Hace unas semanas, Hyundai había anunciado un restyling de mitad de vida para el Ioniq, aunque sólo en su versión híbrida. Y mientras tanto, el Kona eléctrico la sigue rompiendo en Europa y Estados Unidos, haciendo ver al Ioniq EV un tanto obsoleto al lado del SUV.
Pues bien, ahora le toca el turno del Ioniq EV, que recibe una nueva batería de 38,3 kWh (antes de 28 kWh), un tanto más pequeña que la de 39,2 kWh que equipa la versión más modesta del Kona eléctrico, pero suficiente para aumentar su autonomía de 204 a 294 kilómetros, ambas mediciones en ciclo WLTP.
No sólo eso, ya que además de aumentar la capacidad de su batería en un 36%, el motor eléctrico del Ioniq mejora en 16 Hp hasta los 100 kW (136 caballos) y 295 Nm de par, que es básicamente lo mismo que ofrece el Kona EV y el Kia e-Niro.
Hyundai también actualiza el sistema de carga pasando de 6,6 a 7,2 kW, lo que le permite rebajar el tiempo de carga. Por ejemplo, si se utiliza un sistema de carga rápida de 100 kW, el 80% de la batería del Ioniq se llenará en sólo 54 minutos.
Aprovechando estas mejoras mecánicas, Hyundai aprovecha de hacer un facelift estético al Ioniq. Ahora, todas las luces delanteras y traseras son LED, nuevos son los parachoques, los grupos ópticos y la máscara con relieve.
Por dentro también hay mejoras con un tablero rediseñado, con nuevos controles para climatizador y una gran pantalla táctil de 10,25 pulgadas.
Lo más novedoso, sin embargo, es la inclusión del Hyundai BlueLink, un sistema remoto que se maneja desde el teléfono, y que permite abrir o cerrar el auto, encender o apagar el motor, echar a andar el climatizador, incluso programar la carga de la batería y programar los traslados.
¿Cuándo? En Europa y Estados Unidos, para septiembre.