Polestar nació en 1996. En ese tiempo no se llamaban Polestar, sino que Flash Engineering, una empresa del piloto Jan "Flash" Nilsson, piloto que manejó el primer Volvo 850 de competencia, del equipo de fábrica, en el campeonato sueco de turismos. Flash Engineering se encargaba de potenciar y preparar Volvo de competencias. Siendo un equipo de un solo piloto, logro quedarse con los dos primeros campeonatos. El nombre Polestar llegaría más tarde, en el 2005, cuando Nilsson vende su porción de la empresa, quedando solo Christian Dahl como dueño. Desde aquí en adelante Polestar apostaría por integrarse a otros campeonatos como el mundial de turismos (WTCC) y la V8 Supercar australiana. Los éxitos de estas campañas le llevarían a portar estos desarrollos al segmento de usuarios, naciendo legendarios prototipos como el C30 Polestar Concept y el S60 Polestar Concept. El 2015 la relación entre Polestar y Volvo era tal, que decidieron comprar la compañía completa, transformándola así en el brazo armado oficial de la firma, así como AMG, M o Audi Sport se hacen cargo de los deportivos de Mercedes, BMW y Audi.
Y bueno, el primer producto oficial de Polestar como empresa de Volvo es el S60/V60 Polestar, un auto que lleva en su sangre el espíritu de una compañía forjada en las competencias, algo que pudimos conocer de primera mano esta semana en el Autódromo Internacional de Codegua.
Para ser sinceros, este no es el debut de Polestar en Chile. El 2013 Volvo anunció que ofrecería el paquete Polestar para los clientes que desearan potenciar sus modelos. Incluso recuerdo como algunos modelos pre-tuneados por Polestar hacían su arribo al país, como el V40 T4 Polestar.
Claro que el S60 Polestar es un auto muy distinto al V40 T4, especialmente por las piezas que equipa. Polestar ha preparado algo más que un coctel de mejoras, digamos que es un menú completo con la especialidad de la casa, esto incluye un árbol de levas mejorado, con un eje más grueso (8 mm). Las bielas se han recortado para bajar la compresión y la única excusa para bajar la compresión es porque el Turbo carga más potencia (2.0 bar) que en un T6 normal. Se mejoraron los pistones, se reforzaron las bombas y se mejoró el sistema de admisión, así como el múltiple de salida y el catalizador, más grande, para poder restringir menos la potencia sin perder su funcionamiento, sin contar los arreglos en la electrónica. Con esto, el Volvo S60 Polestar ofrece ahora 367 Hp (6000 RPM) y 470 Nm de torque (3100-5100 RPM), además de acelerar de 0 a 100 en 4,7 segundos y lograr una velocidad punta limitada a 250 km/h. El Volvo S60 T6 normal, a modo de referencia, solo desarrolla 306 Hp, 400 Nm y alcanza los 100 km/h en casi 6 segundos.
Vale destacar que Volvo logra extraer 367 Hp de un motor de solo 2 litros, comparado a la buena mayoria de los fabricantes alemanes.
Y como son los suecos, confían poco en otros proveedores que no hacen las cosas como ellos. El sistema de tracción AWD lo provee Haldex, así como la suspensión deportiva ajustable manualmente es un trabajo de Ohlins, ambas empresas de Suecia. Brembo también fue invitado a participar con su equipo de frenos, y bomba de frenos, incluyendo sendos discos flotantes para el tren delantero y frenos deportivos para el tren posterior.
El tradicional pero llamativo color cian de Polestar es la única manera de poder identificar este Volvo a lo lejos, salvo que su dueño haya optado por el blanco, plata o negro. En ese sentido, sigue siendo un auto altamente discreto, y no discreto como un Audi S4, discreto como un Skoda. Solo al acercarte y descubrir algunas insignias cuadradas en color azul, sabrás que no es un Volvo de embajada o de arquitecto. Fuera de bromas, Polestar ha hecho lo suyo, dotando al S60 con vistosas llantas de 19 pulgadas, parrilla negra, cubiertas de espejos en color negro brillante, spoilers frontales, difusor trasero, un alerón y dos salidas de escape de 90 mm de diámetro.
El interior toma el equipo del T6 pero le añade una cuota de estilo Polestar, incluyendo insignias, costuras azules, pedales deportivos, butacas deportivas tapizadas en Nubuck, pomo de la palanca de cambios iluminado y claro, todo el paquete de seguridad que Volvo puede instalar, desde los refuerzos SIPS para impactos laterales, controles de tracción y estabilidad (DSTC), programa de prevención de colisiones City Safety, 6 Airbags, entre otros. Claro, el S60 tiene otros gadgets, como GPS, sistema de audio Harman/Kardon con 12 altavoces, focos activos de Bi-Xenón y LED, climatizador bizona con Clean Zone, asientos eléctricos calefaccionados, entre lo más recordable.
Todo dispuesto, ahora a lo que fuimos, a correr. Dos vueltas al circuito de Codegua más un par de vueltas lanzadas con pilotos nos dieron una muy buena idea de lo que es capaz este Volvo.
Lo principal es que, por mucha deportividad que este Polestar lleve, sigue sintiéndose como un Volvo, muy seguro y compuesto. El auto es muy rápido y diligente, pero no es una catapulta explosiva, es de entrega eficaz, bien modulada por una transmisión Geartronic de 8 velocidades, que en lo personal encontré un poco lenta en algunas situaciones puntuales. Ahora, lo que hace palidecer a los alemanes, es la sublime calibración de chasis, con unos frenos espectaculares y lo mejor, el trabajo de Ohlins para lograr una suspensión muy firme pero que no se siente ni áspera o seca. Es un auto que parece jamás agotarse y que mantiene cierta personalidad misteriosa, como que uno no lo alcanza a conocer completamente como otros autos muy predecibles.
¿Rivales? Lamentablemente el S60 corresponde a la generación de productos que está siendo reemplazada en Volvo por la serie 90 y la futura serie 40. Por lo tanto, este Volvo aún queda a medio camino entre algunos productos, la filosofía antigua de la marca. El S60 Polestar queda entre un Audi S3 y un RS3, no alcanza a ser un BMW M3 pero si puede ser superior dinámicamente a un 340i. Dentro de Mercedes, ahora que AMG tendrá dos variantes por modelo, es más cercano a un C43 que a un C63. Lo importante es que Volvo no se deja pisotear por los alemanes y deja bien en claro que pueden, de la mano de Polestar, configurar un sedán muy deportivo, de exquisito manejo pero que no sacrifica los valores de la marca.
Volvo espera comercializar 30 unidades del S60 Polestar a un precio de lanzamiento de $54.900 dólares. Aunque si quieres sentir un poco de la experiencia Polestar en tu Volvo, también puedes comprar por menos valor, piezas de tuning originales y homologadas.