Con la masificación e innovaciones en la impresión 3D, la industria automovilística verá una revolución en la producción de los automóviles. Y es que usando esta tecnología será más fácil, económico y productivo elaborar ciertas partes de los automóviles.
El Grupo Volkswagen, por ejemplo, está empleando un proceso conocido como inyección de aglutinante para fabricar componentes en la planta de Wolfsburg, Alemania. Mientras que la impresión 3D convencional utiliza un láser para construir un componente capa por capa a partir de polvo metálico, el proceso de inyección de aglutinante utiliza un adhesivo.
Aquí, al componente metálico resultante, que pesa solo la mitad que uno de chapa de acero, se calienta y se le da forma.
Volkswagen es actualmente el único fabricante de automóviles que utiliza esta tecnología de impresión 3D en el proceso de producción. Para lograr este avance innovador, Volkswagen ha invertido varios millones de euros durante los últimos cinco años.
Además, la compañía ha entrado en una asociación de software con Siemens y ha ampliado su colaboración existente con el fabricante de impresoras HP. Esta última está proporcionando las impresoras de alta tecnología necesarias, mientras que la primera el software especial para la fabricación aditiva.
Con el primer uso a gran escala de la inyección de aglutinante, tienen la intención de adquirir una experiencia y aprender, por ejemplo, qué componentes pueden producirse de forma económica y rápida en el futuro, o cómo la fabricación aditiva puede respaldar la transformación digital de la producción en Volkswagen.
Un paso clave del proceso en el que han trabajado conjuntamente Siemens y Volkswagen es optimizar el posicionamiento de los componentes en la cámara de construcción. Esta técnica, conocida como anidamiento, permite producir el doble de piezas por sesión de impresión.
Para 2025, el objetivo es producir hasta 100.000 componentes anuales mediante impresión 3D en Wolfsburg. Actualmente, los primeros componentes producidos son el pilar A del convertible T-Roc, que por ahora está en Osnabrück para su certificación.
Al día de hoy, Volkswagen ha realizado con éxito pruebas de choque en componentes metálicos de vehículos impresos en 3D. Y gracias a esta nueva tecnología, la producción en masa seráa económicamente viable.