Citroën no se iba a quedar tan solo en Shanghái, así que por lo mismo le armaron las maletas y le compraron pasaje en primera al C5 Aircross, el SUV de Citroën que apuesta por la comodidad y que se sitúa por encima del C3 Aircross.
Como ya hemos comentado con anterioridad, este C5 Aircross se basa en la arquitectura del Peugeot 3008 (plataforma EMP2) y será fundamental en la arremetida SUV del Grupo PSA. De dimensiones tiene 4,5 metros de largo, 1.85 metros de ancho, 1.67 metros de alto y 2.76 metros entre los ejes. El maletero deja espacio para 482 litros.
El diseño exterior se la juega con el lenguaje de diseño que ya hemos visto en el C4 Cactus y el nuevo C3, incluyendo la máscara de tres niveles, los airbumps laterales, los elementos bicolores y el techo flotante, pero tambien incorporando elementos como los marcos cromados en las ventanas.
En su interior, todo es evocar comodidad y calidez, como si estuvieras en tu casa, basándose en elementos arquitectónicos y tambien de mobiliario, pero en un tenor menos audaz que el exterior. Se asemeja bastante al estilo del C3, pero con una pantalla de 8 pulgadas como protagonista, la cual permite controlar el sistema de infoentretenimiento. Claro que el clúster virtual del 3008 tambien se hereda en el Aircross, con un panel de 12.3 pulgadas.
En Europa se ofrecerán dos motores bencineros (PureTech 130 S&S 6MT y PureTech 180 S&S 8AT) más tres ofertas diésel (BlueHDi 130 6MT, BlueHDi 130 S&S 8AT y BlueHDi 180 S&S 8AT). Hay espacio para una versión más, un hibrido plug-in, que debería sumarse ya para el próximo año.
Claro que la vedette del C5 Aircross y la razón de su confort, será su nuevo esquema de suspensión Progressive Hydraulic Cushions, un sistema de amortiguadores dinámicos de dos etapas que adaptan su dureza según la lectura que los sensores hagan del camino. Con esto, Citroën regresa a su pasado, ofreciendo una suspensión ajustable como en sus mejores épocas.