La Inteligencia Artificial (AI) en el mundo de hoy ya es una realidad, y aunque le falten varios escalones para tener la confiabilidad que se desea, va llamando el interés de importantes compañías como la china Huawei, que puso todas sus herramientas tecnológicas para que mediante la AI de un smartphone pueda conducir un auto.
El proyecto denominado RoadReader expone al máximo todas las virtudes de los sistemas de reconocimiento de objetos, y pone a prueba las capacidades de aprendizaje, velocidad y desempeño de los smartphones de la compañía china, en la serie Mate 10 Pro.
A diferencia de otros vehículos de conducción autónoma, que simplemente detectan obstáculos, Huawei transformó un Porsche Panamera en un vehículo autónomo que no solamente es capaz de ver, sino también de entender lo que le rodea. Es decir, este vehículo deportivo puede distinguir objetos diferentes, al punto de notar la diferencia entre un perro y un gato, una pelota y una bicicleta, y así aprender a tomar decisiones correctas.
La mayoría de los vehículos de conducción autónoma actualmente dependen de la potencia de cómputo de chips diseñados específicamente para esta tarea, desarrollados por proveedores de tecnología externos. Esta empresa asiática lo hizo con recursos y tecnologías propias, lo que augura un desarrollo aún más rápido que el resto.