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Autos clásicos

La historia de la primera carrera de autos del mundo

Se trata del origen del automovilismo.

La historia de la primera carrera de autos del mundo

Desde el origen de la humanidad, el hombre siempre ha tenido ese espíritu de competencia en cualquier ámbito. Con el invento de la rueda, fueron surgiendo varios tipos de competitividades, siendo una de las pioneras las carreras de carruajes que se disputaban en el Imperio Romano.

Yéndonos a una época más moderna, tenemos a las carreras de bicicletas, que sin duda fueron quienes dieron pie a las competencias a bordo de automóviles una vez que vio la luz este gran invento que transformó la movilidad. Pero ¿cuándo y dónde ocurrió la primera carrera de autos?

Sin más, la primera carrera se suscitó en 1894. Ocurrió en Francia y la competencia consistía en recorrer a toda velocidad la distancia que hay entre París de Rouen, esto es poco más de 125 kilómetros.

Según los libros de historia, esta carrera fue convocada por un periodista de Le Petit Journale, Pierre Giffard, para mostrarle al mundo, hasta donde se había desarrollado la industria del automóvil en Francia. Un año antes, el mismo personaje había lanzado otro concurso, que tenía como objetivo para saber cuál era el mejor automóvil de la época.

Volviendo a la primer carrera de autos, esta fue llamada Le Concours des Voitures sans Chevaux -La competicia de los autos sin carruajes- y solamente el título generó una enorme expectación en la época, ya que cierta parte de la sociedad estaba en contra de aquellas máquinas que andaban sin necesidad de ser tiradas por caballos.

A pesar de ello, se inscribieron un total 102 pilotos, de los cuáles solamente 21 llegaron realmente a competir. Y es que más de la mitad no completaba con los requisitos para poder participar. Además de premiar la velocidad, esta carrera galardonaba a los vehículos por la seguridad y facilidad en la conducción. Se calificaba que no se necesitara de la ayuda de ningún mecánico para ponerse en marcha y sobre todo, que los vehículos supusieran el menor gasto posible. Algunos de los autos contaban con motor de combustión interno, pero casi la mitad, aún tenía motor de vapor.

En esta épica carrera, el conductor que logró recorrer la ruta en menos tiempo no fue el ganador. Aunque el Marqués de Albert de Dion, realizó el recorrido en 6 horas y 48 minutos, necesitó de la ayuda de un mecánico para completar la carrera, por lo que su victoria fue anulada. No obstante, la victoria fue para el segundo mejor tiempo, y fue el auto del binómio Peugeot y Panhard & Levassor. El imperio que levantarían después sus respectivas familias tiene mucho que ver con esta carrera.

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