Benley es una de las marcas de autos de lujo más importantes del mundo y un referente de la industria británica de autos. Sin embargo, Bentley en realidad pertenece al grupo automotriz más grande del mundo, la alemana Volkswagen AG, que adquirió hace casi veinte años la marca que desde 1931 era propiedad de Rolls-Royce.
Para quienes aún no lo saben, el Reino Unido sufrió un terremoto político hace unos meses con la aprobación del Brexit, o sea, la salida del país de la Unión Europea. Es por eso que hoy en día, Bentley se encuentra en una encrucijada. Desde Wolfsburgo creen que si el Brexit da como resultado tarifas e impuestos más altos para la importación y exportación de vehículos, las inversiones planeadas para Bentley pueden no ser redituables y, por lo tanto, no son factibles de realizar.
La planta central de Bentley en Crewe produjo 11.000 autos el año pasado, y un aumento de tarifas puede resultar en grandes pérdidas para la industria de capitales extranjeros más importante de Gran Bretaña. No decimos nada nuevo si resaltamos que las automotrices mueven mucho dinero y tienen un alto impacto en las economías locales. Por eso, las negociaciones que se llevan a cabo entre Reino Unido y la Unión Europea en cuanto a la separación están íntimamente ligadas en muchos puntos al futuro de Bentley, que podría ser la primera gran víctima del Brexit si las conversaciones no llegaran a buen puerto.
David Jones, ministro a cargo del Brexit, añadió más misterio al asunto cuando no quiso especificar nada acerca de la reunión entre el gobierno y Bentley. "Publicar información de manera prematura puede ser perjudicial para conducir estos negocios de manera exitosa". Seguramente sabremos más de estos diálogos en las próximas semanas...¿tiembla el Bentayga?