Sir Stirling Moss, aun siendo un anciano de avanzada edad, nunca dejó su vitalidad, su alegría y ese garbo de caballero, del buen vivir y que tan bien reflejaba -quizás- la parte más glamorosa de ser un piloto de alta categoría, en las primeras décadas de la Fórmula Uno. Aun cuando ya no podía correr profesionalmente, igual se apareció muchas veces en el Festival de Goodwood o en otros encuentros de clásicos y hasta logró exhibir algunos de los autos con los que compitió, tal como puedes ver en la foto que ilustra esta nota, el 2014 en Silverstone, conversando con David Brabham, hijo de Jack Brabham, con quien compartió en pista.
Muchos consideran a Stirling Moss, un referente al nivel de Juan Manuel Fangio. Y claro, porque el argentino fue el mismo que le arrebató en 1955, 1956 y 1957 la posibilidad de ser campeón en la máxima categoría; ser segundo no es malo, pero no hay título. Fangio, gran amigo de Moss, se retiró en 1958 y muchos miraban al inglés como su sucesor.
La primera carrera de Moss, fue en 1948, corriendo en un Cooper 500. Desde entonces, su carrera se extendió por 14 años. Y aunque nunca gano un título de la F1, si tuvo grandes victorias. Aunque claro, en aquellos tiempos, había muchas otras competencias y Stirling Moss fue protagonista en varias. De 375 carreras terminadas, ganó 212. Pero de aquellas 375, 66 son de F1; de esas ganó 16. Su primera victoria en la máxima, fue en 1955, en el Gran Premio de Gran Bretaña.
Sir Stirling Moss, aun con 85 años (2015), exhibiendo en el Festival de Goodwood, su Mercedes W196, el auto con el que fue compañero de Fangio en 1955.
Historias, hay por montón, como aquella vez que corrió en la Mille Miglia en un Mercedes-Benz 300SLR, batiendo récord y ganándole a Fangio por 32 minutos. También salió segundo dos veces en Le Mans (con Jaguar y Aston Martin) y ganó las 12 horas de Sebring y las 12 horas de Reims. Incluso, corrió en rally y salió segundo en Montecarlo en 1952, su primer intento en esta categoría. O sea, era un piloto muy versátil, que podía competir en carreras más cortas como aguantar el rigor de una competencia de resistencia. Se quedó con los 1000 kilómetros de Nürburgring en 1958 y 1959, así como el Tourist Trophy, también en 1959. Y aunque corrió con Porsche, Mercedes y Maserati, siempre se decantó por los autos británicos, por un tema de honor.
En 1962, con 33 años, un accidente en Goodwood a bordo de un Lotus, lo dejaría un mes en coma y seis meses con parálisis parcial. Su capacidad competitiva no fue la misma y decidió alejarse de la máxima categoría, participando esporádicamente de carreras de endurance y de turismo, mientras administraba un negocio familiar de propiedades. Finalmente, el 2011 se retira finalmente de todo tipo de competencias, durante el transcurso de la Le Mans Legends. Alcanzó a escribir su autobiografía el 2015.
Durante el 2016, Stirling Moss se vio afectado por una severa infección al pecho, la cual lo motivo el 2018 a retirarse de la vida pública y las exhibiciones de las que tanto participaba. Su luz se apagó esta mañana, a los 90 años.