Con la llegada de Colorado, Chevrolet pretende ir tras Amarok, Alaskan, Ranger y Hilux, así como las versiones más altas de L200 y NP300, ofreciendo una muy interesante propuesta de valor, así como aptitudes todo-terreno y un nivel de confort que le gustará a varios, conjugando una imagen utilitaria, pero con detalles de lujo.
Diseño y dimensiones
Colorado no ganará ningún concurso de belleza y tampoco luce como la más moderna de todas, pero si tiene un atractivo particular, en especial si pensamos en la versión High Country (tope de linea, que ilustra nuestra nota), poderosa e imponente. Esto se logra gracias a un frontal con una parrilla dominante, focos estilizados, un perfil de cabina con una linea ligeramente ascendente y grandes llantas bicolor de 18” y una especie de “barra” aerodinámica que hace de spoiler en donde termina la zona de carga, donde también encontramos una lona marítima.
En el techo asoman barras portaequipajes, a las que en nuestra versión se añaden un segundo par de barras transversales, así como pisaderas en los costados y un parachoques frontal ligeramente más abultado.
Sobre sus medidas, Colorado mide 5.408 mm de largo (5.361 mm en la versión LTZ, con el parachoques regular), 1.870 mm de ancho, 1.795 mm de alto y tiene 3.096 mm entre los ejes. Presenta un despeje de 213 mm y ángulos de 29º en ataque y 22º en salida. Su cajón es de 1,48 m de largo por 1,53 m de ancho por 58 cm de alto, para un volumen máximo de 1.330 litros y posibilidad de remolcar hasta 3.500 kilos con sistema de frenos.
Su capacidad de carga de 1.064 kilos la pone sobre los 918 kilos que puede llevar una Nissan NP300 LE y los 1.041 kilos que puede llevar la Volkswagen Amarok Highline, sus principales rivales por volumen (Nissan) y posicionamiento (Volkswagen). Aunque claro, esto es para la versión LTZ. La versión High Country carga menos que Amarok, con 993 kilos, 71 kilos de diferencia.
Interior y equipamiento
El interior, es dominado por una consola simétrica, muy típica de Chevrolet y que se parece bastante a la de la Silverado. Cuenta con paneles forrados en cuero y costuras visibles que le dan un aspecto más suntuoso y acogedor, que contrasta con los paneles plásticos a los que siempre acostumbramos en estas camionetas, por razones obvias. Aunque claro, como la idea es apuntar a otro público, será normal ver como las camionetas van aprendiendo de los SUV.
La visibilidad es muy buena, así como la facilidad de subirse, si bien esto es gracias a las pisaderas que emplea la versión High Country. Ojo, que de proporciones se siente más grande de lo que es, así que, para maniobrar, cuesta un poco adecuarse. Los asientos adelante son cómodos, los de atrás un poco menos, con capacidad para cinco, pero ojo, que los respaldos son algo verticales y con poca sujeción; en otros modelos podrías encontrar una mejor postura, si te interesa ese ítem.
De equipamiento, el nivel LTZ ofrece espejos eléctricos con luz de giro, manillas cromadas, bordes cromados en parrilla frontal, llantas bicolor de 18", climatizador automático, control crucero, cierre centralizado a distancia, alzavidrios eléctricos one-touch, asiento del conductor con reglajes eléctricos, espejo central fotosensible, defroster en luneta trasera, guantera iluminada, tapicería de eco cuero (bi-tono) y sistema multimedia MyLink con panel touch de 8", GPS, bluetooth, comandos por voz, comandos al volante, 2 puertos USB, 3 tomas de 12v, Apple CarPlay y Android Auto. El modelo LTZ 6AT agrega como extra, un sistema de encendido remoto que además activa el climatizador.
Nuestra versión, la variante High Country suma barras transversales en el techo, llantas High Country exclusivas de 18", pisaderas laterales, barra deportiva trasera, lona marítima, protección delantera en la zona baja, detalles estéticos High Country, apoyabrazos para las plazas traseras y tapiz de cuero Brownstone.
De todo lo mencionado, lo único que renovaríamos es el sistema multimedia, completo, pero de interfaz muy obsoleta.
Si de seguridad se trata, la única diferencia entre la LTZ y la High Country son la cantidad de airbags, 2 o 6. Lo demás es de serie para ambas; frenos ABS con EBD y control de frenado en curva, alerta de colisión frontal, alerta de cambio de carril, sensores de estacionamiento con cámara, alarma, cinturones de 3 puntas en todas las plazas, control de tracción y estabilidad Stabilitrak, asistente de partida en ascenso, control de velocidad en descenso, neblineros, encendido automático de luces y limpiaparabrisas, cubre carter, entre lo principal y si bien, no nos gusta la diferencia entre 2 o 6 airbags, en especial para las camionetas, que es un segmento que sufre bastante con el tema seguridad, no podemos decir que es una camioneta falta de elementos.
Mecánica y performance
Al volante, los 500 Nm de su motor 2.8 Duramax Turbodiesel (fabricado por VM Motori) se sienten inmediatamente, para bien y para mal. Para bien, porque tiene fuerza inagotable y porque es muy elástica, donde no se siente que se esté esforzando mucho. Lo malo, es su consumo, el más alto de su segmento y claro, porque es la que tiene el motor más fuerte entre las de cuatro cilindros, con consumos homologados entre 8 y 12,8 km/l. Otros motores quizás pueden ser más eficientes, como la Amarok, la cual logra hacer 403 Nm y 180 Hp con un motor de 2 litros, logrando consumos un poco mejores, de entre 9,9 y 13,7 km/l pero que es sabida, tiene fama de ser un tanto frágil. La NP300 es la más económica, pero también la menos potente y capaz.
Esta potencia se gestiona a partir de una caja automática de 6 velocidades que, aunque no es la más rápida, se lleva bien con el motor y que cuenta con un modo manual tipo “Tiptronic” que le celebramos, porque la tendencia de Chevrolet es añadir esta misma función en otros modelos mediante un incómodo botón en el pomo, que deberían erradicar de sus modelos.
Chevrolet se ha preocupado de entregar una propuesta más refinada en su manejo y si bien, la Colorado no es la más refinada de las camionetas, se acerca bastante. Su esquema de suspensión trasera con ballestas y amortiguadores telescópicos, fue mejorada para obtener menor rebote y su dirección eléctricamente asistida le confiere una mayor maniobrabilidad, a expensas de perder algo de tacto.
Los elementos de seguridad se notan en su actuar y el que más nos gustó es el control de descenso, el cual pudimos probar en Santa Martina para las pruebas off-road. Lo mejor, es que puedes ir jugando con el sistema, para que no te limite tanto el descenso en algunas secciones donde el descenso queda muy limitado en velocidad. El selector de tracción es sencillo de usar y en algunas ocasiones, puede transformar a la Colorado en un camioncito, lleno de torque para tirar y cargar lo que sea, lento, pero con fuerza.
Ojo, eso sí, con sus neumáticos, que son de uso mixto y son los que penalizan su tránsito en lugares más complicados, incluyendo arena y barro, para que tengas cuidado o consideres un cambio de calzado.
Conclusiones
Hemos hablado de NP300 y de Amarok varias veces durante esta nota. Y es que Chevrolet quiere apuntar al volumen de Nissan y al nivel de prestigio que tiene Amarok, pero en otros medios internacionales, vale destacar que Colorado no es la primera opción, pero hay que considerar que el mercado en otros países es muy distinto al de Chile, donde camionetas como la Toyota Hilux son muchísimo más accesibles y camionetas como la Ford Ranger son más populares.
Colorado se configura como una formidable opción que reúne todas las condiciones para ser una camioneta poderosa, de uso familiar o recreativo, sin renunciar a capacidad o a robustez. Claro que, si te importa el consumo, quizás quieras mirar en otro lado.