Lotus brandeando un equipo de futbol, puede ser llamativo, pero al menos para mí, que no soy muy asiduo al deporte del balón-pie, hubo otra sorpresa más llamativa, el hecho de que Lotus había renovado su logo. Yo sé que a muchos estos detalles no les interesan, pero a uno que le gustan los autos y además es diseñador frustrado, es bastante interesante.
El refresco gráfico del mítico logo de la firma inglesa llega justo a tiempo, considerando que con sus nuevos dueños y el Evija asomando sus narices, se hacía bueno un cambio de identidad.
Nosotros decimos que el logo no nacido cambiado en 30 años, pero siendo justos, en este tiempo tuvo algunas revisiones menores de color o relieve. De todos modos, el logotipo, era exactamente el mismo.
Desde ahora, y siguiendo la tendencia de muchas otras marcas como Volkswagen y Mini, la idea es simplificar la gráfica por algo en 2D y que sea más fácil de implementar en distintos usos, más allá de decorar los autos de la marca, poleras, tazones y la página web, por cierto. Pero lo más bonito del refresco, es que Lotus miró hacia atrás, a 1948, cuando las letras venían inscritas en una tipografía "sans serif", junto al monograma con las iniciales de Colin Chapman, su fundador. Sin embargo, aquí se han perdido todos los biseles cromados y relieves, mientras que las letras ya no son curvas ni plateadas. La limpieza visual y el uso de solo dos colores (verde y amarillo) aportan minimalismo y sencillez, sin renunciar a ningún elemento recordatorio de este logotipo.
“Simplify, then add lightness”; ese era el mantra de Chapman y la filosofía de Lotus, la que ahora también se ve aplicada a la versión 2019 de su logo.
