Aunque Škoda no es un fabricante de automóviles global, su presencia en la 88ª edición del Motor Show de Ginebra no pasó para nada desapercibida.
Siguiendo las tendencias de la industria del automóvil, este prototipo denominado como Vision X sigue la fórmula de ofrecer una carrocería de SUV y una gran eficiencia de combustible por medio de un sistema híbrido.
Por tamaño integra el segmento B: mide 4.255 mm de largo, 1.807 mm de ancho, 1.537 mm de alto y 2.645 mm entre los ejes, dejando 380 litros de capacidad en el maletero.
De proporciones compactas, la carrocería de este prototipo destaca por el llamativo color verde impuesto sobre las líneas definidas y los contornos nítidos. Para obtener una imagen más deportiva, el techo fue pintado en gris metálico, en tanto que los faldones laterales y los parachoques obtienen el mismo tratamiento, sólo que en acabado mate. A esta imagen inspirada en la tradición de la cristalería checa, el Škoda Vision X suma llantas de 20 pulgadas y un techo panorámico de cristal.
Al igual que el exterior, el interior de este concepto está definido por el futuro lenguaje de diseño Škoda. De este modo, la cabina ofrece una arquitectura con contornos anchos y ergonómicos en el tablero, una enorme pantalla táctil y detalles en cristal pulido.
Este SUV conceptual tiene un sistema híbrido para su accionamiento. Cuenta con dos motores, un 1.5 Turbo dispuesto para ser usado con gasolina o gas natural comprimido (GNC), que eroga 130 caballos de fuerza. Para moverse está asociado a un tanque de GNC instalado por debajo de los asientos traseros. También hay un segundo motor eléctrico que mueve exclusivamente el eje posterior, por lo que su uso está enfocado en dar tracción en baja adherencia. El Skoda Vision X tiene una autonomía total de 650 kilómetros.