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Probando el Kia Rio Sedán 2018

Uno de los modelos más vendidos en Chile se actualiza en cuerpo y alma. Sigue siendo un sedán cómodo y atractivo, y ahora suma argumentos en el equipamiento y la conectividad. Lo probamos en México en exclusiva.

Probando el Kia Rio Sedán 2018

Lanzado hace sólo unos meses en el Salón de Nueva York, el Kia Rio Sedán 2018 es un producto de vital importancia para la marca, por el simple hecho de que participa en el segmento más importante de nuestro mercado: el de los sedanes compactos.

Sin embargo, cuando esta cuarta generación del modelo llegue a Chile en un par de meses más, Kia lo posicionará en la parte alta del segmento, básicamente debido al incremento en el precio y a que busca aumentar la oferta de equipamiento, una de las grandes críticas que se le ha hecho al Rio desde siempre.

Esta nueva generación del Rio hatchback y sedán se fabricará en México, y fue precisamente en ese país donde tuvimos la ocasión de probarlo. Allá se ofrecerá con seis airbags, frenos de disco en las cuatro ruedas con ABS y EBD, control de estabilidad, así como algunos otros elementos nuevos como el sistema de infoentretenimiento con compatibilidad para Apple CarPlay y Android Auto, esto último solo en la variante EX. ¿LLegará todo esto a Chile? No lo sabemos.

Existirán obviamente versiones más accesibles que ofrecerá únicamente dos bolsas de aire, frenos de tambor en el eje posterior y llantas de acero, entre otras características que permitirán a la firma ofrecer un precio más competitivo.

Por último, hay una versión tope de gama EX Pack que cuenta con sunroof, llantas de 17” y asientos forrados de cuero. Seguramente nunca la veremos en Chile.

 

Un tercer volumen bien integrado

Estéticamente, el Rio Sedán es prácticamente igual a su hermano hatchback presentando en septiembre pasado en París, empezando por el frente con el ya característico diseño Nariz de Tigre, y hasta el poste C, en donde las cosas cambian drásticamente para dar cabida a una maleta muy bien integrada al resto del conjunto, con una apariencia que nos recuerda a su hermano mayor, el Optima.

El Rio Sedán 2018 luce atractivo y a todas luces se nota que desde su concepción se pensó en una variante de tres cuerpos, a diferencia de esos casos en los que se diseñaba primero el hatch y luego se improvisaba un tercer cuerpo pensando en los mercados emergentes, con resultados difíciles de digerir.

El Rio Sedán es 32 cm más largo que el hatchback

Es importante saber que el sedán mide 4.384 mm de largo, esto es 319 mm más largo que el hatch (4.065 mm) y 14 mm más que la generación anterior. Y todo ese incremento se traduce en ganancia para el área de carga, ya que la distancia entre ejes de 2,58 metros no cambia y, por ende, tampoco el espacio para los ocupantes en las plazas posteriores.

Según cifras oficiales, el Rio sedán ofrece 389 litros de capacidad en el maletero, mientras que el hatchback solamente 325. Sin embargo, en la práctica, comprobamos que el tres cuerpos entrega un espacio mucho más amplio y utilizable que su cifra en la ficha.

 

Confort

El habitáculo es amplio, adecuado para dar cabida para cuatro adultos de talla media, sin embargo encontrar una posición cómoda de manejo me resultó algo difícil, aun cuando ofrece ajustes de altura y profundidad tanto en asiento como en el volante.

La calidad de materiales es buena, y si bien los plásticos son duros al tacto, se nota buena cuidado en el ensamble y los insertos en acabado piano en la periferia de la pantalla, así como en la consola central ayudan a mejorar el aspecto general de la cabina. 

Mención aparte merece el volante, forrado en cuero y con costuras en color blanco, que trasmite excelente calidad y que además cuenta con unos mandos muy fáciles de operar. Bien por KIA que entiende que al ser un componente con tanto contacto con el conductor, la percepción es importante.

Pantalla táctil de 7”, así como compatibilidad con Apple CarPlay y Android Auto

Del lado de la conectividad, el Rio Sedán 2018 eleva su categoría gracias a la incorporación de un sistema de infoentretenimiento con pantalla táctil a color de 7”, y que es compatible con Apple CarPlay y Android Auto, aunque sólo estará disponible en las versiones más altas (las de entrada tendrán pantalla de 5").

El sistema no cuenta con navegador propio, algo irrelevante ya que estas interfaces permiten utilizar el que viene cargado en el teléfono. En este punto, los exponentes que ya están con este nivel de conectividad son el Chevrolet Prisma, el Peugeot 301 y el Citroën C-Elysee, cuya renovación lleva en pocos días más.

Por último, otro elemento que se agradece y mucho es el climatizador automático.

 

Bajo el capó

El Rio Sedán 2018 opta por la misma fórmula que su hermano hatchback: un motor de cuatro cilindros, 1.6 litros con inyección multipunto que eroga 121 Hp y 150 Nm de par. Al ser México un país con mucha altura, se entiende esta apuesta por un motor más grande.

Sin embargo, para Chile, se mantendrá también el bloque de cuatro cilindros y 1.4 litros, que eroga 106 caballos de fuerza y 135 Nm de par, descontinuándose el 1.2 con 86 Hp.

Ambos motores se pueden asociar a transmisiones manual o automática de seis velocidades que envían la potencia al eje frontal. Asimismo, la geometría de suspensión es McPherson adelante y de barra de torsión atrás.

Como mencionaba anteriormente, un aspecto muy destacado del Rio Sedán es el de la seguridad, algo inédito en un modelo que ha sido muy criticado precisamente por este aspecto. En México, ofrece desde la versión LX seis bolsas de aire, frenos de disco en las cuatro ruedas con ABS y EBD, así como control de estabilidad, mientras que la variante EX suma cámara de retroceso y sensores de estacionamiento.

 

Manejo

Si bien es cierto el motor es menos moderno que el modelo anterior, también lo es que el 1.6 litros cumple bien con la tarea de movilizar al Rio Sedán. No es para nada rápido, pero es capaz de desplazarse con la soltura necesaria en la ciudad, aunque con los asientos llenos le va a costar un poco más de trabajo. 

Según KIA, el Rio Sedán en su variante automática entrega 17,81 km/litro en un ciclo mixto, una cifra optimista, aunque sí considero que la eficiencia debiera ser uno de sus puntos fuertes, ya que con un peso de 1.131 kilos se ubica como uno de los más ligeros de la categoría

La caja automática de seis velocidades es una de las cartas más fuertes del Rio Sedán, funciona suavemente y es lo suficientemente rápida como para encontrar la marcha adecuada según la necesidad, sin dejar caer demasiado el tacómetro. La opción manual es adecuada para mejorar la eficiencia, con recorridos cortos y engranajes suaves.

Lo anterior, sumado a un habitáculo bien insonorizado y una suspensión que aísla adecuadamente las imperfecciones del camino, da como resultado un vehículo cómodo y silencioso, en el que pasar largos trayectos no representará ningún problema.

Por su parte, y como ya hemos manifestado anteriormente con otros modelos de la firma, la dirección sigue siendo un punto a mejorar, ya que se percibe sobre asistida y comunica poco sobre lo que sucede con las ruedas frontales.

 

Conclusión

Queda claro que cualquier marca que aspire a las primeras posiciones en el ranking de ventas debe participar en este segmento, y las expectativas de Kia son altas con esta cuarta generación del Rio Sedán. El renovado modelo es un producto muy bien logrado, ya sea desde el punto de vista estético, de equipamiento y de experiencia en general.

Tiene argumentos de sobra para sacarle un buen susto a los reyes del segmento, el Hyundai Accent y el Toyota Yaris, sobre todo por seguridad e infoentretenimiento, aunque la estrategia de precios debiera castigar levemente sus ventas. Ahora hay que esperar a que el modelo se lance en Chile para formarnos una impresión más acabada.

 

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