Es un hecho que las amenazas de Donald Trump a los fabricantes de automóviles antes de tomar posesión como Presidente de Estados Unidos, hicieron ruido en los ejecutivos de las compañías.
Y es que a unos días de los "twits" enviados por Trump, además de las nuevas inversiones y la ampliación de fuentes de trabajo por parte de Ford, General Motors y Hyundai Group, Toyota hizo lo propio al dar conocer que realizará una inyección económica de US$10 mil millones durante los próximos cinco años.
Como parte de esta estrategia en sus operaciones de Estados Unidos, la primer planta que se verá beneficiada es la de Indiana, que será modernizada gracias a una inversión de $600 millones de dólares. Este proyecto que tiene como objetivo hacer más competitiva la fábrica, permitirá incrementar partir de 2019 la producción anual del Highlander de 400 mil a 440 mil unidades anuales.
Pero además de ser modernizada y elevar la capacidad de producción, Toyota Motor Manufacturing Indiana también verá ampliada su plantilla con 400 trabajadores extras.