El Coronavirus ha golpeado fuerte a la industria automotriz europea, que registró su peor caída en ventas desde la Segunda Guerra Mundial. Además de este descenso drástico, la producción también se vio afectada por la suspensión de las fábricas de ensamblaje.
De acuerdo con datos de la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA), en toda Europa hay 298 plantas automotrices y de producción de motores, de las cuales 196 están dentro de la Unión Europea (es decir, sin Gran Bretaña). De estas, 142 producen autos de pasajeros y SUV, 71 motores, 58 vehículos de transporte (buses), otros 58 construyen vehículos pesados y 38 se dedican a los comerciales ligeros.
Lo cierto es que desde mediados de marzo los fabricantes se vieron gravemente afectados por la crisis del COVID-19, ya que sus plantas se mantuvieron cerradas al menos 30 días hábiles, lo que hizo acumular una pérdida en la producción de 2,3 millones de vehículos, nada menos.
Como dato favorable, en los últimos días ya se han retomado parte de sus operaciones.