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BMW Serie 1 2020, adiós a la tracción trasera

El nuevo Serie 1 de BMW abandona uno de sus rasgos más identificatorios, la tracción trasera. A cambio tiene más espacio y tecnología. Pero lo deportivo, no se lo quita nadie.

BMW Serie 1 2020, adiós a la tracción trasera

Quiero partir confesándome; el BMW Serie 1, especialmente el M135i (y luego el M140i) es uno de mis autos preferidos de la era moderna. No sé si fue el hecho de haberme subido a uno de tres puertas, que me evocó rápidamente al famoso M Coupé "zapato de payaso" o fue porque lo pude probar bastante en distintas condiciones, incluyendo lo que muchos dirían "portarse mal".

Entonces, cuando me tocó escribir sobre que el BMW Serie 1 iba a cambiar su plataforma a tracción delantera, me dolió en parte porque el hecho de que tuviera la tracción atrás lo hacia un hot hatch único en su especie, con una identidad muy especial.

Pero los tiempos cambian y BMW tenía que atender todos los puntos flacos de su reconocido Serie 1 y para ello, la única solución es irse a la tracción delantera. Esto significa que cambia casi todo en este BMW y eso es una decisión muy riesgosa, porque puedes echar a perder en el camino, lo ganado por las generaciones anteriores.

El primer cambio es en diseño, con un parabrisas más aguzado y que marca una transición más fluida entre el vano motor y el habitáculo, con una silueta más cuneiforme y menos marcada como era en el auto de tracción trasera, de marcado capó largo. Los riñones son de una pieza y son más grandes. La posición de la patente se va al maletero posterior, con focos largos, o sea hay un aire más "utilitario", más cercano si se quiere al X2, con quien creo comparte bastante de sus proporciones.

De tamaño, el Serie 1 mide 4.319 mm de largo, 1.799 mm de ancho y 1.434 mm de alto, con 153 mm de despeje, y 2.670 mm entre ejes. Al lado del anterior, este Serie 1 es más corto, pero más ancho y alto. Por dentro los asientos se rediseñaron y sacando partido del aprovechamiento que se hace del habitáculo, aunque hay menos distancia entre ejes, es un auto mucho más espacioso, más cómodo y, por cierto, más luminoso. El maletero, ahora contiene 380 litros, y es bastante profundo.

El diseño interior muestra un salto notable en calidad y materiales. Aunque siempre apelando a lo monocromático, hay una excelente selección de texturas, unas más porosas, otras más novedosas. Nos quedó al debe el volante, que parece sacado de un modelo más antiguo. Hay más espacio para dejar cosas y mayor tecnología disponible, con pantallas más vistosas y un nuevo panel de instrumentos, que parece digital, pero es una mezcla de análogo con pantallas y un fondo oscuro que ayuda a la ilusión. El modelo en las fotos, aun en homologación, el M135i xDrive tiene el panel completamente digital y el sistema iDrive 7, así como butacas deportivas, iluminación ambiental y un volante más deportivo.

BMW por ahora distingue dos estilos estéticos.

El primero, es el paquete Millenial, que incluye llantas de 17", asistente de estacionamiento con asistente de reversa, sensores y cámaras, iluminación ambiental en seis colores, iluminación exterior 100% LED, tapiz mixto (tela, cuero sintético)sistema de audio con seis parlantes, soporte inalámbrico para Apple CarPlay, navegador, mando iDrive Touch para operar la pantalla del sistema multimedia (8,8", táctil), encendido automático de luces y limpiaparabrisas, seis airbags, frenos ABS, control dinámico de tracción (DTC) y estabilidad (DSC), control de frenada en curva, control dinámico de frenada, función de secado de frenos, indicador de falla en neumáticos y anclajes ISOFIX.

A este equipamiento, se puede sumar el paquete M Sport, que agrega llantas de 18", suspensión deportiva M rebajada en 10 mm, faldones e insertos estéticos del Look M, pisaderas metálicas, climatizador dual, tapicería diferenciada, volante y asientos deportivos, espejos interiores y exteriores fotosensibles, cuadro de instrumentos 100% digital en pantalla de 12,3", sistema multimedia BMW iDrive7 en pantalla táctil de 12,3" y reconocimiento de fraseo natural (Hey BMW), además de disco duro interno de 20 Gb. Lo demás, idéntico.

Estos estilos se combinan con dos motorizaciones disponibles de momento. El 118i lleva un tricilíndrico TwinPower Turbo de 1.5 litros, con 140 Hp y 220 Nm de torque, asociado a una caja automática Steptronic de doble embrague y 7 velocidades, con la que logra los 100 km/h en 8,5 segundos y un consumo de 17,5 km/l combinado. El 118d, es un motor de cuatro cilindros, TwinPower Turbo, pero también de 1.5 litros, con 150 Hp y 350 Nm de torque, asociado a una caja automática Steptronic de ocho velocidades con cambios al volante. Logra 20,8 km/l en el ciclo combinado y alcanza los 100 km/h en 8,4 segundos. 

Todos vienen con dirección eléctrica Servotronic, función auto Start/Stop, frenado regenerativo y control crucero inteligente.

No se habló mucho del M135I xDrive, por homologarse aún, pero llega con un motor de dos litros, 306 Hp y 450 Nm de torque, más equipamiento y claramente, tracción a las cuatro ruedas, pero también a un precio bastante más alto que el que tenía el M140i, para que lo consideres. Los que sí sabemos que llegaron, pero que aún no serán lanzados, son las versiones Gran Coupé del Serie 2, que harán un poco el rol de "sedán" y con precios similares.

Un paseo

Logramos ponernos al mando de un 118i Millenial para una "vuelta a la manzana" (autopista, específicamente), paseo al que me subí con algo de miedo, puesto que el andar del modelo anterior es muy marcado y no quería decepcionarme. Aquí, la posición de manejo es muy distinta, porque te subes a un auto que se siente más espacioso y más "estirado", gracias al espacio que se gana con el motor en posición transversal.

Sin embargo, al poner el modo Sport y dejar que el BMW haga lo suyo, me encuentro con varias impresiones iniciales. El motor, que se sabe, también lo llevan los Mini, es muy silencioso y no parece un tricilíndrico en lo absoluto. La magia del sistema de inyección directa de alta precisión, del doble Vanos y el Valvetronic, te hacen olvidar a los motores anteriores o las preconcepciones de motores pequeños, porque de que corre, corre y sin ahogarse.

Pero lo que más desconcierta, es el hecho de que patea y gira como esperaríamos de un BMW. Quizás sin el nervio de la tracción trasera, pero entregando esa misma fidelidad y conexión que le es tan propia a los modelos de la firma bávara. Me bajé con ganas de más, como para poder vivir más los elementos tecnológicos que tiene el modelo y entender un poco como es que BMW hace que un auto de tracción delantera, que es casi una herejía para la marca, se porte como un BMW de siempre.

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