La firma checa Skoda no será una isla dentro del Grupo Volkswagen y se sumará con fuerza a la estrategia ecológica que se prepara en las oficinas de Wolfsburgo, un impulso que alcanza para cinco modelos 100% eléctrico antes de 2025.
La marca pretende lanzar su primer híbrido plug-in en 2019 (la berlina Superb) y el primer eléctrico un año después, utilizando la plataforma MEB ya desarrollada por el grupo alemán como base.
La estrategia eléctrica de Skoda se inicia este mes de abril con la presentación del conceptual Vision E en el próximo Salón de Shanghai, un estudio de diseño que incorpora toda la base tecnológica que se utilizarán en los futuros modelos, y que marca una diferenciación estética respecto de la gama actual.
La silueta nos muestra un especie de SUV tipo coupé de cinco puertas, que mide 4.645 mm de largo, 1.917 mm de ancho, 1.550 mm de alto y que tiene entre ejes 2.850 mm. Es decir, tiene las medidas de un Volkswagen Tiguan.
El paquete mecánico incluye un par de generadores eléctricos que en total entregan 225 kW (300 Hp) a las cuatro ruedas, y un paquete de baterías de ion-litio que ofrece una autonomía de 500 kilómetros con una sola carga.
Skoda indica que el Vision E puede alcanzar 180 km/h de velocidad máxima.
Asimismo, incluye un sistema de conducción autónoma nivel 3, lo que en la práctica significa que puede mantener la velocidad y frenar de manera independiente en congestiones, conducirse por su cuenta en autopista manteniendo su carril, y realizar maniobras direccionales en procesos de adelantamiento y estacionamiento.