Presentado durante el año pasado en otros mercados, el Camaro de sexta generación recibe un nuevo rostro, porque claro, si el Mustang ya se renovó, no hay que quedarse atrás. Este nuevo rediseño del Camaro, está inspirado en el concept que fue usado, como ha sido la tónica estos últimos años, como la carrocería de Bumblebee, el famoso Autobot de la saga Transformers.
Novedades estéticas, la más aparente, es su "boca negra". No hemos querido acotar más sobre este nombre, puesto que está más asociado a Seat, una marca muy alejada de Chevrolet, pero no deja de sorprender por lo agresiva de la propuesta, si bien, a muchos no les ha gustado encontrarse con una aplicación negra tan grande en el frontal. Incluso hay algunos quienes ofrecen como solución, pintar el parachoques, en la sección central, para devolverle algo de la identidad al Camaro, aunque si se recuerdan, el Camaro de segunda generación, también tuvo una versión con una gran parrilla que ocupaba el frontal completo hasta abajo. Cosa de gustos.
Los focos cuentan con una firma LED en forma de gancho y que termina en un "lagrimal" recto, que luce un tanto extraño, pero que ayuda a darle forma a la parrilla negra. Interesante es el uso del "bowtie", el mítico corbatín de Chevrolet, pero hueco, por lo que se transforma en una toma de aire funcional, que según declaran, tiene un efecto en la aerodinámica y la refrigeración. Esto ya lo habíamos visto en otros Camaro anteriores, así como en Silverado. Lo mejor, es que nunca te van a robar la insignia.
En el capot hay una toma de aire central, funcional, mientras que, en la cola, hay nuevos focos con tecnología LED y con diseño 3D. De perfil, solo cambia el diseño de las llantas.
Hacia el interior, nos encontramos con que las butacas, firmadas por Recaro, presentan un nuevo diseño y una nueva tapicería de Alcántara. La iluminación interior gana una mayor variedad de colores, incluyendo algunos "combos" bicolor con degradé. Una novedad que nos llamó la atención, es su espejo retrovisor, el cual se transforma en una cámara panorámica completa, no como esas pantallas cuadradas de retroceso que en algunos autos se sobreponían al espejo retrovisor. Esta puede ajustar su luminosidad y el zoom digital, permitiendo tener una mayor visual, muy necesario en autos como este, cuya visual es muy mala hacia atrás, muy similar al sistema Clearview de Jaguar.
En cuanto a tecnología, el sistema MyLink con pantalla de 8 pulgadas se actualiza a la versión 3.0 con mayor usabilidad y mejor resolución. Tiene soporte tanto para Apple CarPlay como para Android Auto. Mientras, se agrega la alerta de colisión frontal, que ya hemos visto en otros modelos de la marca.
Abriendo el capot, tampoco hay novedades. Se mantiene el V8 LT1 de 6.2 litros con 455 Hp y 617 Nm de torque. Aunque lo nuevo, se encuentra detrás del motor ya que el Camaro ahora tiene una caja automática de 10 velocidades, con la que alcanza los 100 km/h en 4 segundos. A todo esto, se agrega el sistema Line Lock que bloquea el tren delantero para que podamos calentar los neumáticos de atrás (y de paso crear una enorme cortina de humo) y el Launch Control, trucos que ya le vimos a su rival, el Mustang. Los frenos Brembo y la suspensión Magnetic Ride se conservan. Vale decir que en Chile, Chevrolet solo comercializa la versión SS del Camaro, asi que no hay motores más pequeños.
Chevrolet pretende comercializar 5 a 7 unidades mensuales del Camaro a un precio de $36.690.000 (con financiamiento Chevy Plan) y $38.690.000 para el convertible, manteniendo los precios de la fase anterior. Aunque ojo, que el Mustang está entre los 30 y 35 millones de pesos. El enfrentamiento de estos americanos no solo será en la pista, sino que también en los concesionarios.