Mansory ha quitado lo aseñorado del Bentley Flying Spur para convertirlo en un sedán totalmente deportiv,o tanto en prestaciones como en desempeño. Con todas las adecuaciones hechas, este sedán se convierte en una limusina impresionante y extraordinaria por el refinamiento de la carrocería y dinámica de conducción.
Todo el tuning hecho en el Flying Spur inicia con un exceso de fibra de carbono en la carrocería, algo inusual para un Bentley.
Este kit aerodinámico y estético, junto la pintura en color negro y un set de llantas de 22 pulgadas, hacen que la imagen de este sedán sea totalmente agresiva en comparación con el modelo de serie.
Además de transformar la imagen y aerodinámica, el Bentley Flying Spur consigue más poder al alterar la computadora del motor W12 e imponer un sistema de escape de alto rendimiento.
Este tuning de Mansory en el Flying Spur es complementado con un volante deportivo de cuero y carbono, un juego de pedales deportivos de aluminio, decoraciones de carbono e inserciones de cuero con relieve 3D en las puertas y el reposabrazos central.
Con este trabajo, el 12 cilindros registra una potencia de 710 Hp y un torque de 999 Nm de par, para una aceleración de 0 a 100 km/h en 3,6 segundos. Otra cifra que llama la atención es la velocidad máxima de 340 km/h.