Cada vez que escuchamos o leemos algo acerca de las pruebas de choque que se llevan a cabo en la industria automotriz, en la mayoría de ocasiones se tratan de ensayos que realizan organismos dedicados a la seguridad vehicular, como Latin NCAP.
De lo que no solemos enterarnos es de las pruebas que las automotrices hacen con sus propios vehículos. En este caso, Mercedes-Benz decidió dar a conocer un crash test protagonizado por dos de sus modelos, con la particularidad de que ambos son eléctricos.
En lo que es una de las primeras pruebas develadas al público con participación de unidades a batería, la firma alemana decidió mostrar cómo se desempeñan un par de sus SUVs integrantes de la familia EQ, dedicada a la motorización eléctrica.
Prueba de choque entre eléctricos: Así fue
Los participantes del test fueron un Mercedes-Benz EQA y un EQS. Como dato de color, ambas máquinas fueron pintadas de naranja, color que se utilizaba en las pruebas cuando se registraban en blanco y negro, debido a que era el que más ayudaba al contraste de la imagen.
A una velocidad de 56 km/h, los SUVs eléctricos impactaron entre sí. El EQA, el más chico en tamaño, fue el que más sufrió las consecuencias, perdiendo una rueda y retrasando su marcha bastante más que el EQS. De todas maneras, ambos culminaron con el frente completamente dañado, tal como debe suceder para que dicho sector absorba el impacto. En general, la marca se mostró conforme con el resultado: “La posibilidad de que los ocupantes sufran lesiones mortales fue muy baja”, comentó Paul Dick, director de Seguridad vehicular de MB.
Un elemento no menor en este tipo de vehículos a la hora de las pruebas de choque radica en sus baterías: un posible daño podría llegar a derivar en un incendio de dimensiones considerables. Finalmente, nada de eso sucedió: “La batería permaneció estable”, expresó Dick.
A continuación, te dejamos el video del crash test. ¿Qué opinas sobre la prueba?
Mercedes-Benz EQS vs Mercedes-Benz EQA: Dos eléctricos se enfrentaron en este "crash test"