Esta vez, la administración de Trump anunció que examinaría los estándares de emisiones y consumo de combustible para automóviles y camiones año modelo 2022-2025, a la vez que se hizo mención que las normas acordadas durante el mandato del presidente Obama "no son apropiadas".
"La determinación de la administración Obama fue incorrecta", dijo Scott Pruitt, Administrador de la U.S. Environmental Protection Agency (EPA). "La EPA de Obama cortó el proceso de Midterm Evaluation -Evaluación de Medio- Término con una conveniencia políticamente cargada, hizo suposiciones sobre los estándares que no se ajustaban a la realidad y estableció estándares demasiado altos".
Según la Clean Air Act -Ley de Aire Limpio (CAA)-, la EPA establece normas nacionales para las emisiones de ciertos gases contaminantes en las salidas de escape de los vehículos. A través de una exención de CAA otorgada por la EPA, California puede imponer normas más estrictas para las emisiones contaminantes en los vehículos.
De esta forma, varios estados, encabezados por California, probablemente presionarán a los tribunales para abolir estos estrictos estándares, lo que podría obligar a los fabricantes de automóviles a producir diferentes automóviles para la venta en diferentes áreas. Mientras tanto, los ambientalistas argumentan que cualquier retroceso dañará la salud humana y exacerbará el cambio climático.
"Esta decisión de la administración de Trump generaría un retroceso en cuestión medioambiental, al poner en peligro exitosas medidas que trabajan para limpiar el aire, ahorrar dinero a los conductores e impulsar la innovación tecnológica que genera empleos", dijo Luke Tonachel, Director de Clean Vehicles del Consejo de Defensa de Recursos Naturales y Proyecto de Combustibles.
Por otro lado, los fabricantes de automóviles, mencionaron que el fallo de la EPA era el correcto para mantener precios accesibles en los vehículos y permitir que las empresas tomaran la iniciativa para determinar la mejor manera de aumentar los estándares de ahorro de combustible y proteger sus resultados.
"Esta es la decisión correcta, y apoyamos a la administración para llevar a cabo un esfuerzo basado en datos y un programa nacional único, ya que trabaja para finalizar estándares futuros", dijo Gloria Bergquist, Vicepresidenta de la Alianza de Fabricantes de Automóviles, un grupo comercial que representa a General Motors, Ford, Fiat Chrysler y otras empresas.
“Para garantizar una mejora continua de la economía de combustible, lo más sabio es mantener los vehículos nuevos a un precio asequible para que más consumidores puedan reemplazar su automóvil antiguo con un nuevo vehículo que consuma mucho menos combustible", agregó Bergquist.
Aunque muchos apoyan este cambio, no hay garantía de que tal esfuerzo tenga éxito. Y es que el fiscal general de California, Xavier Becerra, presentó el año pasado una demanda junto con otros estados en un intento de obligar a la administración de Trump a cumplir con dichos estándares.
Como recordaremos, los fabricantes de automóviles, funcionarios estatales, ambientalistas y reguladores federales habían acordado en 2012 aumentar los estándares de eficiencia de combustible a un promedio de 34.5 mpg en 2016 en toda la flota de autos y camiones estadounidenses, y la cifra aumentaría a 54.5 mpg en 2025.
Pero ese proceso requería una revisión de mitad de período, durante la cual los fabricantes de automóviles y otros querían que se revisara. Antes de que Obama dejara el cargo a comienzos de 2017, la EPA emitió un dictamen para mantener el número más alto, en tanto que el presidente Trump dejó en claro el año pasado que tenía la intención revisar estas cifras.