La actualización de la familia de modelos de Volvo va viento en popa. Con dos plataformas modulares y una familia de motores ultra flexible a disposición, la marca ha ido renovando su gama a un rito vertiginoso.
Así, desde la aparición del nuevo XC90 en el Salón de Paris 2014, Volvo ha lanzado el sedán S90, los station wagon V90 y V90 Cross Couuntry, los SUV XC60 y XC40, siendo el último en la lista el hermoso V60, develado hace unas semanas en Ginebra.
Siete vehículos totalmente renovados, que no son los últimos, ya que está pronto a develarse el sedán S60, y para el próximo año se espera el arribo del V40, el último de los modelos programados para la década.
Y es que la marca tiene contemplado comenzar con la electrificación total de su gama, antes de añadir nuevos modelos de nicho. Según han comentado algunos ejecutivos del Volvo, con el S60 y V40 se cierra un ciclo, se cubrirá más del 90% del mercado, por lo que nuevos modelos sólo provocarían la pérdida de tiempo y recursos.
“Sería magnífico tener un convertible o un coupé. Son la guinda de la torta para cualquier marca, pero no los necesitamos para sobrevivir. Ya cubrimos el 98% del mercado con nuestra gama actual, y tenemos nuestras metas muy ambiciosas en electrificación, que nos obligan a expandir nuestras versiones con este tipo de motricidad”, indicó Lex Kerssemakers, el presidente de Volvo para Europa, Africa y Oriente Medio, a la revista británica Autocar.
Al igual como ha ocurrido con los modelos más grandes, como la gama 90, el nuevo S60 (que podría lucir tal cual se ve en el render que acompaña esta crónica, gentileza de Motor1) dispondrá de dos versiones plug-in hybrid: la T6 con 340 Hp y la T8 con 390 caballos. Y para fines de este año se espera la versión híbrida enchufable del XC40.
Vale recordar que hace unos meses, Volvo anunció que la totalidad de su gama tendrá versión enchufable y/o 100% eléctricas.
