Atrás quedaron los tiempos cuando las llaves del automóvil solían consistir de una pieza de metal que insertaba en la cerradura de la puerta o del switch del motor. Ahora todo es distinto, ya que hay llaves con códigos, alarmas y botones, que se vuelven cada vez más complejas.
Pero hace más de cien años, ni siquiera existían las llaves del automóvil. De acuerdo con los libros de historia, el primer automóvil que se introdujo en el mercado fue el Benz Patent Motorwagen, en 1885, pero no fue hasta el siglo 20 cuando los vehículos emplearon el sistema de llave. Antes de ese invento, había que arrancar físicamente el auto para arrancar el motor. Eso requería fuerza, paciencia y la gran probabilidad de sufrir una lesión.
A medida que avanzaba la década de 1900, finalmente, se introdujeron motores de arranque eléctricos. Con esto, arrancar un auto era mucho más sencillo, pero por otro lado, había que buscar la manera en que no lo robaran. Por ejemplo, Henry Ford solía encadenar su auto a un poste cada vez que lo estacionaba y lo aseguraba allí con un candado.
Pero no fue hasta la producción del Cadillac Type 53, en 1916, que se introdujo una de las piezas de metal más valiosas de un automóvil: la llave. Con ello, los autos se volvieron más seguros, más fáciles de arrancar y más divertidos de manejar.
Por muchas décadas, las llaves de metal sirvieron para dar seguridad y vida a los automóviles, hasta la aparición del transponder, que nació como un gran avance en las llaves de seguridad del vehículo. Gracias a la tecnología de radiofrecuencia, ahora las llaves de los autos permiten de manera remota desbloquear las puertas, activar la alarma y encender el motor.
Para su funcionamiento, las llaves modernas contienen un chip que transmite un código a un receptor. Una vez que se recibe la señal, la ECU permite que el motor sea encendido o que las puertas sean desbloqueadas. Además del chip, las llaves usan tecnología de proximidad que permitirá que el vehículo detecte la presencia de una llave del vehículo para permitir la apertura y el arranque del mismo.
Como siguiente paso, ahora las llaves más sofisticadas se pueden usar para estacionar el automóvil o bien operar distintas funciones. Igualmente, otro avance permite que los teléfonos celulares tengan la capacidad de encender el motor, activar los seguros, luces o bocina desde una app desarrollada por algunos fabricantes de automóviles.