad.
- Sin importar que sea día o de noche, es importante encender las luces intermitentes y poner los triángulos de emergencia para garantizar la seguridad de la persona que cambiará la llanta.
- Poner a un costado de la llanta desinflada todas las herramientas necesarias, como rueda de repuesto, una calza, la llave y el gato hidráulico.
- Colocar la cuña. Si va a cambiar la llanta delantera se coloca la cuña en la parte trasera, y si va a cambiar la llanta trasera, se coloca la cuña en la llanta delantera. Esto por seguridad y para evitar el movimiento del auto.
- Posteriormente se procede a aflojar las tuercas de la llanta mientras el auto esté aún en el suelo. Se giran en sentido contrario a las manecillas del reloj, no se quitan. A veces estas tuercas estan muy apretadas, por lo que si no tienes mucha fuerza con la llave incorporada, y no es de cruz, puedes utilizar un fierro para extender el mango y maximizar el uso de la fuerza.
- Se coloca el gato hidráulico y se levanta el vehículo. Todo vehículo tiene una zona asignada bajo el chasis para acomodar correctamente esta herramienta.
- Una vez levantado el vehículo, se quitan las tuercas y se retira el neumático dañado.
- Colocar la llanta de repuesto en el centro y poner las tuercas.
- Bajar el vehículo y termina de apretar las tuercas con la llave. Tratar de que al fijarlas sea en proceso secuencial, un par de vueltas a cada una, para evitar que la rueda quede mal ajustada.
- Retirar el gato hidráulico y listo.