Volkswagen presenta la versión convertible del Beetle, modelo que en su tercera generación debutó en nuestro país hacia fines de 2014, y que se destaca por un diseño más masculino que su antecesor, además de incorporar nuevas motorizaciones y un mejorado equipamiento.
Para este año, el Beetle pierde el techo y gana algunas mejoras cosméticas que le otorgan más estilo, pero que también se irán replicando en el modelo coupé. Con el Beetle Cabriolet, son 12 los modelos que Volkswagen ha lanzado en nuestro país, desde que sus operaciones son controladas por una filial directa (Porsche Chile), incluyendo a los nuevos Gol, Saveiro, Voyage, Polo (Hatchback y Sedan), Beetle, Golf (BlueMotion y GTi), Bora, Scirocco y Touareg.
Los cambios estéticos del nuevo Beetle Cabriolet comienzan en el parachoques frontal de tres piezas, más deportivo e inspirado en el Golf. Nuevas llantas de 17 pulgadas, una revisión en el difusor trasero, focos traseros ahumados y un kit con piezas cromadas completan el look. La paleta de colores es más amplia con opción de encargo de no existir stock. Estos 10 colores pueden ser combinados con dos colores distintos para la capota (beige y negro).
La capota se pliega en apenas 9,5 segundos, pudiendo ser abierta a velocidades de hasta 50 km/h.
El interior recibe algunos singulares upgrades, como es un volante forrado en cuero, tapicería de distinto diseño, nuevos insertos en el color de la carrocería y en color grafito para la consola central. Algunos instrumentos también han sido actualizados, incluyendo el sistema multimedia con pantalla táctil de 6,5 pulgadas, 8 parlantes y cámara de retroceso. Así mismo, se añade el hill holder en la lista de equipamiento.
La capota blanda del Beetle es de accionamiento completamente automático. Tan solo presionar un botón sobre el parabrisas y la capota se pliega en apenas 9,5 segundos, pudiendo ser abierta a velocidades de hasta 50 km/h. Sin embargo, lo mejor sobre esta capota, es que no ocupa espacio en el maletero, si bien esta es más pequeña que en el coupé (por perder el portalón con cristal), con 225 litros, sobre los 310 del coupé. Aun asi, la capacidad puede extenderse plegando los asientos traseros.
Con respecto a su motor, se mantiene la unidad 1.4 TSi del coupé, con 160 Hp y 240 Nm de par, asociado a la ya conocida caja automática de doble embrague DSG7. Además, se hereda prácticamente completa la configuración de seguridad, contemplando un indicador de presión de neumáticos, barra antivuelco, 6 Airbags, frenos ABS, control electrónico de tracción y estabilidad, bloqueo electrónico de diferencial, control de regulación de motor, entre otros.
Este nuevo modelo llega en una sola versión a un precio de $17.990.000, proyectando ventas de 20 unidades para lo que queda del año, y ojalá poder duplicar esa cifra para el año siguiente. Son expectativas muy contenidas, pero que hablan del Cabriolet como un modelo muy de nicho en nuestro mercado. Son muy pocos los convertibles existentes en Chile, y aún menos los que se pueden conseguir por menos de 20 millones de pesos: el Mazda MX-5, el Fiat 500 C y el DS3 Cabrio.
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