La temporada 2017 del World Rally Championship (WRC) comenzó de manera espectacular, con la victoria del multicampeón Sébastien Ogier en Montecarlo y el triunfo de Jari-Matti Latvala en Suecia. Justamente fue en ese país escandinavo donde la Federación Internacional del Automóvil (FIA), puso el grito en el cielo luego de la cancelación de la etapa 12 del circuito Al parecer, los autos son demasiado rápidos.
Así es, en ciertos trayectos de la pista, que para colmo es sobre nieve, los autos del WRC tocaron un techo de más de 130 km/h, mientras que la FIA no quiere nada mayor a 128 Km/h. Jarmo Mahonen, ejecutivo de la FIA, fue tajante respecto a ello al decir que “esta situación nos deja la enseñanza que debemos estar más atentos a las nuevas etapas que los organizadores quieran agregar”.
Sin embargo, la lógica indica que nadie quiere ver una categoría bajando sus velocidades, por lo que Mahonen advirtió que entiende “que los organizadores quieran etapas más rápidas”, aunque ratificó que la FIA no quiere velocidades muy altas.
Sin dudas para la FIA siempre estará el fantasma del malogrado Grupo B, donde los autos por su espectacular potencia y velocidad fueron protagonistas de brutales accidentes, lo que culminó en la restricción de dicha homologación y la instauración del Grupo A, antecesor de la categoria WRC.
