Según informan medios locales, la empresa china Brilliance China Automotive holdings Ltd (Brilliance Auto) se ha declarado en bancarrota, producto de no poder hacer frente a deudas valorizadas en más de 8.000 millones de dólares.
Brilliance es comercializada en Chile por Fortaleza, una empresa del grupo Gildemeister, desde el año 2011, y por ahora se desconoce cómo este proceso de quiebra afectará su producción local y de exportación.
Brilliance es una empresa que data de 1949, y es una de las más importantes de China en el sector automotriz, al punto que tenía dos joint venture para producir localmente, uno con Renault y otro con BMW, los que deberían finalizar debido a esta situación.
Las alarmas comenzaron a sonar un par de meses atrás cuando no pudo pagar sus deudas y préstamos que había recibido por parte del gobierno. Y es su tardío ingreso al sector de autos electrificados le ha jugado en contra de sus ventas, pasando de casi 200 mil unidades vendidas en 2013 a poco más de 25 mil en 2019.
Tras la sostenida caída en ventas que lleva padeciendo desde el 2016, la empresa tuvo que someterse a una reestructuración. Para ello levantó un plan de finanzas, el cual le permitió acceder a mayores créditos durante el 2017 y 2018. El problema es que estos informes financieros resultaron ser fraudulentos, con cifras infladas, escandalo descubierto en abril del año pasado y que terminó con la suspensión de Brilliance en la bolsa de Hong Kong y con millonarias multas a los cargos más altos de la empresa. Luego siguieron las acusaciones sobre que Brilliance no estaba siendo capaz de pagar a sus empleados en la alianza de Renault Brilliance, lo que decantó en la quiebra de la alianza. Incluso, Renault trató de inyectar capital después de que Brilliance perdiera solvencia, pero todo quedó en nada.
Según informes local, Renault busca un nuevo socio y estaría en conversaciones con Geely, un joint venture que usarían las plataformas del gigante chino y que se enfocaría en autos híbridos y eléctricos. Renault tendría a su cargo en diseño exterior e interior, y las ventas, pero podría poner a disposición de Geely las instalaciones de Samsung en Corea del Sur.
El ginate chino propietario de Volvo podría usar esas instalaciones en Corea para producir los autos de Lynk & Co con los que quiere desembarcar en Estados Unidos.