Fue en abril de 2017 cuando Kia presentó al mundo la cuarta generación de su sedán compacto Rio 4, la variante de cuatro puertas y tres cuerpos del Rio hatchback que había debutando algunos meses antes.
Al igual que su hermano más juvenil, el Rio sedán se produce en México, utiliza una nueva plataforma mecánica, estrena un diseño más maduro y ofrece mayor calidad interior. Y exactamente tal cual ocurrió con el Rio 5, este modelo incrementa significativamente su precio en el mercado nacional.
La duda es si este mayor valor está justificado en las mejoras que recibió el modelo, algo no menor considerando que en 2016 fue el auto más vendido por la marca y el tercero a nivel nacional. Por lo mismo, esto es exactamente lo que intentaremos desentrañar en nuestra prueba de manejo.
Toda la base es nueva
Como dijimos, esta cuarta generación del Rio nos llega desde México, una moderna planta recién inaugurada y que también produce para Estados Unidos, por lo que tenemos un producto con la máxima calidad constructiva que ofrece Kia.
El Rio 4 mide 4.385 mm de largo, lo que significa que es 14 mm más grande que el Rio 4 anterior. Prácticamente todo este crecimiento se lleva al maletero, ya que la distancia entre los ejes (2.580 mm) no cambia. En este lugar hay espacio para 505 litros, una cifra buena en el número, y como está tan bien diseñado, se puede utilizar casi por completo.
Con estas medidas, el Kia Rio 4 compite en tamaño con su hermano Hyundai Accent, con el Toyota Yaris, el Chevrolet Prisma y el Suzuki Ciaz, entre los principales protagonistas del segmento.
La nueva plataforma es más ligera y fue construida con un 50% de aceros de alta resistencia, lo que mejora la rigidez estructural, y por ende, la calidad de manejo. Asimismo, podemos indicar que la mejora en insonorización y aislación del habitáculo es sorprendente, con menos ruidos de rodadura y aerodinámicos, menos asperezas y menos vibraciones, lo que es una mejora notable respecto del Rio 4 anterior.
El diseño del Rio 4 es menos vanguardista que su antecesor, que rompió varios moldes estéticos cuando llegó al mercado chileno. A diferencia de aquel, éste no encanta a primera vista, sino que fruto de su madurez, demora un tiempo en ser aceptado.
Y no es que moleste o simplemente no guste. El problema es que Kia decidió no arriesgar con diseños de vanguardia y apostar con gustos globales menos jugados. Como Toyota, o Volkswagen, o la propia Hyundai.
Obviamente que hay elementos propios de la marca, como la parrilla corporativa evolucionada, los focos más altos, un nuevo parachoques y una silueta que se ve más elegante. A destacar la incorporación del tercer cuerpo (maletero), que luce natural, continuo y muy armónico con el resto de la carrocería.
Mejor interior
Una de las cualidades que más nos agrada del nuevo Kia Rio 4 es la mejora evidente en el diseño y materialidad del habitáculo. Si bien está lejos de sentirse premium, se nota un upgrade importante en calidad de materiales y en terminaciones, incluso con polímeros suaves al tacto.
Asimismo, hay una mejora en la ergonomía, ya que la perfecta posición de manejo, si bien no es tan sencilla de encontrar pese a tener asiento con ajuste en altura, finalmentevse consigue, dejando los pocos mandos que se despliegan en el tablero a la mano, y con una visibilidad hacia adelante excelente.
Destaca la incorporación de una pequeña pantalla de 5” para el sistema de infoentretenimiento, que está lejos de impresionar. En Rio 5 tiene uno más moderno de 7”, y buena parte de la competencia también ofrece conectividad a Apple CarPlay y Android Auto. Aquí está el gran Talón de Aquiles y resulta decepcionante que apenas ofrezca conectividad bluetooth.
La habitabilidad nunca ha sido un punto fuerte en el Rio 4, especialmente si se le compara con sedanes como el Citroën c-Elysee y el Peugeot 301. Sin embargo, cuatro personas pueden andar muy cómodos, una quinta más pequeña puede sumarse en la plaza central. Ojo, que el techo queda demasiado cerca de la cabeza en las plazas posteriores y personas muy altas podrían llegar a topar.
Las versiones y el equipamiento
El Rio 4 tiene, como suele ser en Kia, una versión de entrada con poco equipamiento pero buen precio de llamada (Rio 4 LX MT a $8.990.000), y luego va aumentando el contenido en conjunto con el precio, llegando a las variantes Full con caja mecánica y automática, con valores de $10.990.000 y $11.590.000.
Los precios son bastante mayores que los que conocimos en el Rio 4 anterior, y eso llama la atención de inmediato. Y no es que se haya agregado demasiado equipamiento. No hay versiones con más de dos airbags, no hay control de estabilidad, no hay llantas de mayor tamaño de 15 pulgadas, no hay sensores delanteros, no hay pantalla de 7” con mayor conectividad. Pero el auto es mejor que el anterior en todas las otras facetas.
De serie se ofrece vidrios y espejos eléctricos, cierre centralizado, espejos exteriores calefaccionados, computador a bordo, radio con bluetooth, puerto USB, mandos en el volante, luces automáticas, doble airbag frontal, sensor de retroceso y anclajes isofix.
Si quiere aire acondicionado hay que subir de categoría y pagar $9.690.000, llevándose además la mencionada radio con pantalla táctil, cámara de retroceso, neblineros y parlantes tweeters, entre otros.
Por $10.390.000 se añaden frenos ABS (¿en serio no son de serie?), llantas de aleación de 15” y espejos abatibles eléctricos. Y ya llegan después las variantes Full, que suman a todo eso un display digital de 3,5” frente a los ojos, llave inteligente con botón de partida, luces diurnas LED y control crucero.
Lo que más sorprende es que los frenos ABS no sean de serie. Se entiende poco esa decisión. Sin embargo, la relación precio/equipamiento está bastante a tono con el resto del segmento.
La parte dinámica
Todos los Kia Rio 4 utilizan el mismo tren motriz, compuesto por un motor gasolinero de cuatro cilindros y 1.4 litros, que eroga 99 caballos de fuerza y 135 Nm de par, asociado a una caja mecánica de seis velocidades, salvo la variante más cara que tiene una caja automática con la misma cantidad de marchas.
Se trata de un bloque que parece pequeño, pero que está más que correcto para el segmento y los requerimientos de uso diario.
Si bien el torque no es tanto, este motor se siente bastante elástico, pudiendo acelerar constantemente desde 1.500 hasta más de 4.000 rpm. No es súper pujante ni tan reactivo al toque del acelerador, pero alcanza de sobra para mover el auto con agilidad, poder adelantar y subir una pendiente, e incluso recuperar manteniendo una marcha alta.
La caja es de lo que más nos gustó. La opción mecánica ofrece marchas cortas y engranajes sencillos, permitiendo llevar el motor siempre en su mejor régimen, con una velocidad crucero de 120 km/h que se consigue por debajo de las 3.000 vueltas.
El consumo nunca ha sido el fuerte de Kia, y ahora tampoco lo es, con promedios urbanos en torno a los 11 km/litro reales. No son malas cifras, pero este segmento hay sedanes bastante más eficientes.
Una de las grandes mejoras en este Rio 4 es el gran trabajo de insonorización y aislación del habitáculo, donde reamente se siente la propuesta de valor de la marca. La usabilidad general es buena, el confort de marcha es muy superior al anterior, la suspensión ha sido calibrada para entregar una mejor amortiguación sobre malos pavimentos, pero mantiene ese tacto un tanto más firme que siempre ha caracterizado a Kia.
Incluso la dirección fue optimizada y ahora es más directa, rápida de reacción y ofrece más tacto.
Conclusiones
El nuevo Kia Rio 4 es definitivamente un mejor auto que la anterior generación. Es más ligero y rígido, y eso significa que anda mejor. Es más silencioso y confortable, y ofrece una conducción y vida a bordo de mayor nivel. Anda bien en todo tipo de condiciones de uso normal, y cumple todo lo que propone para este segmento de sedanes compactos y familiares.
¿Es más caro? Sí, pero es mejor auto.
¿Está pobremente equipado? Relativamente, pero las propuestas en este sentido son muy disímiles en el segmento. No es el más rico pero tampoco el más pobre, y de serie tiene (casi) todo lo que se necesita para un auto de 9 millones de pesos.
¿Puede mejor? Con frenos ABS de serie y un sistema de infoentretenimiento mejor para las versiones Full, sin duda sería mejor.