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Probando el Renault Oroch 2018

Este nuevo compacto de la firma del rombo toma todo lo bueno de un SUV robusto como el Duster y le añade la funcionalidad de una pick-up.

Probando el Renault Oroch 2018

Las pick-up compactas son un invento de la industria brasileña de los años 80, y muy exitoso, por lo demás. Ante la imposibilidad de producir una camioneta mediana real por falta de recursos, las marcas más masivas en Brasil utilizaron sus plataformas de autos compactos y las reforzaron para ofrecer pick-ups pequeñas en tamaño, y con capacidades de carga reducidas, en torno a los 500 kilos.

La Saveiro de Volkswagen, la Strada de Fiat y la Montana de Chevrolet fueron las únicas exponentes por largo tiempo. El formato tradicional era cabina simple, equipamiento básico y enfoque en el trabajo, pero con el paso del tiempo aparecieron variantes de cabina y media o doble cabina, más equipadas, con look aventuero y dirigidas a un concepto de estilo de vida al aire libre.

Otras firmas lo intentaron con nulo éxito, como Peugeot, eso hasta ahora que se sumó Renault, pero lo hizo con una propuesta un poco distinta: un modelo más grande, más habitable y más robusto, basado en un SUV y no en un hatch. Así nació el Oroch (ve aquí nuestra primera toma de contacto realizada en Argentina en 2016).

Porque este modelo que se lanzó hacia fines de 2017 en Chile es precisamente eso: una Duster con pick-up, y me parece que es una tremenda fórmula. Sigue siendo del segmento B, pero agrandado en tamaño, con capacidad para llevar cinco pesonas cómodas, con todo el equipamiento y la funcionalidad de un SUV. Es más una camioneta de uso recreativo que de trabajo, que apunta a ganarle terreno a los SUV pequeños más que a las propias pick-ups compactas.

La Oroch nace de la creatividad de dos ingenieros argentinos (puedes ller la historia acá), quienes tomaron la plataforma del Duster levemente extendida, la dotaron de buenas suspensiones, le mantuvieron el look exterior del SUV y le añadieron una caja de carga de 650 kilos. La idea era que cupieran motos o quads sobre ella. Y caben.

La Renault Oroch se vende en Chile en dos versiones, Zen e Intens, ambas con tracción simple y con caja mecánica. La primera cuenta con un motor 1.6 litros con 110 Hp  y 147 Nm de par ($8.490.000 + IVA), y la segunda con el bloque 2.0 litros de 143 Hp y 198 Nm ($9.490.000 + IVA), que fue nuestra unidad de pruebas.

La base Duster

La Oroch toma prácticamente todo de la Duster, un modelo que ha demostrado en todas partes que es uno de los mejores SUV compactos en su relación precio/producto.

Como la base fue extendida para hacer caber el pick-up, mide 4.700 mm de largo, casi lo mismo que un Koleos. Esto significa que suma 360 mm más que el SUV, 150 mm de ellos entre los ejes. La altura también es distinta: 1.694 mm considerando las barras superiores disponibles en la versión Intens.

Respecto de la caja, esta mide 117 cm de ancho y 135 cm de profundidad, permitiendo cargar 650 kilos, quedando a mitad de camino de las pick-ups compactas y las medianas. En nuestra prueba cargamos tres bicicletas sobre la cubierta plástica y entraron sin ningún problema, utilizando algunos de los ocho anillos de enganches disponibles para amarrarlas.

Para soportar estos niveles de carga adicional pero sin perder el confort de marcha, Renault configuró la Oroch con suspensión delantera McPherson y trasera Multilink.

En materia de diseño ofrece el mismo estilo outdoors profundo de la Duster, robusto y agresivo. Las similitudes parten en el frontal, que son idénticos (parrilla cromada, logo del rombo grande, grupos ópticos de buen tamaño), y se mantienen por los costados hasta el pilar C, donde se inserta el pick-up.

Cuenta con protecciones recorriendo el contorno, quizás algo más de plástico en los guardabarros y zócalo, ofrece un buen despeje al piso de 206 mm, llantas de 16” y las mencionadas barras en el techo. En la zaga se añaden grupos ópticos de buen tamaño.

Para quienes buscan mayor funcionalidad, Renault ofrecerá una gama completa de accesorios, incluyendo focos auxiliares, capota de lona, extensor de maletero (para poder llevar una moto), barras protectoras para la luneta trasera, barras transversales, porta bicicletas, pisos de goma, caja multipropósito, pisaderas y gancho de arrastre.

Habitáculo de SUV

Donde también se aprecia su origen SUV es en el habitáculo, partiendo por las cuatro puertas y cinco plazas, que ya hacen una diferencia insalvable para la Saveiro y la Strada. Hay suficiente espacio disponible para piernas y cabeza de adultos, con menos holgura a la altura de los hombros. Pero tres niños se sentirán a sus anchas en este espacio.

La posición de conducción es alta y también lo son los asientos posteriores, aunque en este caso el respaldo se siente algo vertical. La butaca principal tiene ajuste en altura, por lo que la mejor posición de manejo se consigue muy fácil.

El diseño del tablero es semejante al Duster, simple y con pocos botones, y una materialidad que no destaca por su sofisticación, con plásticos duros y de bajo costo mezclados con algunos insertos tipo piano black.

Al medio de todo se coloca la pantalla táctil de 7” del sistema de infoentretenimiento MediaNav 2.0 (versión Intens solamente), que combina navegador GPS, bluetooth, música por streaming, mandos por voz y radio, aunque no conectividad a Apple CarPlay y Android Auto. Tampoco me gustó su posición, ya que hay que bajar mucho la vista para ver lo que se quiere.

En cuanto a equipamiento, nuestra versión de pruebas ofrece doble airbag frontal, frenos ABS con EBD, volante multifunción, vidrios y espejos eléctricos, cierre centralizado, aire acondicionado, computador a bordo, neblineros, sensor de retroceso y control crucero. La camioneta es larga y el final se pierde en el espejo, por lo que extrañamos una cámara de retroceso.

¿Lo mejor del habitáculo? Es amplio y amigable con el usuario, no cuesta nada acostumbrarse a todo lo que ofrece. Y hay muchos espacios para dejar cosas.

Buen andar

Como explicábamos antes, el motor de nuestra unidad de pruebas es el 2.0 litros de 143 Hp y 198 Nm de par, asociado a una caja mecánica de seis velocidades. Es el mismo tren motriz del Duster, algo que parecía obvio.

Este motor incluye un modo Eco que gestiona las aceleraciones buscando mejorar la eficiencia. Si bien la marca homologa unos 12 km/litro en ciclo mixto, en nuestra prueba estuvimos apenas por encima de los 10, consumos que ya conocimos en el Duster.

Este bloque de cuatro cilindros tiene larga data en la marca y siempre ha respondido de buena manera. Sin ser demasiado agresivo, es ágil de respuesta ante el requerimiento del conductor, y escalona progresivamente hasta alcanzar su mejor rango de uso, entre 2.500 y 3.300 rpm.

Gracias a que su par máximo está relativamente bajo (3.250 rpm), resulta ser sumamente elástico y se puede conducir entre cuarta y quinta sin problemas incluso en la ciudad. Las recuperaciones en sexta son muy adecuadas, incluso cuando se va con carga.

Respecto del chasis, nos encontramos con una buena suspensión, con un enfoque mixto que privilegia el confort por sobre la rigidez. Esto hace que sea muy agradable de conducir en la ciudad o en caminos de tierra, aunque tiende a balancear cuando se fuerza en zonas de curvas.

No pudimos realizar una prueba con carga cercana al máximo, así que no sabemos cómo se comporta en esas situaciones.

La dirección es suave, no tan directa como nos gustaría, pero el Oroch se deja manejar bien en todas las condiciones, como si fuera un SUV.

Conclusiones

Gran producto este Renault Oroch, y por eso le ha ido tan bien en ventas. Es como tener un SUV con la funcionalidad de una pick-up. Permite transportar carga, bicicletas, motos o lo que estime pertinente por debajo de los 650 kilos, y esa es una ventaja no menor.

Es amplio por dentro, tiene cinco plazas reales, y además está bien equipado. Y en la ruta se percibe que está bien insonorizado.

Obviamente que no es una pick-up de trabajo, sino más bien de entretención, y quizás esa sea su ventaja. Mal que mal, las nuevas tendencias indican que la gente busca autos multifunción para satisfacer todos los gustos.

 

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