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Probamos el Honda Civic Coupe 1.5 Turbo 2017

Así como el sedán, el Honda Civic Coupé de décima generación también arriba en configuración Turbo. Similar en todos los aspectos al modelo de 4 puertas, hereda su excelente tren motriz, calidad y tecnología, aunque lamentablemente su precio se hace un tanto elevado para lo que es.

Probamos el Honda Civic Coupe 1.5 Turbo 2017

El Honda Civic es un caso ejemplar de lo que puede llegar a suceder con un ícono, cuando te duermes en los laureles. Amado en todo el mundo, la anterior generación dejó un agrio sabor tanto en los consumidores como en las entidades y medios que se encargan de evaluar autos para ustedes (como nosotros). Fue tanto el impacto, que Honda tuvo que adelantar raudamente el facelift de media vida para no perder tacto.

Es que sabemos que el mundo automotriz está avanzando a pasos muy rápidos y Honda, una marca que por lo general se ubicaba a la vanguardia, no logró desarrollar un correcto producto como el público demandaba, con las excusas de la crisis en Estados Unidos (su mercado principal), creyeron que el público buscaría autos más económicos. Resultó todo lo contrario.

Pero eso ha quedado en el olvido y Honda, en esta décima generación ha vuelto a colocar al Civic muy adelante. Un diseño evolucionado, variedad de plataformas, nuevos motores, mejor conectividad y materiales. Incluso, un motor Turbo, son parte de las novedades que este Civic equipa, novedades que se replican también en esta versión Coupé.

Características técnicas y mecánicas

Bastante similar al sedán que ya probamos, el Civic Coupé mantiene el ancho (1.800 mm) y la batalla (2.700 mm), pero es más corto (4.490 mm) y más bajo (1.390 mm). En todas sus dimensiones es claramente más grande que el Civic Coupé anterior, aparente también de solo mirarlo. Su peso está más cercano a los 1300 kilos, pero podría bajar de existir en Chile versiones menos equipadas, que no es la realidad. El recorte en el largo del sedán, penaliza el maletero del Civic Coupé, pasando de 428 litros a un poco más de 300 litros, extensibles gracias a los asientos traseros plegables..

Ahora donde vemos un cambio bastante importante es en el diseño, conservando la silueta de cuña, pero con el frontal más rectangular, en una larga barra cromada, ópticos de diseño agresivo con tecnología LED y hacia atrás, el regreso de la silueta fastback de los ochenta, popularizada en otros autos más que en los de Honda, pero que es un muy interesante atributo de diseño. Si bien el sedán la replica bastante bien, debemos decir que es en el Coupé donde se luce mucho más. Sumado a una cintura ascendente y a un muy bien jugado diseño de luces traseras, que asemeja un alerón, envolviendo la zaga, definitivamente llama la atención, mucho más incluso que un Civic SI con faldones y alerones. Vale destacar que para evitar que se pierda el sello de los focos en forma de C, el esquema de iluminación se va “difuminando” conforme se acerca al centro del maletero, para un look muy deportivo y distintivo, muy atractivo de noche.

Volviendo al frente, que es prácticamente la única parte que comparten todas las plataformas del Civic, nos encontramos con una nueva motorización, la que por fin hace jubilar la unidad 1.8 litros aspirada que conocíamos de generaciones pasadas. En su lugar y como única oferta para el Coupé, se ubica un propulsor EarthDreams 1.5 Turbo i-VTEC con 174 Hp y 200 Nm de par entre las 1.700 y 5.500 rpm, acoplado a una transmisión automática CVT con modo Sport y Low, sin modo manual, el cual nunca extrañamos mucho en las CVT.

 

Confort y Habitabilidad

Al adentrarnos en el Civic, nos damos cuenta de que su perfil es netamente deportivo, un auto de uso personal. Donde podían caber 5 personas, ahora solo caben 4, dos muy cómodas y otras dos un tanto apretadas atrás, las que tendrán que velar por sus cabezas, ya que la luneta trasera se posa justo sobre ellas. El acceso a las plazas traseras es más cómodo que en la generación anterior, si bien sigue siendo poco práctico. Estando atrás, solo el asiento del pasajero cuenta con un pedal en la parte posterior para reclinar el respaldo más rápido y permitir el descenso. Adelante, nada que decir, buen confort y agarre lateral, prescindiendo claro de ajustes eléctricos, uno de los elementos de confort en el sedán. Al volante, el parabrisas ha retrocedido un poco y nos sentamos más abajo, para una sensación más deportiva. La visibilidad del auto es correcta hasta que te das vuelta, porque el aguzado parabrisas posterior y la cintura alta penalizan la perspectiva.

El diseño general es muy moderno, pero de mayor discreción con respecto al exterior. Como en el Civic Sedán, ya no hay más tablero digital en un compartimiento superior, sino que ahora todo se muestra en un muy bien trabajado clúster con pantalla de alta resolución y dos indicadores extra para la temperatura y el combustible. Sumándose al futurismo, está el nuevo sistema multimedia del Civic, basado aparentemente en Android, con pantalla táctil de 7’’ también de alta resolución, compatibilidad con Apple CarPlay y Android Auto, bluetooth, reproductor de MP3/WMA y con una interfaz dramáticamente superior al sistema anterior.

La consola central es de un diseño bastante especial, comprendiendo diversos espacios porta objetos de buen tamaño. Bajo y tras la consola se ocultan los puertos USB y toma corrientes, incomodos de utilizar pero que, gracias a un conveniente agujero, puedes utilizar ya conectados desde una posición más conveniente (que permite esconder teléfonos y iPods de la vista)

Vale destacar la mejorada calidad en terminaciones. No solo desde la aislación, sino que la materialidad, combinación de polímeros, con superficies brillantes y la tapicería bi-tono, importantes upgrades con respecto al anterior Civic.

El sistema de audio es bastante particular, puesto que para lo poderoso del sistema (180 Watts, 8 parlantes) no cuenta con ajustes de ecualización, más que un modo automático que mejora la ambientación general. Sin embargo, suena tan bien que prácticamente te olvidaras.

La radio, así como el control crucero, son operables desde el volante, el que cuenta con un curioso botón deslizante que cuenta con sensibilidad touch. Si echamos de menos más botones en la consola, que los comandos táctiles, los que varias veces son algo porfiados e incomodos.

En equipamiento, el Honda Civic Coupé 2017 es equivalente con el nivel EXL del Sedán, exceptuando por algunos cambios, por ejemplo, la ausencia de asientos con reglaje eléctrico o cámara lateral para los puntos ciegos. Sin embargo, en su lugar encontramos un practico navegador GPS. A estos se suman el climatizador bizona, sunroof, botón de encendido, llave con encendido remoto, 6 Airbags, freno de estacionamiento eléctrico, cámara de retroceso, control de tracción y estabilidad y neblineros, entre lo principal.

 

Impresión de manejo

Al ponernos al volante del nuevo Civic Coupé inmediatamente se notan las diferencias con el modelo que lo precede. Siendo más grande -que se siente más grande- hay que notar la dieta de 30 kilos y la rigidez aumentada. Sin embargo, el modelo Turbo es marginalmente más pesado, diferencia que no se siente gracias a la potencia del motor.

La dirección cuenta con desmultiplicación variable, se nota en estacionamientos y también en carretera, aunque nos hubiese gustado un poco más de tacto y peso, está muy bien calibrada y permite virajes muy rápidos y precisos, casi como un auto pistero.

Si bien la neutralidad siempre ha sido parte de la concepción del Civic, hay un cambio dramático en la calidad de rodado, más silencioso, copiando muy bien todo el camino, sin ser una jalea o un flagelo para nuestros riñones, está a la altura de los mejores.

Sobre el motor EarthDreams, es sencillamente un motor fabuloso, porque hace bien su trabajo, con elasticidad y excelente potencia. Y si lo manejas con cuidado, podrás lograr cerca de 15 km/l en régimen mixto, con modo Eco activado (homologa 17 km/l según el 3CV), ya que la suficiente cantidad de torque, desde abajo, permite llevarlo con inercia por bastante tiempo, con poco esfuerzo de motor.

Este motor Turbo está asociado a una de las mejores cajas CVT que hemos probado. Claro, no es una manual, no es deportiva (ni siquiera con el modo Sport, que levanta las RPM) pero colabora de gran manera, sin restringir la entrega del motor, incluso cuando tratamos de imprimirle un manejo más deportivo; es un auto rápido, definitivamente. Como nos gustaría probarlo con una manual, para una combinación perfecta de performance, con la que de seguro haríamos el 0-100 en poquito menos de los 7 segundos, que es donde se encuentra este Civic Coupé, tiempo marginalmente menor al del Civic SI anterior.

Conclusión

El Honda Civic de decima generación es un completo regreso a la calidad y tecnología que Honda nos tiene acostumbrados. El ya habitual mantra de “mínimo esfuerzo y máxima eficiencia” nos hace disfrutar de un auto muy fácil y versátil, que no requiere mayores esfuerzos ni concesiones para gozarlo tanto en la ciudad como en la carretera.

Sin embargo, el Civic nuevo tiene un gran talón de Aquiles y que no tiene que ver con la excelencia del producto, sino que con su desmedido precio de $20.990.000, territorio de vehículos Premium de entrada, verdaderos deportivos y crossovers compactos muy bien equipados. Simplemente se torna invisible ante dichas ofertas.

Si bien el sedán se mide en el mismo espacio en el que habitan autos como el Volkswagen Golf, el Peugeot 308, el Mazda3 y el Ford Focus, el Coupé como producto no tiene muchos rivales equivalentes, más que por precio, un Mazda MX-5 o un futuro Hyundai Veloster Turbo.

Fuera del precio, el Civic Coupé es un gran auto, para quienes no quieran o necesiten un deportivo pistero y anden tras la huella de un modelo de uso personal, con estilo, confortable y con ciertas características deportivas. 

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