Revisar un auto como el BMW Serie 3 es siempre un desafío. Pocos autos tienen tanta exigencia en su desarrollo, porque tienes que respetar un legado, además de entregarle a los fans de la marca lo que buscan, saber pararte frente a la competencia (para la cual eres la referencia) y de paso, hacer todo lo que un auto del segmento premium debe hacer correctamente. Y no solo eso, sino que mantenerte a la vanguardia en temas de consumo y tecnología, para aprobar las cada vez más duras pruebas de emisiones y seguridad. Pero todo esto, con un poco de innovación y con un presupuesto acotado.
Las expectativas son altas y la prensa implacable. Para que decir los dueños de un BMW.
Nos subimos durante una semana al nuevo Serie 3 de la generación G20, específicamente un 320d, que de momento es el modelo más económico que ofrece la marca en Chile.
Dimensiones y diseño
Para comenzar, BMW trabajó sobre la plataforma modular CLAR (Cluster Architecture), con todas las ventajas que eso conlleva en materia de rigidez y ligereza. Mide 4.709 mm de largo, 1.827 mm de ancho y 1.435 mm de alto, considerando un maletero de 480 litros y una distancia entre ejes de 2.851 mm. En comparación, el Serie 3 anterior mide 4.624 mm de largo, 1.811 mm de ancho y 1.429 mm de alto, así que claramente, es más grande, pero aun así pesa 55 kilos menos que el anterior, gracias al uso de aluminio y materiales compuestos.
De diseño, hay algunos cambios notables con respecto al linaje del Serie 3 y que tienen que ver con el nuevo estilo que lleva la marca en sus más recientes modelos. Así que por un lado hay cosas que quedan muy bien y hay otras que no nos gustaron mucho, si bien al final del día, son cosas subjetivas. Por ejemplo, se mantienen los focos unidos a la parrilla (los riñones dobles), pero esta es de una sola pieza, unida en el centro. Y como las parrillas de BMW han crecido, en el Serie 3 no es la excepción, alongándose hacia arriba, como envolviendo la punta del capó, el cual se abre completo y no como en el anterior, con un recorte en el frontal.
Los parachoques son más marcados en los costados que longitudinalmente, lo que sumado a como han crecido los grupos ópticos, lo hace ver más imponente, pero menos elegante. Hay una linea ascendente en la parte baja de las puertas, que en conjunto con el pliegue que marca la cintura del auto, resalta su largo y le da un aspecto más distinguido. Como siempre, la apuesta de BMW es por la sobriedad y aquí ayudan las siluetas suavizadas, que contrastan con las formas más angulosas de ambos extremos.
¿Y atrás? Los focos siguen teniendo forma de L pero en relieve y con un nuevo diseño gráfico, que nos perdonarán, pero tiene mucho de Lexus. Los reflectores traseros y tomas de aire decorativas en forma de T, imitan a las del frente, entregando coherencia al conjunto. Las llantas de 17" son pequeñas para el tamaño del auto, pero hay que recordar que es un 320d con paquete Executive. El 330i con paquete M Sport lleva parachoques más deportivos y llantas más grandes, que le lucen mucho más.
Interior
Pasamos al interior donde los cambios también se notan, especialmente en el espacio, con mejor acceso en ambas filas y también más espacio para nuestras piernas, especialmente atrás. El estilo general también cambia, ya que ahora hay una apuesta más monocromática y contemporánea. En nuestro caso, hay una alta predominancia de acentos color aluminio, con piezas más legitimas que otras, junto con aplicaciones en color piano black, que también se pueden solicitar en madera o en otras texturas, pero siempre apelando a un concepto moderno. El armado y la calidad de los materiales es muy grata, salvo por algunos elementos símil aluminio mencionados. En lo personal creo que mucho piano black le resta calidad al conjunto, pero de nuevo, estamos en un 320d, que es técnicamente el modelo de entrada.
Sobre el panel de instrumentos, sabemos que BMW está impulsando su tecnología Live Cockpit. De las tres versiones disponibles, el nuestro corresponde al Live Cockpit -a secas- o sea, es un panel completamente análogo, pero con una pantalla LCD integrada como computador a bordo. Ahora, los ingenieros de BMW han sido muy inteligentes en ocultar la pantalla y las agujas tras un panel negro, lo que significa que, a golpe de vista, parece como si fuese todo digital. Si eres purista, esta puede ser la última encarnación de agujas que veas en un BMW Serie 3.
Lo demás, todo me recuerda a los BMW actuales, como el control del climatizador (trizona, con comandos aparte para las plazas traseras) inscrito en los aireadores y el módulo donde encontramos la palanca de cambio, modos de manejo, el dial para controlar el sistema iDrive (no iDrive 7) y el botón de encendido, todo fácil de usar, ordenado y organizado. Lo que sí, nuevamente tenemos problemas con el tema de la conectividad. Sincronizar nuestro teléfono con Apple CarPlay es una aventura, donde hay que cruzar menus, introducir contraseñas, pasar de Bluetooth a WiFi y así. Con un cable, todo sería más sencillo.
Dinámica de manejo
Pero lo más importante del BMW Serie 3 es su manejo. El 320d es motivado por un motor Turbodiésel de dos litros, con 190 Hp y 400 Nm, el cual solo podrás distinguir de un bencinero, si pones algo de atención a su sonido, ya que la insonorización esta lograda brillantemente. No solo es suave, sino que también elástico, no es necesario ir con el pie a fondo para encontrar fuerza, sin contar que la caja automática de ocho velocidades, es uno de los grandes talentos de BMW (o de ZF para ser sinceros), porque es rápida e inteligente para gestionar la potencia del auto.
Con los modos de manejo, también se le puede sacar mucho partido a su performance. El modo Sport hace que el auto este mucho más sensible y conectado con nosotros, mientras que el modo Eco Pro será perfecto para lograr consumos muy ventajosos, digamos de entre 13 y 15 km/l en ciudad y cerca de 25 km/l en carretera; me fue mejor que al 3CV en ese sentido.
Si tengo algunas sensaciones encontradas con su dirección. En muchos medios se ha dicho que la generación G20 es mucho más comunicativa que en la anterior, algo en lo que yo discrepo un poco. El auto si se mueve de manera mucho más natural y hace tal cual lo que tu esperas que haga al girar el volante, pero a ratos cuesta conectarse con las ruedas frontales en una curva, como si estuviera demasiado aislado. Ahora, esto es hilando fino, el Serie 3 sigue siendo un auto fabuloso de conducir. El problema, quizás está en que también pude ponerle manos a uno de sus rivales y uno que BMW antes no tenía considerado, que es el Alfa Romeo Giulia, cuyo nivel de maniobrabilidad (y esto me apena mucho decirlo) a ratos si es superior al del Serie 3, en cómo te entrega una sensación muy fidedigna de control y tacto.
El chasis del Serie 3 es muy estable y el seteo de la suspensión en general es equilibrado, tanto, que nos hace pensar como seria conducirlo con caja manual y con menos asistencias. Y ya que hablamos de las asistencias, tenemos cosas buenas y malas que comentar sobre el asistente de abandono y mantenimiento de carril. Por ejemplo, cuando el auto detecta que te estas saliendo, en algunas condiciones hará vibrar el volante, pero la vibración es muy similar a cuando sacamos una rueda de la calzada y nos encontramos con concreto rugoso, lo que hace que nuestra reacción natural sea volvernos a la pista, no como en otros autos con vibraciones o testigos muy escandalosos. Pero por otro lado es un poco invasivo, en especial el jaloneo que hace en curvas, donde por culpa de la asistencia de la dirección, a veces no sabes si el volante lo estas cargando tu o el sistema. Recomendación: desactivarlo en caminos revirados o revisar en el menú la graduación de su intrusión.
Entonces...
BMW ha mejorado significativamente su producto, tenían un desafío fuerte en sus manos y yo creo que a cabalidad se ha cumplido, considerando que el Serie 3 jamás podrá ser como los de antes. Aun con un motor Diesel en esta versión de entrada es un auto pensado para quienes gozan de la conducción, pero a la vez es más espacioso y moderno. Sería muy difícil encontrar a alguien descontento, salvo quizás algún fan más acérrimo de la marca.
Las dificultades que enfrenta el Serie 3 en el mercado, son dos. La primera, es su elevadísimo precio de $30.490.000, pero a considerar que el segmento ha subido de precio. Y lo segundo, que hoy hay una competencia muy fuerte, al margen del Audi A4 o del Mercedes-Benz Clase C, más bien de rivales secundarios como el Jaguar XE, el mencionado Alfa Romeo Giulia y el revitalizado Volvo S60, autos muy completos, más asequibles y con personalidad, sin contar al Infiniti Q50 y al Peugeot 508, como otras variables.
Sin embargo, el Serie 3 sigue siendo una apuesta segura, en el sentido de que ofrece bastante de todo sin decepcionarte de nada, aparte de una calidad de manejo impecable. Y claro, si quieres más, un 330i con paquete M Sport de seguro cumplirá todas tus expectativas.