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Probando el Kia Carens 2017

El monovolumen de Kia recibe un refresco de mediavida que la actualiza con respecto a la gama actual. Sin embargo, lo más llamativo es la adición de una nueva transmisión automática de doble embrague y 7 velocidades.

Probando el Kia Carens 2017

La Kia Carens está con nosotros prácticamente desde que salió al mercado a fines de los noventa. Tras tres generaciones hemos visto su dramática evolución en diseño, hasta la actual iteración, el que corresponde a un facelift del modelo que debutó en nuestro Salón del Automóvil 2012, transformándose en uno de los monovolúmenes de 7 plazas más accesible de nuestro mercado y porque no decirlo, uno de los más atractivos en diseño. La Carens, así como otros modelos similares -como pueden ser un Citroën C4 Picasso- son modelos de una raza en extinción, pero que cuya fortaleza radica en su habitabilidad y modularidad a un precio más razonable que el de un SUV de tamaño completo, especialmente que el combo "7 asientos más caja automática" está en ascenso.

Con los nuevos cambios que recibe la Carens en diseño, muy de la mano con los que ha recibido el Kia Cerato, también llega un añadido en particular, una nueva caja de cambios automática de doble embrague y 7 velocidades, la primera de su tipo para Kia, la que se lleva muy bien con el motor de 1.7 litros Turbodiésel.

Características técnicas y mecánicas

Las medidas de la Carens de tercera generación no se ven alteradas por el facelift, contemplando 4525 mm de largo, 1610 de alto y 1805 de ancho, más una distancia entre ejes de 2750 mm y un peso cercano a los 1.600 kilos. Su rival francés, el Citroën C4 Picasso es más corto (4438 mm), más ancho (1826 mm) y mantiene el mismo alto. Sin embargo, la distancia entre ejes de 2785 mm lo pone en ventaja, además de tener un peso ligeramente más contenido. Ahora, la situación se da vuelta al saber que la Carens sienta a 7, mientras que el Citroën solo a 5. Para sentar a 7, nos tenemos que subir a un Grand Picasso, con 4597 mm de largo y 1638 de alto, manteniendo el ancho, pero creciendo hasta los 2840 mm entre ejes, largo que le ayuda a conformar un maletero más amplio.

Sobre el diseño, nos encontramos con un restyling que une los focos de nuevo diseño y con tecnología LED, con una parrilla más prominente. El parachoques es más agresivo y cuenta con un discreto difusor en color aluminio en la parte inferior. Hacia la parte posterior no hay mayores cambios que valga la pena mencionar, salvo un spoiler.

Lo que sí vale mencionar es el tren mecánico de la Carens, una unidad 1.7 CRDi Turbo Intercooler de 140 Hp y 340 Nm de par, asociado a una nueva transmisión de 7 velocidades y doble embrague. Con el tema del consumo, esta caja de 7 velocidades hace que la Carens 2017 homologue 15,7 km/l en ciudad y 21 km/l en carretera, comparado al modelo anterior con caja automática que logra 12 km/l en ciudad y 19 km/l en carretera. Aun así, el propulsor 1.6 HDi de Citroën supera al coreano, entregando de 18 a 19 km/l en ciudad, dependiendo de la opción de transmisión y sistema Start/Stop.

Confort y habitabilidad

En el interior se mantiene el espíritu moderno por el que ya es conocido Kia y entregando algunas soluciones prácticas para los ocupantes. Esto tiene que ver con bandejas multiuso para los asientos centrales y tapicería de fácil limpieza, especial para cuando se llevan niños. Al volante, se percibe una posición muy cómoda, puesto que es bastante parecida a la de un auto, solo que algo más alta. Los materiales son correctos, pero se echa de menos una apariencia más fina, en especial de la extensa moldura en color aluminio que decora la consola. También tenemos reparos con algunos elementos de equipamiento que se perciben muy pobres para lo que se paga, como es un computador a bordo muy pequeño y anticuado, un sistema de audio con pantalla táctil y a color, pero también, muy pequeño, junto a un climatizador de diseño austero.

Entre el equipamiento de esta versión, encontramos modo Active ECO, que aletarga la respuesta del acelerador para un manejo más medido, programa FlexSteer para ajustar la sensibilidad del volante, smart key con botón de partida, freno de mano eléctrico, sensores delanteros y traseros, cámara de retroceso, hill assist, control crucero, techo panoramico con sunroof, control de estabilidad, asientos abatibles, espejos eléctricos y térmicos, además de 6 Airbags. Eso sí, es una lástima que con respecto a seguridad, el control de estabilidad, así como los Airbags laterales y de cortina, solo sean propios del equipamiento full.

Sobre la vida a bordo, Carens sienta a 7 pasajeros, cada uno en asientos individuales. En la segunda corrida, el asiento central es más pequeño y al plegarse se transforma en una bandeja con posavasos. La tercera corrida exhibe asientos de tipo auxiliar, los cuales son un poco incomodos por lo bajo del cojin. Con ellos desplegados se totaliza un maletero de 103 litros apenas, muy poco comparado con los 492 litros que deja cuando se pliegan, los cuales se ven muy cercanos a otros crossovers más grandes y que llevan a 7, como pueden ser la Chevrolet Orlando o la Mitsubishi Outlander.

Impresión de manejo

Lo vamos a admitir. Nunca hemos sido muy fanáticos de las transmisiones automáticas de Kia. En la mayoría de los casos están solo diseñadas para ser una alternativa más cómoda a la conducción, pero no son las más hábiles para extraer la potencia de sus motores y tampoco para ahorrar combustible. Todo eso cambia con la nueva caja automática de doble embrague y 7 velocidades. En este caso, el único reparo que tenemos con ella, es el acople de la primera marcha, un tanto lento, clásico de este formato y sensación que también hemos sentido en productos del Grupo Volkswagen. Ahora los cambios son mucho más diligentes y la caja se percibe mucho más inteligente en su operación, acompañando muy bien el empuje de la planta 1.7. No, no es una caja deportiva y no esperes que sea muy agresiva, pero el cambio es muy notorio. Esperamos que esta transmisión llegue pronto a otros modelos de la marca, aunque también sabemos que no lo hará en modelos más grandes, puesto que está diseñada para aguantar un máximo de 350 Nm de torque.

Si a esto le sumamos una muy buena calidad de rodado, basada en una suspensión equilibrada que inmediatamente nos recuerda al Cerato, nos queda un modelo perfecto para carretera, que se muestra rápido para un vehículo familiar, elástico en su entrega de potencia y capaz de recorrer varios kilómetros sin gastar mucho combustible. Hay un talón de Aquiles, que tiene que ver con la dirección, si bien esta contempla tres tipos de sensibilidades, sigue siendo un tanto blanda, lo que al realizar algún tipo de maniobras, deja entrever algunas oscilaciones laterales. La velocidad no se siente mucho, por lo que es fácil pillarse a velocidades sobre las permitidas. El modo Active Eco, la verdad, no se percibe mucho, siendo que su función principal es "capar" algo de la entrega mecánica, en pos de maximizar la economía del modelo. Debido a lo bien que se lleva la caja con el motor, y los 340 Nm de par, nunca se siente falto de potencia.

En ciudad, la Carens se percibe ágil y fácil de maniobrar, puede moverse a bajas revoluciones, consumiendo muy poco, aunque por lo entretenido del motor, nos encontramos pisándolo un poco más de lo normal. En ciudad logramos entre 13 a 15 km/l, marginalmente menos que lo que indica el 3CV y con una desviación que consideramos adecuada, dado que las pruebas de homologación son muy estériles.

Conclusiones

La Kia Carens en sus modelos de entrada, sigue siendo uno de los 7 plazas más asequibles del mercado, sin contar a los monovolúmenes más compactos como pueden ser un Suzuki Ertiga o un Chevrolet Spin. El escalafón siguiente es la Carens, la cual es un excelente vehículo familiar con una habitabilidad comparable a la de un SUV, ideal para quienes no requieran de un despeje mayor al suelo y quieran contar con mayor confort en las plazas traseras. Ahora, las plazas auxiliares son más bien para niños y penalizan el espacio en el maletero. También es un buen modelo para 5 personas y que ocasionalmente requieran de la tercera corrida, quienes podrán disfrutar de amplio confort y espacio, en un modelo que se asemeja bastante a la SsangYong XLV. El modelo full lamentablemente se nos antoja algo caro para lo que podría ofrecer otros tipos de segmentos en ese precio.

Ahora, es una lástima encontrarse nuevamente con un producto de Kia que sacrifica elementos de seguridad en los modelos que no son full, como es el control de estabilidad y los 6 Airbags, especialmente si hablamos de un vehículo familiar. Además se echa de menos algunos elementos tecnológicos que ya se incorporan en modelos de ese rango de precios, como un climatizador electrónico dual, un computador a bordo más completo y un sistema multimedia más grande y actualizado, elementos que si contempla Citroën con la C4 Picasso y que ponen al modelo francés sobre el coreano en su relación precio / equipamiento. Hay un punto a favor con la Carens que es su durabilidad, al lado de los más refinados modelos franceses, y que si bien es menos elegante o sofisticada, aguantará mejor el trajín de una familia activa o de niños inquietos.

Lo positivo es que ahora, con la nueva transmisión de doble embrague, nadie se quejara que al Kia le falta diligencia en su empuje, haciéndolo un modelo más atractivo que al anterior.

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