El tema del la automoción con motores diesel ha estado muy candente desde hace más de un año. El primer fabricante en ser cuestionado, investigado y encontrado culpable sobre la manipulación de las emisiones contaminantes fue Volkswagen, primero con vehículos de la gama homónima, y poco después con casi todos los modelos de las marcas que conformal el conglomerado VAG (Porsche, Audi, VW, SEAT, Skoda).
Este escandalo ha alcanzado en los EE.UU. dimensiones descomunales, y están involucrados cientos de miles de vehículos, y ha resultado un asunto de miles de millones de dólares.
El fabricante BMW también fue investigado por temas similares, aunque las mediciones fueron reales a las que había declarado con anterioridad, mucho antes que el escándalo llamado "Dieselgate" hubiera cobrado notoriedad.
Hace unos días, de nuevo en Estados Unidos, el fabricante FCA (Fiat Chrysler Automobiles) también fue mencionado por la EPA, quien declaró sospechar de más de 100 mil vehículos contaminantes de las marcas Jeep y Ram con motores… adivinaron… que usan diesel como combustible.
Pues bien en el viejo continente este asunto también está hirviendo, ya que la compañía Renault ha sido señalada también como posible culpable de haber falseado las emisiones reales de algunos de sus modelos mediante una “sonda”, y según las primera investigaciones, los vehículos que fueron analizados contaminan 10 veces más del límite de emisiones de NOx de lo permitido.
A diferencia de VW, que logró falsear las emisiones con un software mediante una programación digital, se presume que Renault ha logrado manipular las emisiones con medios mecánicos (hardware), y el asunto está siendo evaluado ya por tres jueces franceses.
Lo que no está claro es por qué Renault ha sido señalado –según el peridico Le Figaro-, ya que la marca se había sometido voluntariamente a pruebas por una Comisión anticontaminación, junto a fabricantes como Peugeot, Citroën, Toyota, Ford y algunos otros que se comercializan en la Union Europea. Según esa comisión de investigación, todos los vehículos entonces evaluados habrán superado los límites máximos de emisiones, y es prudente señalar que las leyes francesas permiten una “tolerancia” hasta en 2.1 veces el límite.
Esta no es la primera noticia que hay sobre una posible violación en Europa de que los modelos a diesel de Renault emiten más contaminantes de los que dice el fabricante, y como testigo está el caso presentado por un grupo independiente, que afirmó que un modelo Espace estaba contaminando más de 25 veces el límite legal. Dicho reclamo fue presentado con apoyo de la Universisdad de Ciencias Aplicadas de Berna, en Suiza, y el Consejo Internacional para el Transporte Limpio. El argumento de Renault es que las pruebas de la Universidad no tenían la misma metrica que las pruebas gubernamentales, y el asunto no pasó a mayores, ya que los representantes legales de la marca del rombo argumentaron que sus vehículos cumplen con las regulaciones de las leyes francesas.
Cabe señalar que en Chile, Renault comercializa motores diésel en el crossover Captur y en la gama de vehículos comerciales.