El A1 es desde su lanzamiento en 2010 el modelo de entrada de Audi. Se lanzó como un hatchback compacto de tres puertas para que rivalizara con MINI, para luego añadir una variante Sportback o cinco puertas. Esa primera generación tuvo una vida larga y no tan fecunda, ya que nunca estuvo ni cerca de destronar al mítico compacto británico de su sitial de honor.
Quizás Audi la dejó envejecer mucho, o quién sabe, ya que la segunda generación se presentó en sociedad recién a fines de 2018 y el modelo se puso a la venta en Europa a principios de 2019. Este nuevo modelo, que pudimos probar en Alemania a fines del año pasado, se lanzó en dos versiones de carrocería: Sportback y Citycarver, una especie de crossover urbano. La primera de ellas hace ahora su debut en Chile.
Audi lanza el A1 Sportback 2020 en tres versiones. Las dos primeras, denominadas 30 TFSI y 30 TFSI Sport, comparten el tren motriz. Se trata de un nuevo propulsor de tres cilindros y 1.0 litros, con turbo e inyección directa, que eroga 116 Hp y 200 Nm de torque entre 2.000 y 3.500 rpm, que asociado a una caja automática Stronic de 7 marchas, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 9,4 segundos y alcanzar 203 km/h.
El modelo tope de gama es el 35 TFSI Sport, que monta un cuatro cilindros de 1.5 litros turbo, con 150 caballos y 250 Nm de par desde las 1.500 rpm, con un 0 a 100 km/h en 7,7 segundos y una máxima de 220 km/h.
El nuevo A1 Sportback está construido sobre la plataforma modular MQB A0, que le permite mejorar sus medidas exteriores y, con eso, la habitabilidad interior y el volumen del maletero, que sube de 270 a 335 litros de capacidad.
Crece de largo 56 milímetros hasta los 4,03 metros y entre los ejes suma 43 mm hasta los 2,56 m, mientras que el ancho (1,74 m) se mantiene igual y la altura se reduce 7 mm hasta los 1,41 m. Con esto, el peso se mantiene contenido en 1.165 kilos.
El diseño está muy alineado con los nuevos modelos de la marca, aunque Audi también indica que toma inspiración en uno de los íconos más grandes que tiene la marca: el Audi Quattro de 1984, que se convirtió en leyenda gracias a su participación en el temible Grupo B del Mundial de Rally.
Algunos elementos que hacen alusión al Audi Quattro son las tres ranuras ubicadas entre parrilla y capó, y el ángulo de inclinación del pilar C. Gracias a los voladizos cortos y las enormes ruedas, la segunda generación del A1 luce musculoso y bien plantado.
Las luces serán halógenas o LED, dependiendo de la versión, y las llantas de aleación son todas de 17 pulgadas. Las dos versiones Sport añaden elementos propios de la S Line, como carcazas de espejos negras y un alerón posterior, mientras que la variante más alta añade una doble salida de escape y vidrios tinteados.
En el interior encontramos una combinación de texturas, colores y superficies que generan una atmósfera muy deportiva. Destacan las decoraciones del color de la carrocería en el hueco de las manijas de las puertas, costados del marcador de instrumentos y periferia de la palanca de cambios. La calidad de materiales es en general muy buena.
Destaca en el centro del tablero una pantalla táctil de 10,1 pulgadas asociado al sistema Audi MMI, con conectividad a Apple CarPlay y Android Auto, así como los marcadores digitales de 10,25 pulgadas denominados Virtual Cockpit, disponibles sólo en las dos versiones más altas.
Las butacas deportivas y el volante con levas sólo estarán disponibles en las variantes Sport, así como el selector de modos de manejo.
Todas las versiones se ofrecen con seis airbags, frenos ABS con EBD, control de estabilidad, sensores de lluvia y luz, climatizador y kit eléctrico completo. La version 30 TFSI Sport añade a eso sensor de retroceso, control crucero y un sistema de audio con subwoofer y 8 parlantes. Sólo el 35 TFSI incluye sistema keyless. Como opcional hay un sistema Bang & Olufsen de 560 watts.