Con el Polo había una deuda importante, considerando lo débil de su anterior iteración, el cual no provenía exactamente de Europa. Gracias a modelos como el Peugeot 208 y el Ford Fiesta, el segmento de los hatchbacks tuvo una marcada reposición, con mucha seguridad y tecnología. Rivales como el Opel Corsa, el Škoda Fabia y el Renault Clio IV, siguieron esta senda, al igual que el Citroën C3 y el Mazda2. Claro que mientras muchos de estos modelos ya están ad-portas de recibir una nueva generación, el Polo llega un tanto tarde, no exento de mejoras. ¿Qué tal es? ¿Cómo se equipara a sus rivales?
Diseño y dimensiones
El Polo aumenta su distancia entre ejes (2.565 mm), crece en su longitud (4.057 mm) y también en su ancho (1.751 mm). Al pasar de los 4 metros se hace un poco más largo que un 208, un Fabia o un C3. Otros autos que pasan los 4 metros son el Corsa, el Hyundai i20 y el Renault Clio. Su maletero de 300 litros es adecuado y se coloca por sobre la media, extensible gracias al plegado de sus asientos y con una bandeja de doble nivel, para ocultar cosas de la vista. Ojo, que el respaldo del asiento del copiloto, se pliega completamente sobre el cojín, lo que permite incluso extender la carga, en caso de que lo requieras.
Ya que hablamos de maletero, vale mencionar que el Polo, curiosamente, no tiene ninguna manilla para abrir la maleta. Solo puedes hacerlo con un botón al interior del auto, o con el control remoto. Es un punto grande en contra.
De estilo, a lo lejos, podrás darte cuenta que el Polo no ha cambiado mucho en su esencia, pero al acercarnos, vamos encontrando cosas interesantes y frescas. Por ejemplo, el listón de color carroceria sobre la parrilla, que permite bajar visualmente la trompa para un look más deportivo. Esta parrilla cuenta con un borde cromado que se introduce en los focos, dando una sensación de unidad, igual que en la parte inferior de la toma de aire que llega hasta los ópticos auxiliares (neblineros y LED). Hacia el perfil, una línea de carácter en forma de flecha y que nace desde la insignia de versión, aporta en dinamismo y en otorgarle algo de contenido al sobrio perfil del Polo. Atrás, como es natural, encontramos focos con carcasas en 3D y un muy bonito difusor en la parte baja del parachoques. Rematan el look, llantas negras lacadas de 17", aunque claro, hablamos de la versión Limited tope de gama, por lo que las llantas serán más pequeñas en otros niveles.
A la postre, nos encontramos con que el Polo apunta sutilezas que buscan desmarcarlo de modelos como el Golf. Tiene muy buenas proporciones, que le gustaran mucho a quienes anden buscando un auto de presencia más tradicional, al lado del Clio IV mucho más pasional y deportivo, o a los que a veces llamamos "herederos del Yaris", como hatchbacks de frontal muy aguzado y cola alta.
Equipamiento e interior
Es aquí donde está el cambio más radical en diseño y no solo para el Polo, sino que para toda la familia Volkswagen. Esto queda de manifiesto al ver como la pantalla del sistema multimedia queda al mismo nivel que la del clúster, relegando los aireadores a un segundo nivel. También destaca el hecho de que viene con un soporte de celular de fábrica sobre el torpedo, aunque este luce un poco barato, si bien es un interesante añadido. En conjunto con las molduras brillantes y los acentos en color piano black, hay un salto radical en calidad percibida versus el modelo anterior. Aunque solo percibida, puesto que, al comenzar a tocar los plásticos, nos lamenta informarles que no son de lo mejor. En efecto, son muy duros y no se corresponden por ningún motivo al segmento. Lo peor: nos han contado que el modelo europeo es igual. ¿Por qué eres así Volkswagen?
Para camuflar lo de los plásticos, al menos en nuestra versión Highline Limited gozamos de volante de cuero y asientos de eco cuero bitono, los cuales son un poco planos y duros para nuestro gusto, pero de buen aspecto.
La postura al volante es cómoda y te deja todo a la mano. Los asientos de atrás son más bien para 4 que para 5. Hay un puerto USB disponible en las plazas traseras para que tus amigos puedan cargar sus teléfonos, práctico y conveniente en esta era.
Como hemos señalado antes, Polo se ofrece en cuatro niveles de equipamiento. El modelo Trendline, presenta espejos y alzavidrios eléctricos, alarma volumétrica, computador a bordo "Basic", sistema de audio con Bluetooth, USB y 4 parlantes, además de aire acondicionado. Es el modelo base.
Sobre el Trendline, aparece el Comfortline, que agrega llantas de aleación de 15", neblineros con función cornering, apoyabrazos delantero, computador a bordo "Plus", palanca de cambio de cuero (solo 6AT) sistema de audio "Composition Touch" con panel táctil de 6,5", 6 parlantes y soporte App Connect, así como compatibilidad para Apple CarPlay, volante multifunción ajustable en altura y profundidad, además de sensores de estacionamiento delanteros y traseros.
El Highline es prácticamente el modelo tope de línea, sumando llantas de 16", pack de cuero sintético (pomos, tapices, volante), asistente para arranque en pendientes, levas de cambio al volante (solo 6AT), climatizador automático, cámara de retroceso, control crucero, encendido automático de luces y limpiaparabrisas, focos con función Coming-Home, retrovisor interior electrocromático y acceso Keyless con botón de encendido.
Finalmente, la versión que ilustra nuestra prueba, la versión Limited, se desmarca con dos elementos que vale la pena mencionar y que presenta dos grandes innovaciones que lo acercan bastante más al Polo Europeo. Primero, el clúster virtual Active Info Display de 10,25", inédito en el segmento y que ofrece información clara de todos los instrumentos, muy personalizable al gusto de cualquiera y que ya pudimos disfrutar en otros modelos de la marca como el Golf R. Lo mejor, no tuvimos problemas con el reflejo de la luz, algo clásico de estas pantallas, así que se lleva nuestro aprecio. Lo segundo es el poderoso sistema multimedia "Discover Media" con una pantalla táctil de 8" que incorpora comandos por voz a todo lo que ya ofrecen los otros sistemas anteriores y que también pudimos ver en autos como el Golf y el Atlas.
El único problema de estos chiches, es el elevado precio que se paga por obtenerlos, acercándonos peligrosamente a cifras donde perfectamente podríamos comprar un auto más grande y de otro segmento.
Seguridad
Afortunadamente, el Polo es un auto muy seguro. especialmente desde la versión Confortline en adelante. Todas las versiones cuentan con 4 Airbags, frenos ABS, anclajes ISOFIX e inmovilizador electrónico. Desde la versión Comfortline 6AT se añade el sistema de regulación del motor (MSR), control de estabilidad (ESC), control de tracción (ASR) y bloqueo electrónico de diferencial delantero (EDS). Vale destacar que el Polo ya fue evaluado en Latin NCAP donde obtuvo 5 estrellas en protección para ocupantes y 5 estrellas en la prueba de impactos con sillas para niño, transformándose en uno de los autos más seguros evaluados en Latinoamérica, considerando que además se fabrica en la región. Con 6 Airbags en lugar de 4, nos hubiésemos quedado más conformes aún.
Manejo
El Polo es motivado por una versión muy evolucionada de la unidad EA211. Como ya detallamos en la nota de lanzamiento, sus principales modificaciones están en la fabricación y diseño de su block, en aluminio y que incorpora el colector de escape directamente en su estructura, lo que ayuda a bajar el peso de la unidad motriz en un 30%. Así mismo, el hecho de que cuente con doble árbol de levas a la cabeza y 16 válvulas, mejora su rendimiento en un 10% y reduce las emisiones de CO2 en un 20%. Esta unidad, con 110 Hp y 155 Nm de torque, se asocia a una caja manual de 5 velocidades o una automática Tiptronic de 6 con modo Sport, que es el caso de nuestra versión Limited.
Y es aquí donde nos vamos a detener un poco, porque si bien la caja de cambios tiene todo lo que nos gustaría encontrar en una transmisión moderna, la verdad es que es una transmisión poco inteligente para administrar la potencia del Polo. Cambios muy altos, poca eficacia en donde pasarlos, se traduce finalmente en una experiencia de manejo un poco molesta, obligándote a usar el modo manual, especialmente si queremos sacarle más rendimiento, porque el Polo también falla en ese aspecto, puesto que, por muy evolucionado que está este motor 1.6, no es peso para los pequeños propulsores de entre 900cc y 1.2 litros Turbo que usan los Renault Clio, Škoda Fabia o Peugeot 208, con cifras muy ecológicas de entre los 13 y 15 km/l en ciudad (sin contar que el 208 logra 17 km/l). Incluso, el Mazda2, con un motor de 1.5 litros, se acerca a estas cifras.
Los únicos autos que se parece bastante al Polo en dicho aspecto, son el Ford Fiesta, de similar procedencia y 1.6, junto con el Kia Rio5, de motores 1.4 y 1.6 de performance en consumo similar. Los tiempos cambian y Mercosur tendrá que ponerse al corriente, si quieren despegarse de los 10 a 11 km/l en ciudad, donde nosotros logramos un poco menos de 10. Con una caja manual de 6 velocidades o una gestión de caja, el motor podría rendir más, siendo que en lo general el motor anda muy bien, es progresivo y silencioso, pero si Volkswagen quiere desmarcar al Polo realmente, van a tener que hacerse de un propulsor nuevo.
Y es una pena, porque en general, aunque es de tacto un poco más firme, el Polo es un auto de impecable andar, dotado de una dirección, aunque poco comunicativa, ágil, de agradable sensibilidad y buen radio de giro para su uso en ciudad. A esto debemos añadir todos los beneficios que le da la plataforma modular MQB, haciendo al Polo un auto más sólido, de tacto firme y andar insonorizado; más refinado si quisiéramos llamarlo de alguna manera.
Conclusiones
El Polo es un mejor auto, sin lugar a dudas, que su anterior iteración. Si obviamos a la versión base, podemos también decir que es un auto muy seguro y que cuenta con todos los elementos tecnológicos necesarios de un auto moderno, con claras opciones a elevar esa dotación. Su plataforma también lo hace un auto de andar refinado, que dobla con agilidad y frena muy bien.
Claro que su motor, aunque remozado, no es rival para los propulsores Turbo de la competencia, si bien es de suave andar y con un consumo acorde a sus rivales de mecánica aspirada, siempre que pidas la opción manual. La caja automática nos decepcionó por su gestión, al igual que los plásticos del interior y el hecho de que no tenga una manilla para abrir la maleta.
Finalmente llegamos a los precios, donde el Polo parte en los 9 millones aproximadamente, para ir escalando hasta los casi 14.2 millones de pesos que cuesta la versión Limited. Por maravillosa que sea la tecnología aplicada en sus pantallas, 14 millones de pesos es una cifra muy alta. En ese sentido, si te gustó lo que ofrece el Polo (su diseño, espacio, mix de equipamiento y seguridad) lo mejor es irse por las versiones Confortline o Highline, que pueden de alguna manera equipararse a las versiones medias/altas de sus rivales y donde podrás disfrutar de esta sexta generación, con valores entre los 10 y 11.5 millones de pesos, sacando a la versión Highline 6AT.
¿Y el Virtus? Siendo la versión sedán del Polo, no cambia mucho, pero ya te comentaremos sus diferencias, en otro test.