El Ford Mustang no es sólo un suceso norteamericano, también lo es para la industria automotriz en general. Junto con el Porsche 911, es uno de los deportivos con más renombre en toda la historia del automóvil (no en vano se han vendido más de 9.2 millones de Mustangs en todo el mundo) y ahora finalmente pudimos ponernos tras el volante de su generación más reciente.
Esta revolucionaria y ahora “globalizada” sexta entrega del Ford Mustang cambió en todos los sentidos, e inclusive abandonó el clásico eje rígido en la parte trasera para actualizarse con una suspensión independiente más cómoda, segura y que cambia totalmente la experiencia al conducirlo.
Aunque ya se cumple un año de que se presentó al mundo por primera vez y desde que dejó marcadas sus “huellas” en Hollywood, el nuevo Mustang se había mantenido hasta hace relativamente poco como todo un misterio. Inclusive cuando se celebró su 50° aniversario en Nueva York no se habían revelado las cifras de potencia oficiales o las versiones que habría del mismo. Por eso, ahora viajamos hasta la ciudad de Los Angeles, California, para conocerlo a fondo y por primera vez conducirlo.
Empezando por el diseño, es realmente espectacular, nuestra parte favorita es la trasera, ya que ahora se marca mucho más la caída del techo hacia el baúl y se nota mejor la forma de Fastback. También está la parte en color negro donde se ubican las ópticas traseras (de LEDs) que le da un toque muy especial y que realmente lo hace ver como todo un exótico, inclusive en las calles de Beverly Hills, Hollywood y Malibu, donde abundan autos deportivos y exéntricos como Bentleys, Rolls-Royce, Ferraris, Lamborghinis, etc.
La carrocería definitivamente es una reinterpretación de todos los rasgos característicos del Mustang, pero ojo, que no es específicamente retro, sino todo un Pony Car de la era moderna. El frente es más afilado y gracias a que ahora es más bajo y ancho, la postura se nota completamente deportiva y agresiva.
Puertas adentro se nota una clara evolución tanto en el diseño como en los materiales empleados para todos los elementos. Cabe recordar que para la generación anterior esto no era su punto fuerte. Los interruptores de metal son realmente fabricados en metal, los plásticos se sienten suaves al tacto y el ensamble ahora se percibe más parecido al de un auto Premium que al de un Ford de entrada, lo cual es muy importante ya que el nuevo Mustang no será precisamente barato.
El habitabilidad interior para el conductor y pasajero es el más generosa de todas las generaciones del modelo, gracias a que aprovecharon absolutamente todos los espacios e hicieron el tablero más delgado debido a que el airbag de rodilla del pasajero ahora está en la guantera. También encontramos detalles interesantes que le suman carisma y personalidad como el caballo que se proyecta en la noche en el suelo cuando uno se aproxima al auto, la placa de 50 años del Mustang en el tablero, los interruptores de estilo aeronáutico en la parte baja de la consola central y la leyenda “Ground Speed” del velocímetro.
Finalmente encontramos muchísimas tecnologías aplicadas en otros modelos de Ford actuales como el sistema de info-entretenimiento MyFord Touch con comandos de voz, navegador GPS, conexiones USB, Bluetooth y auxiliar, la antes mencionada bolsa de aire de rodilla para el pasajero en la guantera, puerto USB que carga los dispositivos dos veces más rápido que uno convencional, cámara de reversa, acceso y arranque del motor mediante llave de presencia, las llamadas Track Apps que monitorean datos como tus tiempos de aceleración de 0 a 100 Km/h y las fuerzas G obtenidas; sistema de monitoreo del punto ciego, limpiaparabrisas y luces automáticas, así como sistema de prevención de colisiones frontales entre otros muchos elementos.
El baúl y las plazas traseras son un poco más espaciosas, además ahora se pueden abatir los respaldos de atrás para ampliar el área de carga en caso de requerir más volumen, de hecho sin abatir los asientos, el baúl admite perfectamente dos bolsas de Golf (al parecer esto ya es una medida establecida), inclusive en las versiones con el sistema de audio de 12 parlantes con subwoofer en el baúl.
Ahora sí, empecemos con la parte técnica y más emocionante del nuevo Ford Mustang 2015.
Si bien los dos propulsores más potentes son tomados de la generación anterior, tanto el V8 como el V6 fueron revisados para entregar más poder, bajar las emisiones contaminantes y reducir el consumo de combustible. De esta forma queda el motor V6 de 3.7L con 300 CV y 380 Nm de torque como el de entrada y el V8 de 5.0L con ahora 435 CV y 541 Nm como el tope de gama. El propulsor de seis cilindros estará disponible únicamente con transmisión automática de seis velocidades, mientras que el de ocho sí contará con versión manual además de la automática, ambas de seis relaciones.
Sin dudas, la gran sorpresa y novedad es la inclusión de un tercer motor que se alinea a la ideología global de la marca con tecnología EcoBoost (de la cual ya se han fabricado más de 2.000.000 de unidades). Éste es un propulsor de sólo cuatro cilindros y 2.3L., pero que fue que gracias a la presencia de un turbo entrega mejores cifras que el más grande V6, con 310 CV y 433 Nm de torque, el cual también se acopla a la transmisión manual o automática de seis en los mercados que ya se ofrece. A nuestro país, aún no está confirmada o negada la llegada de este motor, pero pensamos que tiene grandes posibilidades de hacerlo.
En cuanto a seguridad encontramos todas las asistencias electrónicas como ABS, BA, EBD, Control de Tracción, Control de Estabilidad, además de ocho airbags que protegerán a los ocupantes en caso de que ocurra un impacto.
Durante el lanzamiento mundial pudimos probar las versiones V8 y 4cil. EcoBoost pero gracias a que muchos de los colegas de otros países no saben manejar con tres pedales, nos tocó manejarlos a nosotros. Esto no necesariamente fue algo malo a pesar de que sabemos que la gran mayoría de los clientes estarán buscando las versiones automáticas, ya que en la ruta cercana a la gran ciudad de Los Angeles nos topamos con caminos sinuosos en los que disfrutamos ampliamente realizar los cambios de velocidad de forma manual.
Primero nos subimos al tope de gama con motor V8, el cual cuenta con unos excelentes asientos firmados por Recaro que además de ser cómodos, ofrecen muy buena sujección, aunque hay que decirlo, son de ajuste manual y no eléctrico como los asientos comunes.
Lo primero que notamos es que ya no presenta esos clásicos “saltitos” del eje trasero rígido, ya que la suspensión independiente trasera hace muy bien su trabajo para absorber las imperfecciones del camino. El ronco ruido del motor sin duda es parte de la experiencia al manejar el Mustang GT (con motor V8) y se deja escuchar en la cabina con todo y que aísla muy bien los demás ruidos externos. Esto, en conjunto con los recorridos firmes y apretados de la palanca de cambios, entregan una experiencia 100% deportiva.
Otra novedad en el nuevo Mustang es la capacidad de seleccionar el modo de conducción entre cuatro diferentes configuraciones que se adaptan a situaciones en las que el conductor se puede enfrentar. La primera es el modo Normal que como lo dice su nombre entrega un estilo de conducción promedio. El segundo es el modo Sport, donde se agiliza la respuesta del acelerador, se escucha un poco más el ruido del motor y la dirección es más rígida. El modo Track es el más agresivo, ya que además de hacer lo mismo que el Sport, desactiva el control de tracción para dejarte jugar un poco con el eje trasero en curvas pero mantienendo encendido el control de estabilidad para evitar algún accidente. Finalmente, el modo Wet/Snow hace todo lo contrario al modo Sport, ya que retarda la potencia y pone al máximo las ayudas electrónicas para evitar cualquier tipo de derrape en una superficie de baja adherencia.
El cambio de suspensión tanto trasera como delantera se nota, sobre todo en caminos sinuosos donde el nuevo Mustang apunta perfectamente, se siente ágil, deportivo y casi como un coupé europeo de categoría superior. La dirección, a pesar de ser eléctricamente asistida no se siente entumecida y comunica muy bien lo que sucede con las ruedas delanteras.
Obviamente, con 435 CV la aceleración es todo lo que esperarías de un Muscle Car y el torque está disponible desde la parte baja de tacómetro, posibilitando que hagas los cambios a bajas revoluciones para ahorrar combustible pero sin sacrificar aceleración.
El nuevo Mustang además tiene “juguetes” y gadgets interesantes como las Track Apps que dan muchísima información al conductor en cuanto al desempeño y sistemas, como el Launch Control programable entre las 3.000 y 4.000 rpm o el Line Lock (único hasta ahora) el cual permite al conductor literalmente “quemar neumáticos” a discreción, frenando las ruedas delanteras pero no las traseras, para dejarlas girar libremente con la potencia del motor, creando impresionantes nubes de caucho quemado… eso nos dijeron.
Para terminar, nos subimos a la versión EcoBoost, la cual realmente nos sorprendió con la respuesta del pequeño motor de cuatro cilindros. El torque está presente en todo momento y por lo menos a nivel del mar, nunca sentimos ese característico retardo del turbo a bajas revoluciones. La transmisión es la misma y podemos decir que hicieron un gran trabajo, ya que se puede exprimir muy bien la potencia que ofrece el 2.3L turbo.
Esta generación del Mustang es la que llegará a más mercados que en toda su historia. Son 120 los países donde será comercializado y seguramente Perú estará ahí en algún momento.
¿Qué te parece esta nueva generación del Pony Car? ¿Te gusta más que el Chevrolet Camaro? Déjanos tus comentarios más abajo.
Ford Mustang 2015