Aston Martin y Bowmore Islay, fabricantes británicos de autos deportivos y whisky escocés Single Malt, presentan su primera colaboración.
Se trata del Black Bowmore DB5 1964, que de acuerdo con ambas marcas representa la fusión perfecta de un excepcional whisky y un auto legendario, a través de una botella que está fabricada a partir de un pistón del icónico DB5.
1964 es un año de especial importancia para Bowmore, una destilería con 240 años de historia, ya que fue ese año en el que se hicieron de su primera caldera, ya que anteriormente empleaban carbón para calentar los alambiques. Y esa primera destilación obtenida el 5 de noviembre de 1964 en la nueva caldera es la que da vida al Black Bowmore. Ésta es apenas la sexta vez que este Single Malt es embotellado.
Por su parte, Aston Martin trajo al mundo su más emblemática creación, el DB5, en el 64 se convertiría en el auto del Agente Secreto 007 al Servicio de su Majestad.
El DB5 presentó sutiles pero sustanciales mejoras en relación con su predecesor, el DB4, además de algunas modificaciones estéticas y el incremento del desplazamiento del motor a 4.0 litros, lo que le permitió entregar un desempeño más deportivo.
Por cierto, las siglas DB son en honor a David Brown, el propietario de Aston Martin Lagonda en aquel entonces.
Cada botella de este nuevo regalo requirió una semana para su fabricación, tarea que fue comisionada a Glasstorm, un estudio artesanal con más de 50 años de experiencia que se ubica en el noreste de Escocia.
La caja que guarda la botella es una artesanía en sí misma, ya que también está fabricada a mano.
Solo se producirán 25 botellas del Black Bowmore DB5 1964 y su venta dará inicio en otoño de este año. El precio: 50.000 libras.
Digno de un Aston Martin.