Fiat Chrysler Automobiles (FCA) y Renault analizan una posible fusión con el objetivo de crear un grupo líder en el que ambas partes controlarían el 50%. La iniciativa nació de FCA, que le entregó al grupo francés una oferta no vinculante para abordar dicha operación.
Según FCA, la unión de ambas compañías supondría la creación de un grupo automovilístico líder en ingresos, volúmenes, rentabilidad y tecnología, con unas ventas totales de 8,7 millones de vehículos al año.
En este sentido, a falta de confirmación por las propias empresas, Financial Times señala que John Elkann, presidente de Exor, el vehículo inversor de la familia Agnelli, probablemente asumirá la presidencia de la compañía combinada, mientras que el presidente de Renault, Jean-Dominique Senard, ocuparía el puesto de consejero delegado.
Asimismo, según las fuentes consultadas, el máximo órgano de dirección de la nueva sociedad podría estar compuesto por once miembros de los que FCA y Renault designarían respectivamente a cuatro consejeros cada uno y Nissan a uno.
Según una portavoz consultada por Reuters, el gobierno francés, principal accionista de Renault, con una participación del 15%, apoyaría en principio la fusión a falta de conocer más detalles al respecto.
En este sentido, otro funcionario indicó que Francia será “particularmente vigilante en cuanto al empleo y la presencia industrial”, añadiendo que cualquier acuerdo debe salvaguardar la alianza entre Renault y Nissan.
Por su parte, gobierno italiano podría buscar contar con una participación en el capital del grupo combinado para compensar la presencia del estado francés.
Cabos sueltos
De lo que hemos leído por ahí, quedan muchas cosas por confirmar o por analizar. Por ejemplo, que ventajas sacaría Renault de FCA. Lo segundo es saber lo que sucederá por el otro lado de la alianza, en especial Nissan y Mitsubishi. Como sabemos, Renault es dueño de un 43% de Nissan, pero la japonesa solo tiene un 15% de Renault (y sin votos). Sumado a los escándalos provocados por Carlos Ghosn, la verdad es que las cosas no pintan muy bien. También se ha declarado en medios como Reuters o Automotive News, que las japonesas podrían sumarse más tarde. También por ahí se dijo que Fiat era la piedra de tope, puesto que no era muy rentable y eso no le convenia a Renault. Hay harto por cortar y definir.
Beneficios inmediatos los hay en posicionamiento, en especial sacar ventajas de donde otras marcas no tienen participación. A Nissan se le da muy bien en China, por ejemplo, que es algo de lo que podrían sacar ventaja los de FCA. E imagínense lo que sucedería si todas las marcas se fusionaran en un gran grupo. No sabemos si sería exactamente el inicio de mega-corporaciones, pero si un nuevo supergrupo automotriz que tome la delantera en cuanto a desarrollo y ventas.
Con la electrificación y la movilidad autónoma acercándose inminentemente, los desafíos para el mundo automotriz serán distintos y la única manera de avanzar rápido y tener ventaja, es reducir costos. No nos gustaría decir "te lo dijimos" pero podría ser que esto sea la punta de un nuevo iceberg: futuras superfusiones de gigantes automotrices.
Como dato rosa, Renault alguna vez tuvo un affaire con Chrysler, culpa de AMC, la cuarta gran compañía de autos en Estados Unidos, la cual tuvo a Renault como accionista principal durante un tiempo. Tras la venta del porcentaje de Renault, Chrysler transformó las sobras de AMC en la fusión Jeep-Eagle, de la cual solo sobrevive Jeep y que es el brazo fuerte de FCA hoy en día.