Li Shu Fu, fundador y controlador de Zhejiang Geely Holding Group, acaba de invertir cerca de 9.000 millones de dólares en la compra del 9,67% del Grupo Daimler, holding de la marca alemana Mercedes-Benz, noticia que ha causado gran revuelo a nivel nacional pues con esta nueva participación, Geely se convierte en el accionista mayoritario de la compañía alemana.
Esta adquisición forma parte de una estrategia de expansión de Geely, que comenzó hace unos años con la compra de la sueca Volvo, de la compañía London Taxi Company y de la firma británica Lotus, y que le permitió desbancar por primera vez el año pasado a SAIC del liderazgo automotor chino. De hecho, sumando todas sus marcas, Geely se ubicó en el 10º lugar mundial en 2017.
Esta compra no ha pasada desapercibida a nivel político en Alemania, un país muy orgulloso de su industria automotrz, fundamental para su economía. El ministro de Relaciones Exteriores, Sigman Gabriel, ha indicado que esta compra es "una oportunidad" para la industria alemana. "Si yo fuera Daimler, reflexionaría sobre la utilidad de tener a bordo a un colaborador como ese", indicó, para luego añadir en un tono más conciliador que "lo importante es garantizar que las empresas alemanas tengan la misma libertad de acceso al mercado chino".
El primer efecto comercial se produjo, sin embargo, en Suecia, donde AB Volvo, la empresa de camiones que comparte nombre pero no propiedad con la división automotriz en manos de Geely, ha anunciado que sacará del directorio al consejero delegado de Volvo Cars, Hakan Samuelsson. ¿El motivo? Daimler es el principal rival de Volvo en el mercado de camiones.
