El Bugatti Chiron es una máquina de temer. Junto con los Pagani y los Koenigsegg, se encuentra en el olimpo de los hiperdeportivos, por su avanzado y exclusivo nivel de desarrollo. Pero, para que estamos con cosas. Lo que más nos entusiasma del Chiron es su motor.
Con un nuevo W16 Quad Turbo de 8 litros, el Chiron desarrolla 1479 Hp a las 6700 vueltas del motor, mientras genera un torque máximo de 1600 Nm, entre las dos mil y las seis mil revoluciones por minuto. Parece similar a la mecánica del Veyron, su antecesor, pero es exactamente eso mismo, lo increíble del Chiron, el hecho de que los ingenieros, lograron ir tras lo insuperable, mejorando minuciosamente cada detalle, cada compuesto, cada elemento del motor para que rindiera aún más allá de los limites conocidos.
Si ya en el papel, ver tantos números nos pone la piel de gallina, imagínense lo que debe ser estar al volante de un Chiron. Supongo que Bugatti también les entregó pañales a los chicos de Evo, en caso de que la emoción se les desborde.