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Probando los Jeep Renegade y Compass Trailhawk

Trailhawk se apellidan las versiones más extremas de los modelos Renegade y Compass, los que, lamentablemente, no se venden en Chile. ¿Podrían llegar en 2020? Los probamos en Brasil.

Probando los Jeep Renegade y Compass Trailhawk

Tras pasar décadas ofreciendo exclusivamente modelos toscos, rudos y especialmente hábiles en el mundo off-road, Jeep entendió hace unos años que su marca es mucho más que eso. Que es tan apetecida por los espíritus aventureros que aman las rutas fuera de la ciudad como por quienes jamás van se van a bajar de un camino de suave asfalto.

Así nacieron los Jeep 4x2, que ofrecen diseño, calidad, estilo y aspiracionalidad para todos los bolsillos y todas las necesidades, estrategia que de alguna medida le ha permitido volverse realmente global y superar sus ventas año tras año.

Vale hacer la observación que todas las versiones de todos los modelos de Jeep, ya sean 4x2 o 4x4, fueron concebidas para ser extremadamente hábiles, al menos más que cualquier competidor del mismo segmento. Y eso se grafica en mayores niveles de rigidez estructural, suspensiones más robustas, mejores ángulos de aproximación y un mayor despeje, entre otros detalles.

Pero en el mundo Jeep siempre es posible ofrecer un poco más, y es así como nace las versiones Trailhawk, disponibles inicialmente en el muy americano Jeep Cherokee, para luego sumarse el Grand Cherokee y los brasileños Renegade y Compass.

En Chile, por ahora, sólo tenemos disponible el Cherokee Trailhawk  ($31.490.000), pero en 2020 podríamos tener novedades al respecto.

¿Y qué define a una versión Trailhawk?

Trailhawk significa algo así como “halcón de senderos”, una rareza ya que las aves de rapiña vuelan y no reptan. Pero entendemos que si un modelo de Jeep lleva el apellido Trailhawk, tiene en su costado el apetecido logo Trail Rated, es decir, que es capaz de realizar el afamado Rubicon Trail, ese sendero californiano que sólo es apto para algunos modelos de Jeep.

Hay varias diferencias entre un modelo Trailhawk y un 4x4 convencional, algunas son estéticas, otras constructivas y por supuesto que hay mecánicas.

Todos los Trailhawk cuentan con parachoques diferenciados para mejorar los ángulos de ataque y salida, incorporan ganchos de remolque rojos, ofrecen un mayor despeje al suelo, utilizan neumáticos especiales All Season y tienen una calcomanía exterior sobre el capó.

Por dentro podemos encontrar asientos de cuero con la palabra "Trailhawk" cosida en los respaldos y elementos en color rojo, además de un altísimo nivel de equipamiento similar al Limited.

Pero, además, tienen el logo Trail Rated, que no es poca cosa. Jeep define cinco criterios para que sus modelos sean Trail Rated: articulación, distancia al suelo, maniobrabilidad fuera de ruta, capacidad de vadeo y tracción eficiente, y para ello montan alguno de los muy eficientes sistemas de tracción 4x4 de Jeep.

Todos ellos vienen hoy el mando de tracción Selec-Terrain, que en estas versiones incluyen los cuatro modos predeterminados de cualquier 4x4 de Jeep, automático, nieve, arena, barro, pero suma el modo rocas como exclusivo.

El Jeep Cherokee Trailhawk ofrece el sistema Active Drive II con Active Drive Lock. Este sistema permite al conductor bloquear la tracción en las cuatro ruedas y se ha agregado un modo marcha baja (reductora), un modo neutro para remolques.

Sin embargo, lo que nos convoca en esta nota son las versiones Trailhawk de Renegade y Compass, que se venden en Brasil, Argentina y otros mercados regionales, pero no en Chile. Los manejamos durante el Jeep Experience 2019 realizado en Pantanal, en Matto Grosso do Sul. Te contamos cómo son y si podrían llegar en el corto plazo.

Pantanal y los Trailhawk

Como su nombre lo indica, el Jeep Experiencie es un evento que la marca realiza por quinto año consecutivo en alguna de las muchas regiones naturales de Brasil. En este caso, visitó la reserva mundial de la biósfera de Pantanal, en el Matto Grosso, cerca de la frontera con Paraguay.

Este evento enfocado en periodistas, influenciadores y gente vinculada a la marca busca transmitir los conceptos de vida al aire libre que profesa, incluyendo una experiencia de manejo y prueba de las capacidades de sus modelos, así como su relación con la naturaleza.

Nosotros pudimos conducir el Jeep Compass Trailhawk en primer día y el Renegade Trailhawk en segundo, con más de 200 kilómetros sobre cada uno sobre caminos de asfalto, tierra y zonas de 4x4 extremo, incluyendo varios tramos en medio del pantano.

Ambos modelos tienen en común la plataforma, la línea de montaje en Pernambuco y el tren motriz.

En este caso último caso se trata del Multijet II, un cuatro cilindros turbodiésel de dos litros, que genera 170 caballos de fuerza y 350 Nm de par, asociado a una caja automática de 9 marchas con convertidor de par. Es este motor la causa de que los Trailhawk no hayan llegado a Chile, ya que hasta hace muy poco no cumplían la norma Euro 5 que rige en Chile para motores petrolero, pero además son motores caros que suben demasiado el costo del vehículo.

El sistema de tracción se denomina Active Drive Low 4x4, que incluye un botón para bloquear la tracción e incluye el mando Selec-Terrain con los modos Auto, Arena, Nieve, Barro y Rocas.

En condiciones normales y modo Auto, la transmisión funciona entre segunda y novena mandando todo el par al eje delantero. Pero si percibe que hay diferencias en el giro de las ruedas, comienza a repartir torque al eje trasero.

La novedad es que no cuenta con reductora, sino con un sistema que simula electrónicamente una marcha baja. En este modo 4WD Low se bloquean ambos ejes y se envía el par a las cuatro ruedas, manteniendo la transmisión en primera marcha muy corta y que, debido al torque que genera, simula perfectamente la función de una reductora.

La ausencia de un reductora formal aligera el sistema y ahora espacio, clave en un modelo compacto, pero mantiene las altas capacidades de tracción que todo modelo Trailhawk necesita.

Además, ambos modelos cuentan con una suspensión más robusta, espirales más gruesos, amortiguadores con mayor recorrido, lo que incrementa la altura libre al piso. El Renegade, por ejemplo, sube su despeje desde los 185 a los 220 mm, mientras que mantiene sus ya fabulosos ángulos de aproximación en 31,3° adelante y 33° atrás. El Compass, en tamto, aumenta la altura libre al pisodesde los 208 a los 224 mm, mientras que los ángulos se incrementan a 30,3° y 33,6°, respectivamente.

Conducción para todo terreno

Partamos hablando del motor, que es lo más novedoso para nosotros los chilenos. Es un bloque diseñado en Italia enfocado en generar mucho torque en bajas revoluciones, pero que no destaque por ser silencioso. Y si bien el habitáculo ofrece buenos niveles de insonorización, se deja escuchar y bastante, aunque nunca llegó al límite de molestarnos o de hacer insufrible una conversación.

Lo relevante es el empuje que genera, que es realmente bueno, gestionado por una transmisión automática que cambia las marchas de manera suave e imperceptible. En carretera apenas se siente cómo va buscando la mejor marcha, y en terreno más complicado se puede optar por el uso manual desde la propia palanca. Sorprende la eficiacia con que transmite la potencia al suelo.

En general, ni el Renegade Trailhawk ni el Compass Trailhawk se sienten duros a la hora de manejarlos, pese a que ambos tienen una rigidez muy superior a sus competidores en el segmento y cuentan con suspensiones más firmes. Se sienten robustos y eso es bueno, pero duros, no. Esto se explica en parte por el tipo de neumático que montan, de un aro más pequeño (17") pero un perfil más alto y cómodo (215/60 R17 en Renegade, 225/60 R17 el Compass). 

La suspensión es mucho más amigable de lo que uno podría suponer. Aisla muy bien las irregularidades del camino, amortigua muy convincentemente los terrenos duros y no genera balanceos o cabeceos excesivos. El recorrido de los amortiguadores es bastante generoso como para circular por terrenos rotos, y es difícil perder la tracción por esta causa.

La tracción, como explicábamos, funciona desde el selector instalado en la consola. De verdad que el modo Auto es estupendo en casi todos los terrenos, pero nosotros, metidos por mucho rato en medio del pantano, con barro blando en genaral, pero pegasoso por momentos, necesitábamos más fuerza de tracción y usamos el modo Mud (barro), que realiza un reparto diferente del par.

En este caso, mantuvo la primera marcha a baja y el diferencial bloqueado de manera permanente, con resultados impresionantes. Por momentos nos hacía pensar que la adherencia no era tan mala, pero luego corroborábamos que el auto era el bueno.

Diría que en sus respectivos segmentos no hay modelos más capaces en el mundo 4x4. Son caros, sí, pero son Jeep de verdad y no dejarán a nadie con gusto a poco.

Por si fuera poco, ambos ofrecen de serie luces LED, llantas de aluminio de 17 pulgadas, barras de techo, sensores delanteros y traseros, climatizador automático, volante multifunción, pantalla multimedia de 8,4" con Uconnect (Apple CarPlay y Android Auto), tapiz de cuero y un paquete de seguridad sobresaliente, que incluye 7 airbags, frenos ABS con EBD, controles de tracción y estabilidad, asistente de partida en pendiente, control de descenso, sensor de punto ciego, aviso de cambio de carril, control crucero adaptativo, aviso de colisión frontal y freno de emergencia.

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