El Jeep Commander es la nueva adición de la casa de las 7 ranuras a su gama. Se fabrica en Brasil en la planta de Pernambuco, se acaba de lanzar en su país de origen y en Argentina, y se sumará a la gama de la marca.
El modelo es producido sobre la misma plataforma que Renegade y Compass, pero crece para incorporar una tercera fila de asientos. Además, se posiciona en la zona alta del segmento gracias a distintos elementos más suntuosos que ya te voy a detallar.
Viajamos a Argentina para conocerlo y manejarlo, y estas son nuestras conclusiones.
Un Compass más grande y con 7 asientos
Si bien ambos modelos de Jeep usan la plataforma Small Wide, el Commander es más grande, y respecto del Compass crece en:
- 465 mm de largo (4.769 mm)
- 10 mm de ancho (1.859 mm)
- 700 mm de alto (1.698 mm)
- 158 mm entre ejes (2.794 mm)
¿Cuál es el resultado de esta diferencia? Que ahora cabe una tercera fila de asientos.
Jeep Commander, espacio interior
Si bien el respaldo del medio se reclina hasta 45 grados hacia adelante y el asiento se desplaza longitudinalmente, el acceso a la tercera fila es algo trabajoso y la salida decorosa aún más. Y ahí nos encontramos con un espacio relativamente pequeño, así que a no hacerse tantas ilusiones.
Los asientos de la tercera fila están muy cerca del piso, lo que roba espacio para las piernas, pero la fila del medio se puede mover longitudinalmente para dejar algo de lugar para las rodillas. Si logras encontrar un equilibrio con el que va adelante, personas de hasta 1,75 metros van a entrar sin problemas, pero solo para viajes cortos.
Atrás hay de todo: unos posavasos y una toma USB, pero no hay salidas de aire puntuales.
El respaldo de la segunda fila está dividida 60/40 y en general se ofrece un buen espacio. No nos subimos tres adultos, pero considero que con un poco de buena voluntad podríamos viajar juntos. Las amenidades acá incluyen salidas de aire con control de ventilador, toma de 220, USB y de 12v.
Jeep Commander, practicidad
Si tienes los 7 asientos en funciones, el maletero se reduce a 233 litos y en el piso hay una trampita donde se guarda el cubre carga. Cuando van 5, la capacidad asciende a 661 litros, que es más que buena. El reclinado y levantado de los asientitos es simple, para un lado tirando de una palanca, para el otro de una correa. Es el mejor sistema.
Con los las dos filas traseras plegadas, el piso queda plano y el Commander entra en modo utilitario con 1.760 litros de capacidad. El neumático de repuesto está debajo del piso, se accede desde el exterior y no incluye llanta de aleación, para así desalentar a los amigos de la rueda ajena.
Jeep Commander, un extra de calidad
Si bien el Commander comparte el nuevo tablero con la renovación de Compass, tiene algunos elementos más suntuosos, como el tapizado en gamuza y cuero con costuras romboidales, que en la versión Overland es marrón, y para mí le quedan 10 puntos.
El tablero también tiene un aplique en gamuza y luce muy bien las dos pantallotas, de 10,1” para el equipo multimedia y de 10,25” para el cuadro de instrumentos. Ambos son personalizables, tienen múltiples informaciones y en el caso del equipo central, tienes conexión con Android Auto y Apple CarPlay sin cable. Rematan puertos USB A y C y cargador inalámbrico.
Los plásticos son suaves al tacto, hay cuero/ina en las contrapuertas y mucho negro piano en la consola central, donde aparecen distintos botones para modos de tracción y bloqueo de diferencial, posavasos y apoyabrazos con decorado que hace referencia al legado de la marca, además de un pequeño espacio portaobjetos debajo.
El interior te lo remata un techo doble corredizo. Por supuesto que el equipamiento convencional es el estándar para un modelo así.
Jeep Commander, comportamiento dinámico en la arena
Ya llegará el test completo en ciudad y ruta, por ahora dimos un paseo por el Off-Road Park de Jeep. Cubiertas bajas, modo arena de tracción y diferencial central bloqueado (no hay del trasero), el Commander se mueve con soltura. Normalmente la caja AT9 arranca en segunda, pero en esta configuración usa la primera bien corta como pseudo reductora.
La fuerza del motor 2.0 litros turbodiésel, rebautizado TD380, es muy buena aprovechando sus 170 caballos de fuerza y sobre todo los 380 Nm de torque (30 más que en la encarnación anterior de este motor). A recordar, este motor usa Urea para reducción de NOx.
La tracción es buena, se siente el trabajo de la electrónica ayudando a la mecánica y solo hay que cuidar que no nos raspe por debajo en los pasos en punta, ya que la distancia entre ejes es más larga que en el Compass. Hay buenos ángulos de ataque y salida, y el despeje es más que suficiente para el manejo off-road.
La prueba no pasó por las partes más difíciles de la pista off-road, pero después de semanas sin lluvia y con mucho sol la arena estaba bien suelta. Y pese a eso, no me enterré nunca… y eso habla bien de las capacidades del Commander.